A la espera del primer boceto de la intermodalidad

Torneros espera que la luz que deja entrever el Sepes, la entidad Estatal de Suelo, y el Gobierno, sea el final del túnel de más de diez años que se ha visto obligado a atravesar en medio de una idea que no ha pasado de boceto.

Once empresas concurrieron a la licitación para diseñar el proyecto de urbanización, en un paso inicial del proceso, que vendrá a desbloquear y a facilitar cualquier operación posterior. Se trata del concurso que el Ministerio de Transportes impulsó el pasado verano, a través de Sepes. Se oferta la redacción de ideas para urbanizar este espacio rústico con una cuantía de poco más de trescientos mil euros; según confirmó el Ministerio de Transporte a través de cauces de información afines, las ofertas presentadas a concurso varían según sus ofertas económicas con una cuantías que van desde los 125.000 euros a los 225.000; cuando se defina qué consultoría realiza el proyecto de estudio, la empresa ganadora dispondrá de 24 meses para concretar el dibujo y la forma sobre la que se dispondrá la urbanización de este espacio que entre vías y autovías se eleva desde hace más de una década como la gran ocasión para apuntalar el nuevo modelo de desarrollo en el que León tiene puestas todas sus esperanzas de futuro.

En medio de este procedimiento administrativo, se han producido algunas novedades sobre el futuro del terreno de Torneros; sobre los candidatos a instalarse en este espacio, que desde hace un año encauzaban ya una oferta privada de ocupación de suelo de cerca de 400.000 metros cuadrados.

En medio de esta espera, que no se agiliza por el desarrollo del proceso de estudio de proyecto, varios de esos emprendedores interesados en asentarse en torno a Torneros, han materializado la compra de suelo en el polígono de Villadangos, donde acaba de definirse una conexión por tren, aún precaria, pero con calendario para consolidar este enclave del alto páramo como un nodo para las mercancías y la distribución.