Esquí
Las estaciones cierran la temporada con una pérdida del 20% en taquilla
El revés agrava el resultado deficitario de las pistas invernales, con ocho millones de gasto
Estación invernal de San Isidro, en esta campaña.
La primera borrasca primaveral recuerda que León tiene un recurso económico sometido por la urgencia. Vuelve la nieve, para asistir con materia prima al cuarto pico de temporada de esquí. Vuelve la nieve, con las estaciones cerradas desde la declaración del estado de alerta y un panorama de actividad que agrava más el déficit de la explotación. El acumulado por el resultado de ejercicios anteriores; y por el desajuste de esta campaña, resuelta con un imprevisto de la pandemia, luego de discurrir con regularidad desde la apertura de las pistas, en el último fin de semana de noviembre.
El cierre de mitad de marzo abre un boquete de diámetro considerable en las previsiones económicas; las pistas de esquí leonesas dejarán de ingresar un 20% de lo previsto para esta campaña; el tramo estacional afectado abarcaba hasta la finalización de la temporada, con la clausura prevista para el segundo fin de semana de abril, con el domingo de Pascua como último día hábil. El desencaje se une al corte anticipado en Leitariegos Valle de Laciana, obligado en un mes de enero sin precipitación y de temperaturas más altas de lo habitual. Con todo, el recuento de las previsiones presupuestarias de la Diputación de León, que tutela y administra las instalaciones de deporte invernal en León, se enfrenta a un panorama desolador en la parte económica: San Isidro tiene presupuestado un gasto de 5,2 millones de euros en este ejercicio; Leitariegos Valle de Laciana, 2,8. Si en la mejor de las condiciones supuestas, es decir, más de 130 jornadas de apertura, los cálculos de ingresos se estimaban en 2,5 millones, la cifra resultante escapa de análisis optimistas.
La afluencia de usuarios registró hitos en Navidad, Carnaval y en el puente de diciembre
Las estaciones de esquí leonesa, el tejido hostelero del entorno que sostiene este sector elemental para dinamizar el extremo norte de la provincia leonesa, parten cada año con el ideal de alcanzar cuatro estadios de demanda alta de esquiadores: el puente de diciembre, Navidad, la semana de carnaval y Semana Santa, que, aunque avanzada en abril, suele responder en ese periodo invernal que asiste desde tiempo inmemorial a las primaveras leonesas.
El comienzo no pudo ser más prometedor; nieve con premura, en noviembre, y 13.500 esquiadores en el recuento del puente de la Constitución; más de 36.000 en las Navidades, que convirtió a este periodo en el de la demanda más espléndida de la última década; y más de 12.500 usuario en torno a los días de vacación de carnavales. Otros referentes se localizan entre fines de semana sueltos de febrero y enero, con registros de entorno a los diez mil esquiadores.
El desenlace, sin embargo, resulta fatal para las previsiones financieras de la Diputación de León en torno a esta oferta alternativa de ocio invernal. Por eso se agiliza la búsqueda del modelo de gestión mixto, el acuerdo con las estaciones de Asturias, la racionalización del gasto y la eficiencia de la inversión. Y con nieve de sobra en las pistas.