Diario de León

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«No hay éxito ni fracaso, los negocios son una sucesión de las dos cosas»

  Vidal: «No existen excusas para ser pesimistas, la digitalización es una herramienta a aprovechar»

Roberto Vidal, director gerente de Xeridia, y María J. Muñiz, jefa de Economía de Diario de León, en el Club de Prensa. RAMIRO

Roberto Vidal, director gerente de Xeridia, y María J. Muñiz, jefa de Economía de Diario de León, en el Club de Prensa. RAMIRO

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«En León tenemos todo lo necesario para conseguir mucho más de lo que hacemos». La clave es mirar a los mercados de forma global, adaptarse al entorno digital y no sólo aprovechar el talento que se genera, sino crear empresas y proyectos suficientemente atractivos para el retorno de los que se han ido.

«Ofrecer un entorno con potencial para desarrollar una carrera brillante, como pueden tener en otros lugares con más nombre». Porque la realidad es que «estamos desperdiciando mucho más talento del que nos podemos permitir». Son sólo algunas de las reflexiones que dejó ayer en el Club de Prensa de Diario de León Roberto Vidal, director gerente de Xeridia, durante el II Ciclo La economía a debate en León.

El responsable de la empresa tecnológica que acaba de firmar un acuerdo con el Nasdaq y tiene compañía propia en el corazón financiero de Londres, además de una oficina en Madrid, y mantiene la sede del negocio y el cerebro de la compañía en León (donde trabajan casi un centenar de profesionales tanto para Xeridia como para Smarkia) no deja lugar para tópicos. «No hay excusas para ser optimistas, no podemos seguir amparados en el victimismo leonés. La digitalización es una herramienta para crecer, y está al alcance de todos».  

Eso sí, no hay receta mágica. «En las empresas no hay triunfos ni fracasos, sino una sucesión de éxitos y fracasos. La clave es que el coste de los fracasos no supere el retorno que generan los éxitos».  

Roberto Vidal repasó ayer en el Club de Prensa los 16 años de historia de Xeridia, pero también el inicio de los socios que dieron vida al proyecto.

Nació del entusiasmo de un grupo de estudiantes que creó en un verano un proyecto tecnológico que parecía destinado a triunfar, pero finalmente se estrelló al fallar en el último momento la financiación.

«Bendito el momento en el que aquello cayó. Nos dimos cuenta de que teníamos una idea, pero nos faltaba visión de mercado, experiencia,...». La que acumularon después hasta que en 2003 nació Xeridia, para desarrollar productos y servicios con las últimas tecnologías, a demanda de las necesidades de las empresas. Sobre todo grandes y fuera de León, pero no solo. Han desarrollado 300 proyectos para más de 80 clientes «en todos los ámbitos». Y en todo el mundo.  

En los últimos años se han especializado en el ámbito financiero, sin que eso suponga que se dejen de lado otros sectores. «Incluso proyectos raros. Porque esa es una manera de diferenciarnos. Y es que la clave no es el tamaño de la empresa, sino la calidad de los equipos que desarrollan los proyectos». Y de eso presume, y mucho, Xeridia. Que está especializada también en proyectos de gestión energética de grandes compañías (a través de Smarkia), tecnologías de código abierto y «algo tan poco sexi, pero tan necesario, como las facturas electrónicas».

El debate sobre la economía leonesa, en este caso desde el sector tecnológico, centró la atención en la jornada de ayer. RAMIRO

Roberto Vidal incidió ayer en el cambio que la digitalización ha determinado en todos los sectores. «Al principio el proceso se tomó como una amenaza, pero se ha transformado en el motor de una industria potentísima». Para todos. «Amazon es un aviso para las empresas locales, que tienen que subirse a este barco para competir. Existen plataformas y aplicaciones para hacerlo. Si no es así, el comercio tiene que dar un valor añadido para que merezca la pena optar por esa fórmula».  

El valor añadido es una constante en el argumentario de Roberto Vidal. Y también el mercado global. «Hoy los clientes te encuentran, tienes que estar posicionado y demostrar que eres un experto en lo que haces». Un escenario que permite generar «eficiencias enormes o negocios nuevos». Pero en el que no todo vale. «Hay cosas que no me gustan, porque a veces la tecnología sirve para precarizar negocios. Y al final de ese camino no hay nada».

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