Tribunales
El falso monje Shaolín se suma a los beneficiados por la 'ley del sí es sí' en Villahierro
Cumplía una condena de catorce años y medio que se rebaja a trece en virtud de la modificación legislativa auspiciada por el Ministerio de Igualdad; ya es el sexto en León
Juan Carlos Aguilar, el falso monje Shaolín, durante su juicio en Vizcaya. LUIS TEJIDO
Juan Carlos Aguilar, el falso monje Shaolín de Bilbao que cumple condena por agresión sexual en el Centro Penitenciario de Villahierro , ha visto reducida de catorce años y medio a trece la pena que le impuso en su día la Audiencia Provincial de Vizcaya. En aplicación de la Ley Orgánica 10/2022 , la conocida en la calle como 'Ley del solo sí es sí' , se considera que debe acogerse a los beneficios resultantes de la modificación legislativa derivada de las novedades impulsadas por el Ministerio de Igualdad.
Una providencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial vizcaína determinó la reducción , pese a la oposición del Ministerio Fiscal y de la acusación particular,, que entendían que el tipo legal en el que se incardinan los delitos por los que fue condenado, se ajustarían a la misma pena con la modificación introducida, por lo que comprenden que no procedía realizar revisión alguna, contra el criterio de la defensa que lo consideraba ajustado a derecho y solicitó casi un año y medio de reducción.
La Audiencia de Vizcaya recuerda que Aguilar fue condenado por delito continuado de agresión sexual , empleo de violencia o intimidación especialmente vejatoria y víctima especialmente vulnerable. La sala justifica que la aplicación de la nueva normativa es más favorable al reo y en virtud de ello, aplica la reducción, que no es firme y está sujeta a posible recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
El caso resultó especialmente mediático en su día. A las 3.00 horas del 25 de mayo de 2013, Aguilar se encontraba en el interior de su vehículo, un Mitsubishi, en el centro de Bilbao cuando apareció una primera víctima a la que no conocía con anterioridad. Posteriormente, ambos se dirigieron al gimnasio que éste regentaba y allí maniató a la mujer y la agredió, con puñetazos y patadas, hasta matarla.
Sobre las seis de la mañana del 2 de junio del mismo año, abordó a una segunda y se dirigieron al gimnasio con intención de mantener relaciones sexuales. La mujer intentó huir y, entonces, el imputado la devolvió al interior del local. Posteriormente, tras atarla por las muñecas y el cuello, la golpeó y la estranguló con una soga y bridas hasta acabar con su vida. Ahora se beneficiará de la reforma del Código Penal .