Falta de concentración o problemas de ubicación suelen ser los más comunes
Es importante tener en cuenta que no hay dos personas con dificultades específicas de aprendizaje que tengan exactamente el mismo perfil de fortalezas y debilidades, pero sí hay unas áreas de dificultad que suelen ser comunes a todas ellas, como por ejemplo procesamiento de información, memoria, habilidades de comunicación, literatura, secuenciación, organización y gestión del tiempo, dirección y ubicación, concentración, sensibilidad sensorial, falta de conciencia o estrés visual, de acuerdo a los estudios que han posibilitado la edición de la guía.
El estudio contempla que algunas personas con dificultades específicas de aprendizaje a veces tienen rasgos de carácter que deben tenerse en cuenta en la realización de las pruebas de aptitud para la obtención de un permiso de conducción.
Las personas con dislexia y otras Deas deberán ser identificadas, bien con la presentación por parte del interesado de un informe en el que conste dicho diagnóstico firmado por un profesional colegiado, bien con otros documentos acreditativos, como pueda ser el Pasaporte Dea.
Cabe señalar que, tal como se indicaba en el Anexo VI del Real Decreto 818/2009, de 8 de mayo, por el que se aprobó el Reglamento General de Conductores, «en casos especiales, debidamente justificados», se puede ampliar el tiempo para realizar las pruebas de control de conocimientos sobre formación teórica. Según indicaba el texto, se debe dejar un minuto para responder cada pregunta. Sin embargo, este tiempo puede resultar insuficiente para las personas con dificultades de lectura y comprensión. Por ello, se ofrece la posibilidad de prolongarlo para garantizar que lo que se evalúa son los conocimientos del examinado y no su capacidad de lectura en un tiempo limitado.
Problemas para formar palabras adecuadamente, como invertir los sonidos de las palabras o confundir palabras que suenan de forma parecida. Problemas para recordar o decir el nombre de las letras, los números y los colores. Dificultad para aprender canciones infantiles o jugar juegos de rimas son síntomas inequívocos de que hay una posible dislexia.