Fermín Guerrero culpa al PP de la condena de Raquel Gago
Fermín Guerrero, el abogado que defendió a Raquel Gago en el juicio por el asesinato de Isabel Carrasco, declaró esta semana que la condena de su clienta se debió "a la influencia de los miembros del Partido Popular sobre el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y del Tribunal Supremo"
El abogado Fermín Guerrero consuela a Raquel Gago en la sala de la Audiencia Provincial de León tras conocer el fallo que la declaraba culpable del asesinato de Isabel Carrasco. RAMIRO
En manifestaciones realizadas al diario , Guerrero asegura: «Si no tuviera treinta años de duro ejercicio, ver situaciones como las que vi en estos tribunales eliminan la ilusión de creer mínimamente en la Justicia. La fallecida era una persona odiada por mucha gente en León, hasta el punto de que durante los días de su muerte y entierro había gente de celebración: corrió el champán estando caliente el cuerpo de Isabel Carrasco. No se sabe toda la verdad del caso; aún podrían producirse grandes sorpresas».
«El caso me llegó a través del despacho de Madrid y desde un primer momento la agente de policía, Raquel Gago, confió plenamente en mí. Fue un honor formar parte del juicio más importante de la historia de la provincia de León. Todos los días había unas 150 personas siguiendo en directo el juicio, que duró un mes. Estaban personados todos los medios de comunicación nacionales e incluso alguno internacional, aparte de la cadena HBO, que estaba grabando una serie-documental, que posteriormente se ha emitido con el nombre de . Personalmente, este juicio supuso un enorme reconocimiento profesional, por lograr en primera instancia una rebaja del 75% de la petición del Ministerio Fiscal, representado por el Fiscal Jefe de León e íntimo amigo personal de la fallecida. Mi relación con el fiscal terminó siendo tan extrema que ambos nos querellamos recíprocamente, aunque, finalmente, la sangre no llegó al río. Mi estancia en León supuso tener un gran número de seguidores y de detractores; fue todo extraordinariamente intenso y mediático», explica Guerrero.
«La condena final de Raquel se debió a la influencia de miembros del Partido Popular en componentes del Tribunal Superior de Justicia de Burgos y en el Tribunal Supremo. Me he visto abocado a situaciones donde se produce un auténtico dilema para el abogado: ¿colaborar a que aflore la verdad del asunto o limitarse a defender al cliente? Mi participación fue de segundo orden, puesto que mi cliente reconoció todos los hechos desde los primeros compases del juicio. Mi impresión de ese asunto es que la sentencia fue injusta por no resultar condenados todos los participantes, alguno de los cuales, ni fueron citados a juicio».