«Si no fuera por los funcionarios en prácticas, habría un colapso»
Fernando Martínez, secretario de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones en León (APFP), aseguró a este periódico que la situación empieza a bordear los límites de lo posible en Villahierro: «Si no fuera por los funcionarios en prácticas, más de una vez colapsaríamos».
A este problema se le añade también el de las jubilaciones de los trabajadores: “Tenemos una plantilla con una edad media muy alta, estamos en torno a los 55 años y cada año se marchan 25 o 30 funcionarios que pasan la segunda actividad o que se retiran. Entre lo uno y lo otro, al final no conseguimos llegar a las cifras que necesitamos, sino que únicamente vamos sobreviviendo “.
La relación de puestos de trabajo de la prisión de Villahierro se acerca a los 500 funcionarios, de los que están cubiertos en la actualidad 420. La labor diaria recién depende de la tasa de ocupación. Diseñada para 1.008 reclusos, en la actualidad ronda los 700 internos.
El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro acoge desde marzo a 48 funcionarios en prácticas, que estarán tutelados en los próximos meses por profesionales de experiencia, hasta que adquieran los conocimientos necesarios para poder desempeñar la tarea por sí solos.
El curso selectivo, en el que las personas aspirantes adquirieren conocimientos teóricos y desempeñarán, de forma tutelada, funciones propias de los puestos de trabajo adscritos al Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, tiene carácter unitario pero se estructura en dos fases no necesariamente sucesivas: una de formación y otra de prácticas tuteladas. La fase de formación, se imparte en las dependencias que tiene a su disposición el Centro de Estudios Penitenciarios en la ciudad de Cuenca, mientras que las prácticas tuteladas se realizarán en los Centros Penitenciarios que se determinan, como es el caso de Villahierro en León.
Es obligatorio asistir al 80% de las jornadas lectivas, tanto de la fase formativa como de las prácticas tuteladas.