Diario de León

Congreso provincial del PP

García no va «de farol» y se postula como «el candidato de Mañueco y Casado»

El aspirante a líder del PP afirma que en su candidatura no le clavan «puñales por la espalda»

Diputados, presidentes locales y comarcales, alcaldes, concejales y afiliados arroparon ayer a García en la presentación de su candidatura en Astorga. MARCIANO PÉREZ

Diputados, presidentes locales y comarcales, alcaldes, concejales y afiliados arroparon ayer a García en la presentación de su candidatura en Astorga. MARCIANO PÉREZ

León

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La palestra del congreso provincial del PP sumó ayer de manera oficial a su segundo candidato. Después de que el viernes fuera Javier Santiago Vélez, acompañado por David Fernández, el delfín de Antonio Silván, quien escenificara su fortaleza, ayer Manuel García aceptó el reto con el aviso de que no va «de farol nunca en la vida». Frente a quienes cuestionaban su apuesta, el alcalde de Villaquilambre recordó que «siempre» que se ha «metido en la vida con algún proyecto» ha ido «hasta sus últimas consecuencias». No piensa desistir, aunque no renegó de «integrar», convencido de que forman «la candidatura de Alfonso Fernández Mañueco y de Pablo Casado», como expuso en el acto celebrado en la plaza Antonio Gaudí de Astorga, arropado por militantes y cargos como los diputados provinciales Ángel Calvo, José Manuel Nieto, Manuela García y Raúl Valcarce; la concejala de Ponferrada y portavoz en el consejo comarcal del Bierzo, Rosa Luna; el presidente de la local astorgana, José Luis Nieto; o históricos como el alcalde de Valdepiélago, Julio González.

Con el apunte del agradecimiento «especial» por su dedicación y esfuerzo en el Bierzo al presidente de la comarcal berciana, Raúl Valcarce, García publicitó que forman «un gran equipo» que tiene «un proyecto totalmente distinto al de la otra candidatura». La diferencia, como subrayó el candidato a liderar el PP leonés, radica en «la confianza que quizá otros no puedan decir que tengan en la suya». «Yo no tengo miedo, no miro hacia atrás, no pienso que nadie me va a clavar un puñal por la espalda. Otros creo que no pueden decir lo mismo», lanzó, en referencia al acuerdo de Santiago Vélez y el binomio de Fernández y Silván, enfrentados de manera cerval hasta hace apenas dos semanas, cuando decidieron confluir para sumar votos.

García insistió en el argumento de que componen una candidatura formada por «gente de aquí de León que se siente identificada con sus paisanos». Desde esta cercanía, el candidato recordó que ha sido «alcalde durante tres mandatos en un municipio realmente complicado» y explicó que se plantea «trasladar todo aquello» que ha hecho en Villaquilambre. «Me encontré un municipio con una deuda cercana a los 18 millones de euros y ahora está prácticamente a deuda cero. Eso, quiero trasladarlo en términos políticos y económicos al PP», describió el regidor, quien abundó en que, tras «una pandemia muy difícil», deben contar con «un partido unido y fuerte para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía».

La fortaleza y la unidad la supeditó García a contar con «un liderazgo fuerte», cimentado en personas como la de su candidatura, «acostumbradas a trabajar por y para los leoneses, en los ayuntamientos, en las diputaciones, de concejales y de alcaldes». «Eso es lo que necesitamos, no experimentos y gente que no tiene experiencia en gobernar. Yo tengo un equipo que se puede comprometer con los leoneses para sacar a León adelante y eso no lo pueden decir todos», atacó.

Frente al anuncio de sumar más de 700 avales e incluso los representantes de 16 de los 21 municipios de la comarcal centro, García remarcó que no se «asusta» e ironizó con que les ofrezcan del número tres en adelante para integrarse. «Hemos ido avanzando porque ha habido un momento en el que nos darían a partir del 50. Ya hemos subido de momento al tres, luego al dos y quizá al final terminemos siendo el uno», bromeó. Más serio se puso para reclamar «unas elecciones limpias, sin escándalos», después de que denunciara la existencias de 400 afiliaciones presuntamente irregulares sobre los que aún no han recibido respuesta del comité organizador, ni de Génova. «No queremos, pero si al final tenemos que llegar a los juzgados, llegaremos», avisó sobre la posible reclamación que podría derivar en la suspensión cautelar del proceso congresual.

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