Hasta siempre

Opinión | cristina fanjul

Hay un León perdido que hoy cierra el telón. El último protagonista de aquella ciudad perdida fue Urbano González Santos y con él ha desaparecido una manera de entender la vida que ya no es más que historia y recuerdo. Para mí la ceremonia del adiós comenzó hace 25 años y hoy, ¡qué casualidad Urbano!, edita su último capítulo en el mismo sitio, la iglesia de San Marcelo, y a la misma hora. También era otoño. Sí, contigo se va una categoría, la del savoir faire y el saber vivir. Ya sólo quedan la anécdota chusca y, en el mejor de los casos, la mediocridad. Eras un dandy y por eso chirriabas en la mayoría de los actos a los que asistías, una rareza en una ciudad que ya no se puede comparar ni a los hidalgos venidos a menos. La última vez que te vi presentabas un ciclo de conciertos y, como siempre, fuiste cariñoso y acogedor. «Es una fanjulina», le dijiste a tu interlocutor para presentarme, como si él supiera… Dios fue amable contigo y tuviste una vida cálida y feliz. Brindaré con un Dry Martini para desear que a partir de ahora tu travesía sea igual de luminosa. Hasta siempre Urbano.