Diario de León

Sanidad

El Hospital funciona ya con 16 quirófanos para intentar agilizar una bolsa de 5.000 operaciones

El año pasado se pudieron efectuar 19.689 intervenciones, el 87% de las programadas, y 17.000 fuera de esos espacios

Las obras para ampliar el servicio de Urgencias desplazarán el aparcamiento de las ambulancias hacia delante. FERNANDO OTERO

Las obras para ampliar el servicio de Urgencias desplazarán el aparcamiento de las ambulancias hacia delante. FERNANDO OTERO

León

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El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) va recuperando de forma «prudente» la actividad que mantenía antes de estallar la pandemia del Covid-19. Al igual que las consultas externas han ido abriéndose de forma progresiva para pacientes de forma presencial, los quirófanos que estuvieron reutilizados como unidades de cuidados intensivos van ganando sus funciones habituales.

El director médico del Hospital, Juan Ortiz de Saracho, confirma que en las últimas dos semanas las consultas presenciales se han incrementado del 50 al 70%, mientras el 30% restante se reserva para la atención telefónica. El año pasado las agendas incluyeron 630.000 consultas externas, 190.000 de ellas primeras consultas. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, ya se han abierto 16 de los 22 quirófanos con los que se intentará agilizar una bolsa de 5.000 operaciones aplazadas desde el pasado mes de marzo.

En 2019, el Complejo Asistencial efectuó 19.689 intervenciones quirúrgicas (unas 1.600 al mes), que representaron el 87% de las que estaban programadas. Otras casi 17.000 se realizaron fuera de quirófano, según el Observatorio sanitario de la Junta. Las cataratas, las artrosis de rodilla y cadera y las hernias son las operaciones más frecuentes en la lista de espera quirúrgica.

Consultas presenciales
Se han ido abriendo «con prudencia» y copan el 70% de la agenda de los médicos, con un 30% telefónico

El Hospital también recibió el año pasado una derivación de 45.000 de sus 138.000 urgencias totales desde los centros de salud. Una proporción que se frenó durante los meses duros de la pandemia, en los cuales Atención Primaria ejerció de filtro, sobre todo, de los pacientes Covid moderados y asintomáticos.

En los ambulatorios, la valoración telefónica sigue teniendo mucho peso y los médicos de familia están viendo in situ a la mitad de los enfermos de sus agendas, lo que representa unos 4.500 usuarios. Los facultativos intentan agilizar las revisiones que se dejaron en stand-by con el coronavirus de las patologías de hipertensión, diabetes, insuficiencias renales, cardiopatías y problemas cardiovasculares, principalmente. Ahora retoman la labor presencial «con todas las precauciones» para ir eliminado el tapón de las revisiones a crónicos, aunque han constatado que las personas mayores «tienen miedo y prometen no volver hasta el otoño». También realizan el seguimiento de los enfermos Covid en coordinación con el Hospital, el rastreo epidemiológico testando a la población y vigilando puntos calientes como las residencias de ancianos y las comunidades religiosas. Han retomado los programas de control del cáncer de mama, cérvix con citologías, colón preventivo, el control del sintrom y la atención de las matronas a las parturientas, además de proseguir las curas de enfermería.

Cataratas y artrosis
​Son las dos cirugías más frecuentes en la lista de espera estructural, junto con las hernias

Las interconsultas para derivar a pacientes desde Atención Primaria al Hospital también están funcionando, aunque para evitar el trasiego de enfermos, mejorar su atención y filtrar la frecuentación al Caule se ha puesto en marcha la figura del médico-consultor, un facultativo que se encarga de resolver las dudas de sus colegas de Familia en la valoración de los pacientes de los centros de salud para solucionar el problema del enfermo, evitar desplazamientos innecesarios y agilizar las listas de espera.

A 31 de diciembre (último dato publicado), las personas pendientes de una intervención en León eran 6.097 y 2.368 en el Bierzo. León dobló su lista de espera quirúrgica en 2019 al englobar a 8.465 personas pendientes de una operación frente a las 4.435 que constaban en el documento de 2018. Ese incremento se produjo por los cambios introducidos por el Sacyl para intentar «aflorar» el número real de pacientes que requerían una intervención en la provincia y que, según la nueva estadística, englobaría a las 2.302 personas de nueva incorporación a las listas de espera en esos doce meses, más 632 usuarios «transitoriamente no programables» y 1.096 que rechazaron ser operados en un centro alternativo y continúan en espera, dos conceptos que antes no se sumaban.

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