Diario de León

Un sector abandonado a su suerte

Hostelería, comercio y turismo ven como una «burla» el plan de rescate del Gobierno

No contempla ayudas directas y la rebaja del alquiler beneficiará solo al 5% de los bares y restaurantes de León

León

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La hostelería, el comercio y el sector turístico se sienten traicionados por el Gobierno central. El plan de rescate que aprobó la semana pasada el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y que ayer presentó la ministra Reyes Maroto a las comunidades autónomas, ha caído como una losa entre los empresarios leoneses que dependen de esta actividad. Apenas «beneficiará a unos pocos», advierte el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Martín Méndez, que critica duramente la ausencia de ayudas directas después de casi diez meses de restricciones por el covid. También claman contra él los comercios, las agencias de viaje o los distribuidores. Y extienden sus reproches a la Junta, que, según denuncian, tampoco ha liberado el dinero comprometido.

«Es una burla, el Gobierno nos está tomando el pelo», recrimina el representante de los hosteleros. No entiende como la Administración central deja en la estacada a «millones de personas». Le parece, además, una «vergüenza», como al resto de damnificados por la pandemia, y censura que vendan como la medida estrella la rebaja del alquiler en un cincuenta por ciento cuando solo afecta a los arrendadores que tienen más de diez locales en propiedad. «Calculamos que en León únicamente podrán acogerse a este plan entre el 3 y el 5% de los establecimientos», lamenta.

Olvidados

A los afectados les parece «una vergüenza» que se deje en la estacada a «millones de personas»

Recuerda a los responsables públicos que durante toda la emergencia sanitaria han «pagado el cien por cien de los impuestos» a pesar de que han estado cerrados completamente «tres meses y medio». Si el Gobierno y la Junta no lo remedian, «habrá movilizaciones más contundentes que ya se están organizando a nivel nacional», avisa. Incluso no descartan «dejar de pagar impuestos —como señal de protesta— porque lo que está pasando en este país es inconcebible».

Daños colaterales

Las pymes dedicadas a la distribución han visto como su facturación cae al menos un 60%

Asegura que esa falta de apoyos les lleva a «la ruina» y subraya que un nuevo aplazamiento de tributos, los créditos ICO o la rebaja del alquiler, tal y como está recogida en el Real Decreto-ley, no «soluciona» el problema que arrastran los autónomos con bares, restaurantes o establecimientos dedicados al ocio nocturno. Hace falta una inyección de liquidez. No más endeudamiento. «Somos los paganos de esta situación a pesar de que hemos sido responsables recortando aforos y tomando todas las medidas de seguridad», señala Martín Méndez, quien espera que todo esto «pase factura electoral al Gobierno porque hablamos de más de un millón de empleos perdidos en toda España». Solo en León hay 4.000 licencias de hostelería de las que dependen 12.000 familias.

Asfixiados

En una situación similar están las 110 agencias de viaje que hay diseminadas por el territorio provincial y que dan trabajo a medio millar de personas. «Las medidas son insuficientes», comparte Jerónimo Fernández, representante del colectivo en la Fele. «No recibimos ningún tipo de ayuda, más allá de los 2.000 euros que aprobó la Junta al principio del todo pero solo para quien no tenía más de cinco empleados», revela.

Mientras tanto, «hemos tenido que devolver el dinero a nuestros clientes, algo que no han hecho todavía muchas compañías aéreas», añade Jerónimo Fernández, que tampoco ve normal que a ellos el Gobierno les dé créditos ICO para afrontar esos pagos cuando a los proveedores les concede subvenciones directas.

Sin respaldo público

Los comerciantes reclaman una bajada de impuestos acorde con los ingresos reales

«Ni el Gobierno ni la Junta asumen su responsabilidad y se echan la culpa unos a otros. Al final, como se dice coloquialmente, la casa queda sin barrer», apunta.

Reclama al respecto un plan mucho más ambicioso que permita a los sectores más golpeados por la pandemia recibir ayudas directas de las administraciones. También pide que se alarguen los Erte, una reducción del IVA y que se modifique la normativa de viajes combinados para que las agencias de viaje no asuman responsabilidades que se escapan a sus competencias. «Somos un sector transversal que pone en contacto a hoteles, restaurantes, guías turísticos...», subraya.

No pintan mejor las cosas entre las empresas de distribución que han «visto reducida su facturación en torno a un 60%, aunque en algunos casos alcanza, incluso, el noventa», según los cálculos que hace en este sentido César Farrapeira, de Distribuciones Farrapeira. «Es alucinante que no llegue nada ni de la Junta ni del Gobierno. La hostelería no son solo los bares, hay detrás una cadena de servicios muy importante con la que no se cuenta», reprocha.

El sector de la distribución queda muy dañado. FERNANDO OTERO

Reconoce que muchas pymes de este sector ya han tenido que despedir a sus empleados porque la actividad se ha desplomado y no existe ningún plan de apoyo para los distribuidores que tienen como clientes a los negocios de hostelería y restauración. «Nadie nos ha llamado en todo este tiempo. No cuentan con las asociaciones del sector. Ni hemos tenido vacaciones de Navidad ni hemos podido llevar dinero a nuestras casas», insiste.

Del mismo modo, el tejido comercial de León ha sufrido también los efectos del cierre de la hostelería y de las restricciones a la movilidad. Tampoco han llegado las ayudas de la Junta ni del Ejecutivo de Pedro Sánchez. «La administración autonómica deja en manos de la nacional las ayudas directas cuando son ellos los que recaudan», censura José Manuel Alonso, responsable del área en la Cámara de Comercio. Avisa de que «un puesto de trabajo destruido es muy grave pero una empresa cerrada es un auténtico drama porque es muy difícil que pueda recuperarse».

Reivindica una bajada o supresión de impuestos que entronque con la facturación porque «si no se puede recaudar difícilmente se podrá pagar», traslada. No quieren limosnas, solo que les dejen trabajar y al menos un poco de apoyo mientras dura la crisis sanitaria. Prevén que un tercio no sobreviva al covid. En la provincia hay 10.000 tiendas donde trabajan unos 15.000 empleados. «Es un auténtico drama», reconoce. Sin ayudas será mucho peor.

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