El Inbiotec entra en liquidación y ya negocia el despido de los investigadores

El Inbiotec vuelve a estar al borde del precipicio. De nada ha servido el grito de auxilio que lanzaron los trabajadores del organismo cuando el Instituto de Biotecnología de León entró, de forma voluntaria el pasado 30 de abril, en concurso de acreedores. No ha llegado el dinero previsto y el administrador ha procedido a la fase de liquidación para resolver los contratos de los diez investigadores. El periodo de consultas durará quince días, desde el 18 de agosto, fecha en la que se comunicó el auto judicial. Ayer tuvo lugar la primera reunión.

«Hasta donde sabemos, no ha tenido más remedio que proceder a la fase de liquidación porque el dinero prometido por la Diputación no llegó en julio por cuestiones administrativas», explicó ayer Antonio Rodríguez, investigador del Inbiotec y representante de la plantilla. Hoy darán una rueda de prensa junto a Comisiones Obreras para tratar este asunto. «Los trabajadores se ven abocados a la negociación de la extinción de sus contratos laborales por la pasividad cómplice de todos los actores a la hora de buscar una solución de futuro», justificó el sindicato en la convocatoria.

No se sabe nada aún del informe que debía emitir el Centro Superior de Investigaciones Científicas sobre la posible absorción del organismo leonés. Ni ha llegado la financiación estructural que reclamaba la plantilla. Solo la Diputación comprometió hace un par de meses 100.000 euros para que el Inbiotec ganara algo de tiempo mientras se resolvía el conflicto, pero la ley no permite conceder subvenciones públicas a un ente o empresa que se encuentre en concurso de acreedores. De todas formas haría falta más dinero. Además, ni Csic ni Junta se han pronunciado al respecto a pesar de la presión que ha ejercido la comunidad científica para que todas las instituciones remaran en la misma dirección.

La realidad ahora es que los diez trabajadores del instituto no han cobrado ni la nómina de junio ni la de julio. Y que la deuda superará los 200.000 euros que ya se anotaban en el pasivo del libro de cuentas del pasado ejercicio.

La pandemia obligó a retrasar algunos proyectos y condicionó los objetivos de los investigadores, pero la falta de apoyo institucional ha sido la puntilla definitiva para el enorme capital acumulado por Inbiotec a lo largo de los últimos treinta años, como así se refleja en los más de 350 artículos publicados en revistas de referencia por su plantilla.