Proyecto multidisciplinar
Inbiotec trabaja en un proyecto para producir bioplásticos de residuos agrícolas
También participan la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto Tecnológico del plástico de Valencia
Proyectos con microorganismos en Inbiotec. F. Otero Perandones.
La Universidad de León (ULE), a través del Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec), participa en un proyecto que busca la revalorización de subproductos agrícolas a través de la transformación de las moléculas producidas mediante procesos químicos en productos de alto valor añadido como bioplásticos.
Este es un proyecto multidisciplinar de Economía Circular denominado Biopolrex que se desarrolla junto con la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto Tecnológico del plástico de Valencia (Aimplas), ha informado la ULE.
El equipo de investigación de la parte del proyecto que está realizando Inbiotec está encabezado por Carlos García Estrada, investigador y profesor asociado de la ULE.
La duración de Biopolrex es de 36 meses y ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades con 225.000 euros dentro del Programa Estatal de I+D+i Orientada a los 'Retos de la Sociedad', 71.000 de los cuales corresponden al trabajo que se está haciendo en León.
El objetivo del proyecto es el de pasar de residuos agrícolas a bioplásticos avanzados, usando para ello catalizadores basados en metales abundantes.
"La tarea que se está llevando a cabo, se basa en la posibilidad de la manipulación génica de microorganismos por medio de la biotecnología para producir moléculas básicas de interés, las cuales se polimerizarán mediante sistemas químicos para generar polímeros de base biológica y sostenibles", ha explicado Carlos García.
La coordinación de Biopolrex se realiza desde el Departamento de Química Orgánica e Inorgánica de la Universidad de Alcalá de Henares, que cuenta con una dilatada trayectoria y especialización en las materias incluidas en el proyecto de innovación concedido.
La experiencia de Inbiotec en la biotecnología microbiana hace que se esté encargando de la transformación de los subproductos agrícolas (residuos de paja de maíz y pulpa de remolacha recogidos en la provincia de León) en moléculas precursoras.
Estas moléculas son después transformadas en polímeros por el grupo de la Universidad de Alcalá de Henares, gracias a su experiencia en polimerización catalítica. Finalmente, el grupo de Aimplas se encarga de la polimerización mediante extrusión reactiva, actividad en la que cuentan también con una dilatada experiencia.
García ha destacado que el sector agrícola tiene un gran peso en León, y por ello existen ventajas competitivas en el desarrollo de la bioeconomía, gracias a la disponibilidad de suelo, infraestructura y actividad agrícola y la existencia de amplios recursos biomásicos.
Además, León es la provincia española con mayor superficie cultivada de maíz (cerca de 65.000 hectáreas), lo que supone algo más del 50% de la producción en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y alrededor del 15% de la producción de todo el país.
Por otro lado, Castilla y León es la comunidad autónoma que produce más remolacha, alcanzando valores de producción en torno al 80% de la remolacha azucarera nacional y León es la segunda provincia con mayor producción nacional, con el 21% de la superficie de cultivo y el 20% de la producción total.
Esta producción agrícola da lugar a unas 20.000 toneladas anuales de paja de maíz y unas 40.000 toneladas de pulpa seca de remolacha, subproductos de especial relevancia desde el punto de vista de su escaso valor de mercado y el potencial aprovechamiento como materia prima en procesos de biorrefinería de segunda generación.