La inclusión, un derecho económico

«Un principio básico de inclusión financiera es que la disponibilidad de puntos de acceso al efectivo esté como mínimo alienada con la demanda que exista de este medio de pago». Porque hay una gran parte de la población para la que esta fórmula es vital, más allá del avance de la digitalización y los nuevos medios de pago. Por eso «existe un mayor grado de vulnerabilidad cuando los puntos de acceso al efectivo no se localizan en los lugares donde hay una mayor necesidad de uso de este medio de pago», señala el Banco de España.

De ahí la trascendencia de las características sociodemográficas de zonas, como León, más perjudicadas por esta forma de exclusión financiera. «Tanto la edad como el nivel de renta y estudios son determinantes para evaluar la demanda». Quienes tienen más edad, menos renta y estudios, usan el efectivo en mayor medida como medio de pago. Y son los que más están sufriendo la desaparición de los puntos de acceso».