Diario de León

Tribunales

Ingresará en un programa de educación sexual tras engañar a tres adolescentes

La sentencia también lo condena a casi cuatro años de prisión tras crear falsas personalidades para conseguir material porno de menores

La Guardia Civil realizó la investigación tras la denuncia inicial. DL

La Guardia Civil realizó la investigación tras la denuncia inicial. DL

León

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El Juzgado de lo Penal número 1 de León impuso una condena de casi cuatro años de prisión y la obligación de asistir a un curso de educación sexual para un joven que en el momento de los hechos tenía 27 años y creó falsas personalidades en redes sociales con el fin de conseguir material pornográfico de tres adolescentes de quince añoso una y catorce las otras dos, que fueron amenazadas de que si no accedían a sus pretensiones, las denunciaría. El recurso elevado a la Audiencia Provincial fue desestimado.

La sentencia declara probado que el autor de los hechos se hizo pasar por unas personas imaginarias, que a través de la red Tuenti, pedían amistad a la primera víctima manifestándole su deseo de quedar con ella. De esta forma, el acusado a través de Tuenti, WhatsApp y SMS, mantuvo conversaciones con la menor en las que los personajes ficticios la incitaban insistentemente a mantener relaciones sexuales con uno de ellos, advirtiéndole de que, de no acceder a ello, éste la denunciaría por haber contado a sus amistades que se acostaba con chicas menores y les pagaba dinero por ello, lo cual perturbó a la muchacha y acabó bloqueando los teléfonos.

Modus operandi
El condenado se hacía pasar por hasta tres personas diferentes para coaccionar a las jóvenes

Pasó el tiempo y el 26 de junio de 2.016, la adolescente recibió un nuevo mensaje del acusado en su papel imaginario de para que desbloquease los números porque le iba a llegar a casa la carta con la denuncia de uno de sus personajes ficticios reclamándole sesenta mil euros con la que le que habían asustado en su día y buscar el modo de evitarlo, para ello tenía que mandar fotos desnuda, videos realizando actos de sexo explícito ella sola y otros teniendo relaciones sexuales, convenciéndola de que lo mejor sería mantenerlas con el acusado, pues al menos le conocía personalmente, quien además se presentaba como su amigo aconsejándola que esa era la mejor solución y que le pagaría un dinero para frenar el juicio, ofreciéndose por su parte una de las personalidades ficticias a hablar con un tío suyo juez y mediar para que parase el procedimiento judicial y de este modo no tuviera que pagar su familia la cuantiosa indemnización.

Cuatro fotos

Así logró angustiar y desasosegar de tal manera a la joven que ésta en la madrugada del 27 de junio de 2.016 remitió al número de teléfono que usaba el inexistente personaje cuatro fotos, siendo una de ellas desnuda de cuerpo entero, otra enseñando el trasero con las piernas separadas y otras dos mostrando sus genitales, así como un video introduciéndose un dedo en la vagina, todo ello siguiendo las órdenes que le daba la persona ficticia.

También en el año 2.012, el acusado conoció a la segunda víctima, menor de edad entonces. Desde este momento, tras ganarse su confianza y siguiendo la misma estrategia que usó con la otra víctima a través de los mismos números de teléfono, contactó con ella en la red social Tuenti pidiéndole amistad haciéndose pasar por los personajes imaginarios

Vídeo pornográfico

Al poco tiempo empezó a pedirle que le mandase fotos desnudas y más adelante, en 2.014, que hiciese un video porno manteniendo relaciones sexuales con el propio sospechoso y se lo remitiese. El acusado insistió en sus exigencias durante los años siguientes a través de WhatsApp o SMS cuando los había bloqueado, consiguiendo que los desbloquease, no dejando pasar más de un mes entre sus comunicaciones, presionando a la segunda víctima con que si no accedía la demandaría por comentarios deshonrosos y amenazantes que ella supuestamente habría vertido contra él y que le impondrían por ello una multa de 500.000 euros. Una de sus identidades imaginarias, mientras tanto corroboraba a la segunda víctima lo manifestado, animando a la muchacha a hacer lo que éste le pidiera y que mantuviera las relaciones sexuales con él, ofreciéndose a mediar para evitar el juicio dado que tenía un tío juez. Toda esta situación generó a la menor ansiedad, temor y afectación en su estado de ánimo, que cesaron cuando, con la denuncia la Guardia Civil contactó con la segunda víctima. Para entonces, el acusado había logrado ya que la segunda menor remitiera una foto suya desnuda de cuerpo entero.

Presiones
A dos de ellas les dijo que tenía un tío juez que podía impedir que las juzgaran si accedían a sus deseos

El acusado en el año 2014 conoció a una tercera menor, de 14 años de edad, con la que inició una relación sentimental que duró dos meses. Tras la ruptura, empleó el mismo sistema que con las otras dos jóvenes para pedirle con insistencia que le enviase videos y fotos de contenido sexual, utilizando también Facebook para estas solicitudes. Cuando la madre de la tercera víctima le quitó el teléfono móvil a su hija, ya había enviado fotografías en las que se veía a una persona introduciéndose un dedo en la vagina, tocándose la zona genital y los pechos.

La sentencia condena al acusado a penas que suman casi cuatro años de prisión, le obliga a seguir un programa de educación sexual de año y medio y fija indemnizaciones por 6.000 euros.

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