«No vimos el cuchillo, si no no salimos tras él»

Junto al testimonio del acusado, su hijo y los policías que participaron en la investigación, el juicio contó ayer con el relato de la amiga de la fallecida que la acompañaba en el momento del crimen. Un suceso que se produjo cuando volvían «de tomar algo donde Manolo (el padre de los Quijano, quien regenta La Lola)» y una persona «salió de entre los coches, disfrazada», con «una chaqueta grande» que hacía que pareciera «un barrendero». «Pensé que era un chiquillo que nos conocía», que quería «hacernos una broma», porque «era cuando Halloween», relató la testigo, quien describió que primero la agarró a ella, que se zafó de un tirón, pese a que la arrancó un collar, y luego se fue hacia adelante contra Maite García, empujándola mucho, ante lo cual empezó «a darle patadas para que soltara». «Era pequeño. Pero bueno, pensé, se va a reír este mierda de nosotras», manifestó, separada por un biombo del acusado, sin poder verle. La amiga de la fallecida explicó que, tras arrancarle el bolso a Maite García, salieron detrás de el ladrón «ciegas a quitarle el bolso», sin darse cuenta de las puñaladas. «No habló nada, ni le vi el rostro», concedió la testigo, quien subrayó que tampoco vio el cuchillo. «Si no, no corro detrás de él», explicó.

En su persecución por la calle Lope de Vega, la testigo, que está en tratamiento psiquiátrico por las secuelas del suceso, informó de que se encontró «con unos amigos» que le dijeron que «parara» y le dejaron «un móvil para llamar a la policía». «Al volver atrás, cuando estaba hablando con la policía, vi que Maite estaba tirada en el suelo», afirmó ante las preguntas de la fiscal.

El juicio continúa hoy, a partir de las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial. Con el testimonio de los peritos de la policía científica y los forenses quedará visto para sentencia.