«León quedará fuera de juego sin una nueva línea ferroviaria entre León y Ponferrada»

El consejero de Fomento anuncia que las comisiones técnicas del Corredor Atlántico están paradas por la crisis y trabaja junto a Galicia y Asturias para que el proyecto no se muera: «Sería un lastre para el desarrollo económico de León», sentencia.

León arrastra falta de infraestructuras. ¿Hay algún plan específico y urgente de reindustralización para la provincia o tenemos que verla languidecer ante nuestros ojos?

—Lo primero que tengo que decir a Mar, que es una gran empresaria, es que no será por falta de infraestructuras de transportes. León es una provincia tejida por autovías, y también alguna autopista, y por tanto buenas infraestructuras. También un aeropuerto internacional… Son buenas y habrá que tratar de mejorar. En cuanto a la promoción industrial, hay que tratar de tener un matiz no derrotista, sin ocultar determinados determinados éxitos. Hay tenemos el polígono de Villadangos, con Mercadona… que se estudiando su ampliación con nuevas infraestructuras como una depuradora con un coste de un millón de euros. En el Bierzo está Forestalia, la ampliación de Tvitec, LM, que se ha potenciado. Lo importante es sumar y no será por apoyo económico de la Junta de Castilla y León. Estamos buscando de forma permanente, y el que conozca algún proyecto, que nos ponga en contacto, que le estaremos acompañando.

¿La Junta mantiene intactos los compromisos que tenía con las inversiones productivas antes del estado de alarma?

—Nuestra voluntad política es mantener todos los compromisos, especialmente los compromisos con León con una especial intensidad en el marco de la Mesa por León. El problema ahora es poder conjugarlo con la situación económica y presupuestaria que se abre ante un panorama aún incierto, en el que hemos incrementado enormemente los gastos para acometer esta pandemia y que va a suponer una merma de ingresos. Eso condiciona nuestro marco presupuestario.

Ya existían unos presupuestos...

—Teníamos unos presupuestos en marcha de 2020, donde se había incrementado la inversión. Por lo tanto, ahí se mide la intención de la Junta que ha tenido que paralizarse por las consecuencias de esta pandemia. Tenemos que esperar a ver cuáles son los compromisos de Europa con los Estados y con España, y el compromiso del Gobierno de España con las comunidades autónomas: si vamos a tener más fondos no reembolsables —no adelantos— para acometer estos gastos. ¿Va a haber un nuevo escenario de estabilidad en Europa, con una mayor capacidad de endeudamiento? Todas estas indefiniciones condicionan el marco presupuestario para acometer nuestra voluntad política que sigue estando intacta. Somos una Comunidad muy poco endeudada, está tres puntos por ciento menos del endeudamiento medio. Si tenemos capacidad de endeudamiento y fondos adicionales del Gobierno, ahí mantendremos nuestros compromisos hasta el final.

Esa capacidad de endeudamiento depende de la autorización del Estado...

—Depende de Europa

¿Se ha hablado con Europa para ampliar esa capacidad de endeudamiento?

—Es uno de los planteamientos que hay. Europa tiene dos vías de apoyar a los Estados en esto. La vía de arbitrar fondos nuevos, no préstamos. Europa habla de movilizar 1,6 billones de euros para distintas líneas de acción, entre ellos tiene identificados 500.000 millones para ertes de empresas, gastos sanitarios..., Entendemos que el compromiso europeo dentro de las diferencias que hay en la aceptación según los estados, y en el marco complicado del Brexit, que ha disminuido los ingresos de la UE, entendemos que se va a comprometer. Y espero que lo que llegue al Gobierno vaya a las comunidades autónomas, que somos los gestores directos de los servicios públicos y de la gestión sanitaria de esta pandemia. Y también somos los gestores de todos los compromisos económicos y sociales. Que nos lleguen a nosotros estos fondos.

En cuanto al marco de estabilidad que permita una senda de déficit distinta, pues probablemente tendrá que ser así. Ya en el Consejo de Política Fiscal y Económica de hace una semanas se abrió antes de esta crisis la senda a un poco más de endeudamiento, del 0% al 0,2% para las autonomías. Pero esto lo cambia todo y es necesario un nuevo marco de estabilidad europea donde se permita mayores cotas de endeudamiento y, por tanto, mayores cuotas de financiación para las comunidades autónomas.

¿Teme el consejero que Europa en este nuevo marco haga un recorte sustancial en la obra del Corredor Atlántico?

—Ahora mismo el Corredor Atlántico es una de las apuestas más importantes para el futuro de la actividad económica en Europa y desde luego en Castilla y León y en el noroeste de España, donde tres gobiernos siguen teniendo la conciencia de que la mejora de las infraestructuras de tren permitirá un nuevo desarrollo económico en nuestro territorio. Ahora mismo está parado parcialmente por Europa. La UE tenía una serie de iniciativas que ahora mismo con la crisis del coronavirus se han ralentizado o parado. Estamos trabajando en con la Comisión Europea. Pero las comisiones técnicas del corredor se han suspendido. Por tanto hay parte de la actividad de desarrollo del corredor que se ha suspendido. Y en cuanto los compromisos económicos, ciertamente Europa tiene tres ámbitos complicados desde el punto de vista de los fondos y de la capacidad de financiación para los estados. El Brexit, la crisis económica que se cierne sobre la zona euro, que requerirá implementar ayudas de apoyo económico y social y, por otro lado, la cobertura de los gastos de esta pandemia. Todo esto condicionará la capacidad económica de Europa para hacer otras cosas como las inversiones en el Corredor Atlántico.

¿Y qué importancia le dedica en estos momentos a la logística como motor de desarrollo económico de la provincia?

—Es fundamental. La provincia de León es una provincia rica, con muchas capacidades. A veces no suficientemente valoradas. Sin duda ninguna la capacidad logística es importante porque tiene una situación geográfica privilegiada. Es una situación en el corredor de la Plata, impresionante en el ramal Atlántico, la conexión Valladolid, Palencia, León, Astorga, Ponferrada hacia Galicia y de León hacia Asturias la posiciona como un nodo logístico de primera categoría. Ya estamos trabando con un Network Steell en Villadangos, donde ya hay una sociedad en la que forma parte el puerto de Gijón, por lo tanto ya estamos existiendo.

Concretamente, ¿dónde situaría los nodos logísticos en León? Villadangos, Torneros, el Bierzo, que siempre parece la hermana pobre, el enlace a Asturias por Pajares?

—Yo creo que lo que hay que decir es que aquí cabe todo lo que sea necesario para la demanda que se pueda plantear. Ahora mismo Villadangos del Páramo es una realidad, no es un proyecto. Las empresas que sinérgicamente se van a instalar por Network Steel son de interés para el puerto de Gijón, de hecho está participando en el ramal ferroviario para el polígono industrial de Villadangos. Eso es una realidad. En Ponferrada hay una plataforma logística donde la Junta ha invertido más de 3,5 millones que debe tener una oportunidad logística en el marco de la recepción y envío de mercancías de la parte industrial del Bierzo, que es importante y que cayó mucho con la crisis económica de 2007 pero que está renaciendo vía Forestalia y otras actividades industriales como Tevitec o LM. Allí habrá que pensar en esa capacidad que tiene el polígono logístico de Ponferrada, que ya tiene algún cargadero de tren para industrias como Roldán, y que por lo tanto hay que potenciar. Está el mapa del Corredor Atlántico y en el eje de los puertos gallegos, por lo tanto hay que ponerle en atención. Y luego Torneros el discurso de siempre. Torneros ha sido una infraestructura muy politizada, demasiado politizada, donde hay una verdad política aparente de confrontación y luego hay una verdad real que subyace, que es la verdad en la que la Junta ha trabajado no siendo la titular de esa infraestructura, porque es del Sepes, con todos los gobiernos, el actual y el anterior. Firmamos un convenio para hacer un estudio de oferta y demanda, otro un modelo de gestión por parte de la comunidad autónoma, y todo eso se ha puesto en manos de una comisión mixta y se está trabajando. Lo que sí planteamos es que sea una infraestructura logísticoferroviaria, que no quede todo en un mero polígono logístico de almacenamiento, que sería rebajar las expectativas de Torneros. Otra cosa es que en los estudios que haga el Gobierno haya demanda o no para este tipo de infraestructura. Es compleja, tiene mucho coste y Europa no va a ayudar en nada si no hay un proyecto de viabilidad económica y financiera.

¿La Junta prefiere una combinación de Villadangos con el área de Chozas antes que Torneros?

—La Junta quiere todo aquello que sea bueno para León. Todo aquello que sea real, viable y que tenga el impulso necesario. No se puede pedir que la Junta impulse Torneros que no es titular, pero sí es titular del polígono de Villadangos. Respondemos a una iniciativa empresarial que hemos promovido y amparado para sustituir aquel desastre de Vestas. Torneros, bienvenido sea. Debemos remar todos juntos al margen de cualquier enfrentamiento.

Hizo célebre aquella frase de que ‘los polígonos estaba llenos de cardos’.

—Hay que evitar que eso sea así.

Ahora mismo parece imposible lanzar una zona industrial sin iniciativa privada. ¿Qué tiene que hacer aún la administración para convencer de que León es un lugar atractivo para invertir desde el punto de vista logístico?

—Primero, que va a haber unas administraciones que apoyaran esa iniciativa empresarial. La iniciativa privada tiene que ver que León es un lugar donde las administraciones se implican. En segundo lugar tiene que ver que haya un suelo logístico e industrial equipado, con buenas comunicaciones... Es que León lo tiene. Tenemos un aeropuerto internacional a disposición de estas iniciativas. Tenemos la cercanía con Asturias y los puertos gallegos. Tenemos autovías. Nos falta un buen tren de mercancías que no tenemos, esa es la apuesta en el marco del Corredor Atlántico. El futuro de León está en cambiar la línea ferroviaria entre León y Ponferrada, que es lo que lastra la utilidad de León para los puertos gallegos y también la unión de los puertos gallegos con Europa. Debe cumplir con parámetros como velocidad, gálibos, inclinaciones y en seguridad. Esa es la gran inversión que tenemos que conseguir del Gobierno con apoyo de Europa. Porque el futuro pasa por el tráfico ferroviario combinado con el tráfico por carretera, el de aproximación. Quedaremos fuera de juego si la línea ferroviaria sigue así, con características ajenas a los intereses de las empresas.

¿Qué debe demandar la Junta al Gobierno para que no se extinga el tejido ferroviario industrial de León?

—León sigue manteniendo una posición ferroviaria importante. Afortunadamente, León conserva parte de la importancia ferroviaria que debemos reivindicar y mantener. Ese no es el problema, el problema ferroviario de León es la línea León-Ponferrada. Eso no solo lastra las mercancías, sino que el Bierzo tenga un tren para viajeros con la mínima dignidad. No se puede tardar lo que se tarda en ir de Ponferrada a León y viceversa.

¿Pero quién es el responsable de que esa línea haya quedado laminada?

—Responsables, todos. Primero, de alguien que eligió que el AVE entrara a Galicia por Zamora y no por León. Hay quien se la apunta al PSOE, hay quien se la apunta al Gobierno de Aznar, hay quien se la apunta a los dos... Cierto y verdad es que hoy esa oportunidad se perdió. Ya no es posible porque no es factible pretender ahora que el AVE tenga un trazado distinto al construido. Pero es que realmente tampoco pasa nada, lo que no podemos es perder la oportunidad de tener una línea ferroviaria decente. Y eso significa adecuada para mercancías y viajeros. No sólo supondría entrar en el club de excelencia logística ferroviaria del Eje Atlántico y de la intermodalidad ferroviaria, sino que supondría trenes de altas prestaciones para el tráfico de viajeros. Salamanca no tiene AVE pero tiene un tren de altas prestaciones

¿Qué proyectos de León que defendería Fomento en el Conecta Europa?

—El marco de 2021 a 2027 la lucha es ésta. La financiación para la mayor infraestructura que es el cambio y la modernización de la línea convencional León-Ponferrada. Ese es el objeto fundamental.

¿Que el AVE a Galicia acabara dirigido por Zamora perjudica el desarrollo logístico de León y el Bierzo en el Eje Atlántico?

—Yo creo que no. Para las mercancías lo que hace falta es una red adecuada y tendrá la posibilidad de un tren de altas prestaciones para viajeros. Y en eso nos vamos a centrar. No en pedir imposibles. No vamos a vender quimeras.

¿Qué opinión tiene sobre el proyecto de autovía León-Braganza?

—Si me pregunta mi opinión honesta sobre si es posible una autovía, diré que no. Si es posible mejorar el corredor de circulación entre León y Braganza, sí. En dos ámbitos. En el tramo León a La Bañeza y también en el corredor de La Bañeza a la A-52, a Camarzana de Tera, que tenemos un proyecto muy importante para llegar de manera cómoda, y después de Puebla Sanabria a Rionor. Estamos negociando con el Gobierno portugués para eliminar el cuello de botella. Vamos a hacer una variante internacional, sea un túnel o un puente, pero si me pregunta si se va a hacer esa autovía le digo que ni ahora ni nunca.

¿Y qué queda de las bonificaciones para el paso de camiones de la N-120 a la autopista León-Astorga?

—Lo que no podemos cometer es el error de las crisis de 2007, en la que las administraciones evitaron gastos y eso motivó que tardáramos diez años en salir; Aquella era una crisis financiera, esta tiene otra naturaleza, puede ser más profunda en algunos aspectos, por ejemplo en déficit y caída del PIB, pero no podemos caer en el error de parar la economía. La rueda de la economía no puede parar, tenemos que insuflar actividad. Los transportistas tendrán ese apoyo.

¿No sería el momento de quitar peajes?

—Hay que ser conscientes de lo que significa. Quitar un peaje implica que hay que pagar una estructura adelantada. Eso supone una cuantía económica importante. Dudo mucho que con la situación que se plantea haya una capacidad para rescatar peajes.

Se rescataron las radiales...

—Y hay un compromiso del Gobierno de levantar un peaje en Galicia. Nosotros no vamos a pedir mejor trato, pero sí un trato igual que otros territorios. Si vemos escenarios de rescate en territorios que llevaron al poder el Gobierno, no vamos a contemplar un trato diferente.

¿Qué hay de ello?

—Es un acuerdo a tres partes. La solución es desviar tráfico pesado y bonificar el paso de los camiones. Mejora el transporte y el tiempo. En el presupuesto de la Junta hay una partida para apoyar ese paso, según el convenio que aprobamos en su momento y que su cumplimiento es una pelota que está en el tejado del Gobierno de España; del anterior y del anterior. Nosotros estamos dispuestos. Cerca de 400.000 euros al año.

Hay ruido de fondo y debate para cobrar por el uso de las autovías. ¿Es partidario de que lo asuma el usuario o el sistema?

—Soy partidario de la sostenibilidad del sistema, de las infraestructuras. Habrá que buscar las herramientas necesarias para el mantenimiento adecuado; para que las autovías no estén como estuvo y está la León-Benavente. Hay que mantener y eso exige esfuerzo. Tiene dos opciones el Estado: o ralentiza las nuevas estructuras y dedica recursos a mantener o busca otras alternativas. En esos parámetros se tienen que mover las cosas. Que pague más el que más tiene y menos el que menos tiene.

Vivienda barata. ¿Tiene planes la Junta para hacerse con viviendas para que la gente pueda alquilar a bajo precio?

—Está el parque de alquiler de uso social, que se compone de dos mil viviendas, que está a disposición de personas en situación complicada, personas que no tienen recursos. O en situación extrema, por ejemplo mujeres víctimas de violencia de género. Es un alquiler simbólico. De treinta euros. La renta se condona a la mitad. Estamos en la línea de aumentar ese parque público, que tenemos intención de llegar a mil más. Luego está otro grupo, con ayudas al alquiler; empezamos hace cuatro años con 2,5 millones; ahora estamos en 18,5 millones. Eso permite que en las dos últimas convocatorias se llegue a veintitantas mil solicitudes al año; hablamos de personas que en un 80% de los casos ganan 8.500 euros al año o menos. Les pagamos el 40% anual de la renta nuestra voluntad es dar esas ayudas a todos los que la solicitan. Y el tercer grupo, nueva ayuda al alquiler para otras personas que tengan dificultades para pagar la renta.

¿Cómo se van a facilitar las ayudas a las comunidades de propietarios y si van a ser más sencillas? Tenemos la sensación de que las ayudades siempre se van a Valladolid o Burgos.

—Vamos a continuar con una nueva convocatoria que sacaremos no tardando. La tramitación es la mínima que exige las normas que publicitan este tipo de ayudas.

Uno de los nuevos decretos permite a los inquilinos de locales utilizar los dos meses de fianza y un año para devolverla. Lo hace el Gobierno pero ¿cómo lo va a regular la Junta?

-—Todo lo que sea necesario desde la Junta para que las cosas fluyan, y más si son de apoyo a las personas, nos van a tener de forma inmediata. Estamos preparando un decreto de medidas urgentes de simplificación administrativa para cambiar determinadas formas, modos y trámites, para que no sean freno a la actividad urgente. Me pondré en contacto con la Cámara de la Propiedad Urbana de León para ver las dificultades que ve en la tramitación de la Junta.