Diario de León

Los negocios suben otra vez la trapa

León vuelve a saborear un café

Hostelería, gimnasios y centros comerciales reabren de nuevo tras un mes de parón obligado

Julio Fernández, en el Vía Principalis de la Calle Ancha, volvió a disfrutar ayer de un café tras la reapertura. JESÚS F. SALVADORES

Julio Fernández, en el Vía Principalis de la Calle Ancha, volvió a disfrutar ayer de un café tras la reapertura. JESÚS F. SALVADORES

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Volvieron los cafés en la mesa del bar. Regresaron los pinchos de tortilla a media mañana con la lectura del periódico como acompañante. Pese al frío, retornaron las charlas con amigos en una terraza al amparo de una caña. León recuperó ayer todos esos hábitos —perdidos durante un mes— con la reapertura de la hostelería, los centros comerciales y los gimnasios tras bajar la presión de la pandemia.

Sin embargo, esa vuelta a la actividad la hicieron con un ritmo desigual. La hostelería acusa todas las restricciones que ha traído el virus y sigue con el freno echado. A media mañana se notaba que el movimiento estaba lejos del normal. «Esperaba bastante más gente esa es la verdad», comentó decepcionada Lola Dzinic, camarera del Vía Principalis, un bar de la Calle Ancha cercano a la catedral. «Supongo que mejorará y sobre todo el fin de semana, pero de momento menos afluencia de lo que creíamos». Sentado en una mesa de su local, Julio Fernández, se toma con calma un café. «Tenía muchísimas ganas», reconoce abiertamente.

Colas en Espacio León
La apertura de Primark provoca una sacudida en el centro comercial con mucha afluencia

Al final de esta gran arteria comercial, José Manuel Rodríguez, responsable de la Cafetería Victoria, coincide en el dibujo de la nueva realidad. «Flojita, la mañana ha estado bastante floja». Y apunta una posible causa. «Por mucho que se abran los bares y cafeterías la gente tiene que volver a recuperar el concepto de volver a salir. En buena manera se ha perdido el hábito de estar en el bar, sobre todo por los cierres que hemos sufrido pero también por el miedo al contagio. Hay miedo y se nota».

De todas formas, espera que la musculatura hostelera vaya cogiendo tono a medida que transcurra el fin de semana. «Confiamos en que nos ayude este largo puente de diciembre», aseveró para expresar el deseo de todo el sector hostelero leonés.

Ángel García, reabasteciendo a los bares de la Calle Ancha. JESÚS

Mientras habla, acodado en la pequeña barra al lado de las grandes cristaleras de su establecimiento, Marcelino Llamazares, lee el periódico. «Es una costumbre que tengo desde hace muchos años y siempre en esta cafetería. Llego, cojo el periódico y no tengo ni que pedir el café, me lo sirven ya directamente».

Notable actividad en Primark en su primer día. JESÚS F. SALVADORES

Del otro lado de la balanza, las primeras impresiones de los gimnasios y de los centros comerciales eran más animosas. Especialmente en Espacio León que ayer notó de forma espectacular la apertura de Primark, para ocupar el hueco que dejó Zara tras su marcha a Ordoño.

Desde primera hora de la mañana y bajo estrictas medidas de seguridad, una larga cola se arracimaba a sus puertas. Con el control del aforo obligatorio en esta nueva normalidad, unas 300 personas entraban cada hora en el establecimiento, apuntó Carlos Ignacio, director general para España de esta cadena.

Gimnasios activos
Notable asistencia en el primer día para volver a apuntarse o recuperar la forma a marchas forzadas

María Jesús Rodríguez, responsable de marketing de esta superficie comercial, valoraba el tirón que había tenido la apertura de Primark en la vuelta a la actividad al cien por cien. «Todos confiamos en recuperarnos poco a poco. No pudimos aprovechar el Black Friday pero confiamos en que las cosas mejoren con este puente y especialmente con la campaña de Navidad».

Dos mujeres toman un café en Ponferrada. ANA F. BARREDO

María G. Llamas y Olaya Pérez Durán, encargadas de la tienda de lencería Intimissimi en Espacio León, también retornaron a la actividad tras el mes de parón. «Ha estado bastante bien. Nos han venido nuestras clientas de siempre y se nota que la gente tiene ganas de comprar ya los regalos navideños».

El gimnasio Victoria, aunque mantuvo el tipo durante el cierre manteniendo una actividad reducida en su amplia terraza al aire libre, notó ayer como sus clientes volvían en buen número a las bicis estáticas y aparatos. «Ha venido bastante gente a darse de alta», comenta su propietario, Óscar Fernández, al tiempo que significó su apoyo a las reivindicaciones de la hostelería: «Si nos cierran que nos paguen» y recalcó que los gimnasios ayudan en las crisis sanitarias. «Por eso no entendemos su cierre».

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