Los leoneses que viven de las rentas pierden propiedades en el último lustro

El común de los leoneses se conforma —o sólo puede— tener una propiedad. Sin embargo, aún resisten multipropietarios, aquellos que cuentan en su haber con muchos bienes y los que más, los que poseen más de medio centenar en un entorno urbano, son actualmente en la provincia 196, cuando hace tan sólo cinco años rozaban los 225. Una cifra, que pese a todo, ha ido descendiendo en el último lustro como reflejan las estadísticas de la Dirección General de Catastro, que también hace una apartado para aquellos que tienen en su haber entre 26 y 50 bienes, todos ellos de carácter urbano, de los que ya quedan 415, frente a los 431 de 2015.

El censo de León está actualmente en torno a los 460.000 habitantes. De estos, 199.749 sólo tienen una propiedad en terreno de carácter urbano, ya sea en las ciudades o en los pueblos. Pero son muchos los que aún pueden vivir, como se dice coloquialmente, de las rentas. Aunque el grueso de los leoneses sólo tiene un piso o una casa, otros 105.000 cuentan con dos, viviendas. Muchos de ellos, los que aún conservan la casa del pueblo, en la que crecieron sus padres o abuelos. Todo ello, a pesar de que cada vez son más los que intentan deshacerse de estos recuerdos «porque se quiere vender media provincia, pero nadie quiere comprar, los pueblos se vacían», explica la secretaria del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de León, Begoña Llorente. A todo ello se suma el alto coste de rehabilitar estas viviendas antiguas y los gastos anuales que conllevan con los consiguientes impuestos y tasas y su mantenimiento.

Tras este grueso de leoneses que cuentan con una o dos propiedades, el número se reduce a la mitad en cuanto van creciendo los inmuebles. Así, son 52.578 los que tienen tiene tres y 30.318 los que tienen los títulos de propiedad de cuatro. A pesar de que el número de multipropietarios se vuelve a reducir a la mitad si se pasa de los que tienen cuatro a los que tienen cinco.

EL PRECIO DEL MERCADO

Las familias propietarias de grandes conglomerados inmobiliarios van repartiendo sus herencias con lo que se va reduciendo el número de aquellos que cuentan con muchas propiedades, principalmente más de 50. Llorente recuerda que también hay dueños de pisos o casa que, a pesar de tener la propiedad en León viven fuera y que en muchos casos no pueden deshacerse de ellas por el alto precio que les ponen, teniendo como referencia la ciudad en la que ellos residen. «Hay mucha gente que quiere vender y poca que quiere comprar», explica la secretaria de los agentes de la propiedad Inmobiliaria para añadir: «Los precios que se quieren poner en León son muy altos, porque aquí no son aplicables las cifras de otras ciudades; en León ha bajado mucho y se ponen valores por encima de la media».

A esta situación Llorente añade que cada vez son más los que vienen de fuera y que por trabajo van a estar una temporada en León y apuestan sólo por alquilar. Antes, eran muchos los que aprovechaban esas estancias para invertir a la espera de que se revalorizara el precio de las viviendas, pero ahora, tras la crisis, estas apuestas cada vez son menores.

En el caso de los bienes rústicos, sí han aumentado aquellos que cuentan con más de 50 bienes, que en los últimos cinco años han pasado de los 7.611 a los 7.817 de 2018, que son los últimos datos actualizados de las estadísticas de Catastro.