Diario de León

Los Reyes Magos dejan su estela en León

Sus Majestades acampan en casa de Papá Noel

La intensa nevada que acompañó a la provincia deja postales más típicas de los tópicos de Nochebuena; el alcalde de la capital impone la Medalla de León a los monarcas y pide «salud para los niños de estas tierras»

Luz y colorido marcaron algunos de los grupos. RAMIRO

Luz y colorido marcaron algunos de los grupos. RAMIRO

León

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Acostumbrados a las benignas temperaturas de Oriente pero advertidos de lo que ya ocurriera en años anteriores, a los Reyes Magos le habían advertido de los rigores invernales que acompañan al León más tradicional. Y ocurrió así que se encontraron con una estampa más típica de Laponia que del sur de Europa, en la zona que limita con el norte de Castilla.

Papá Noel hubiera estado en su salsa. Cuando a media mañana los portadores del oro, incienso y mirra que viajaban por el camino que lleva a Belén se apearon del AVE con procedencia Oriente que anunció la megafonía de la estación de León, la nieve caía en forma de trapos.

Así, mezclados con la multitud, Melchor, Gaspar y Baltasar se dieron a la foto como si no hubiera mañana para los progenitores. El alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, la concejala de Cultura, Evelia Fernández y numeroso personal municipal se unieron al saludo a la comitiva, que enfiló camino a los Rolls & Royce negros aparcados a la puerta de la estación.

El coro del Mercado

Ya en San Marcelo, el grupo fue recibido por un coro de voces, guitarras y cajas acústicas dados al arte del villancico. Ya vienen los Reyes Magos , sonó en directo, para alegría de la concurrencia y gloria del Coro de la Asociación Juvenil de Nuestra Señora del Mercado. Da gusto escuchar sus sones. «Aparte de que llegáis a una ciudad histórica y muy bonita, venís hoy a León que tiene la alegría y la ilusión de recibiros y estoy seguro de que les vais a traer muchos regalos», dijo el alcalde, que para esa hora también contaba en el salón de plenos con Marta Mejía y Aurora Baza, concejalas de la oposición.

Más que una carta, un libro

«Tenemos muchos deseos, yo más que una carta os traería un libro», señaló el regidor. «El primer deseo y más importante es que 2022 venga con mucha salud para todos los leoneses. Queremos que nuestros niños y nuestros mayores disfruten de ella. Lo merecen todo, no se les puede decir que no a nada», expuso el alcalde.

«Por eso queremos retomar nuestra vida como la conocíamos y expresaros nuestros mejores deseos para la ciudad».

Con fondo, pidió el regidor «que podamos seguir siendo una ciudad que avanza, que tengamos futuro, que los niños y los que no lo son tanto, puedan seguir viviendo en esta ciudad», propuso el primero de los leoneses.

Las compañías amenizaron la marcha. RAMIRO

Para variar la norma, León regaló a los monarcas y no viceversa. Les impuso la medalla de la ciudad a los tres y abrió turno a una ronda interminable de fotografías que pasarán a la memoria.

Por la tarde tocó turno a la cabalgata. La comitiva la abrió una suerte de grupo de guirrios y zafarrones en versión moderna, con tantos decibelios como giros en los movimientos. Pirotecnia e iluminación hicieron abrir boca a la asistencia, que guardaba escrupulosamente los dos metros de distancia: con los vecinos de al lado no, con los de la acera de en frente.

Una carroza multicolor y los tradicionales dumis figurados siguieron en el cortejo. El tren de carbón azul, repleto de pajes más propios de Carnaval que de Reyes antecedió (estos guardaban la distancia de seguridad cuatro veces con el siguiente grupo) a los personajes de hielo, calzados con zancudos.

Un cisne mitológico en rosa, morado y plata antecedió a los duendes patinadores, escoltados por el imponente camión Magirus de los bomberos, con su placa de 1963 en la puerta. Para esas horas de la tarde, ya no había luz, solo síntomas de hipotermia en los dedos.

Luz y colorido marcaron algunos de los grupos . RAMIRO

Dos globos gigantescos en morado y naranja precedieron la irrupción especialmente celebrada del Rey Melchor. Tuvo vítores y peticiones varias, unas más piadosas que otras, menos reproducibles. Gaspar eligió Jingle Bells para hacerse acompañar en la parte inicial de su particular procesión, arropado por media pirámide poblacional infantil de la ciudad. Y a Baltasar le tocó el cierre con Los ‘peses’ en el río en versión muy percusionada y la escolta de Protección Civil. El autobús de la línea 14 y su frontal deseo de felices fiestas cerraron la marcha. Fue momento de empezar con los preparativos de la última cena entrañable del año (la de la víspera de San Juan tiene otras connotaciones y la de Jueves Santo comporta restricciones en el menú que pueden hacerla apetitosa para los paladares pero en otro sentido).

Los más pequeños, a la espera. RAMIRO

Muy nutrida la presencia de público en la explanada de la Junta de Castilla y León, muy entusiasta en Gran Vía de San Marcos, más abierta al aire libre la de la Plaza de la Inmaculada, Santo Domingo ganó en esplendor y para el cierre quedaron la Calle Ordoño II y la glorieta de Guzmán el Bueno. El recorrido finalizó en la avenida Ingeniero Sáenz de Miera, junto al Parque los Bomberos. A esas alturas de la noche, ya podían más las ganas de buscar la cama que los nervios inherentes a la jornada.

También los atascos

No figuraban en el programa, pero tampoco faltaron a su cita los atascos de tráfico, qué endulzaron para los padres de los pequeños el post desfile. En esas cosas y en esos casos, León sí se parece a Madrid. Delicioso.

El lunes es tiempo de vuelta al colegio. Antes queda la mañana de hoy para disfrutar de esas caritas que el tiempo no borra y que la vida curte. Una lástima que crezcan...

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