Mañueco cierra la puerta a la reforma del Estatuto que crearía la autonomía leonesa

Dos reuniones con hasta tres comparecencias individuales

Hubo dos reuniones bilaterales, como sucede en estas visitas, y tres comparecencias por separado. Mañueco empezó por el Ayuntamiento, donde Diez hizo después su balance en solitario cuando el presidente de la Junta ya se había ido a la Diputación. Al salir, el charro se fue a la delegación territorial de la Junta para reunirse con los jefes de servicio y habló desde allí sobre sus impresiones. Morán cerró las intervenciones en el Palacio de los Guzmanes.

 

Por si había duda, el presidente de la Junta cerró ayer la puerta para la configuración de la comunidad de la Región Leonesa por la vía de la reforma del Estatuto de autonomía de Castilla y León. La visita de Alfonso Fernández Mañueco a la capital leonesa dejó claro que no atenderá la creación de ninguna mesa para estudiar el camino de la segregación, como la que propugna el alcalde de León, puesto que cree «en el diálogo, en el entendimiento y espíritu de colaboración, pero para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos». «No para poner cortinas de humo que sean quimeras imposibles», señaló el mandatario autonómico, quien recalcó que «la aventura territorial» iniciada con la moción del Ayuntamiento de León, que suma ya otros 10 consistorios y ha desembocado en las presiones y amenazas de los aparatos de PP y PSOE a sus concejales en los pueblos para que la rechacen, es «inoportuna».

El adjetivo lo asumió en buena parte el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, quien resolvió que «no es el momento, ni se dan las circunstancias», dentro de la línea marcada por las direcciones provincial, autonómica y federal, asentó que para «resolver el agravio que se ha producido durante tantos años con esta provincia sólo puede hacerse trabajando juntas todas las administraciones».

El análisis de Morán lo cogió Fernández Mañueco por las hojas para defender que «muchas de las cosas perniciosas» que ha sufrido León «nada han tenido que ver con la comunidad, como el cierre de las minas o de las térmicas» y las «infraestructuras que han sido retrasadas». «No han sido de la Junta», aclaró el presidente del gobierno autonómico para mover el foco del debate sin que afectara a la «historia de éxito» que ha vendido en los últimos días como resumen del desarrollo de la comunidad de Castilla y León. Sin desaprovechar la oportunidad para la apostilla, el líder del PP reincidió en el argumento de vincular la reivindicación leonesa con un momento, marcado por la crisis de Cataluña, en el que «España necesita certidumbre». «La primera línea del himno dice que sin León no hubiera España y esta aventura sería inoportuna», repitió el dirigente popular, quien se centró en pintar «el reto demográfico» y «la creación de empleo» como bases «fundamentales para la creación de oportunidades» que acaben con «la desafección» que sufre la Región Leonesa con respecto al marco territorial dado.

Frente a los constitucionalistas que hablan de los caminos abiertos por los artículos 2 y 143 de la Carta Magna como vías para la creación de la autonomía leonesa, Fernández Mañueco se agarró a «los profesionales del Derecho que dicen que habría que reformar la Constitución» para lograrlo. «En los momentos actuales es profundamente pernicioso para nuestro país», reseñó, antes de dictaminar que «no hay ámbito, ni margen para modificación de ninguna comunidad autónoma». «Apostamos por tender puentes, entendernos, y ser colaboradores. Tenemos que trabajar para solucionar problemas y no para crearlos», zanjó

HORA Y MEDIA EN SAN MARCELO

La postura fue firme pese a que, en el primer encuentro de la mañana de ayer, Diez le había insistido en que la creación de la comunidad podía partir desde «la modificación del Estatuto de Autonomía», en el que además existe la referencia a «las dos regiones o reinos». Este apunte «habría que llevarlo a su parte dispositiva y hacer una diferenciación clara», con el objetivo de lograr «una vía en la que hay que trabajar para tener más capacidad de autogobierno y decisión».

 

El alcalde trasladó que el debate apenas llevó «algunos minutos» del encuentro mantenido ayer, marcado por «la lealtad institucional». «No comparte gran parte de los argumentos, ni siquiera en lo que se refiere al empobrecimiento porque lo atribuye a otras administraciones. Yo discrepo porque creo que las decisiones de la Junta han tenido un grave perjuicio», explicó el regidor, quien abundó en que «no se va a paliar el déficit con cuatro medidas y un presupuesto» y que no se soluciona con exigencias de proyectos ya comprometidos», sino que «necesitaría mucho tiempo, inversiones y decisiones encaminadas a acabar con la discriminación que ha sufrido este territorio».

Pese a la respuesta de Mañueco, Diez apuntó que hay que seguir el proceso «con calma y sosiego». «Él en su posición y nosotros en la nuestra», resumió el alcalde, quien incidió en que «hay que dar los pasos firmes para no volver atrás». Dentro de este camino, el regidor confirmó que asistirá a la manifestación que anunció el lunes la UPL y admitió que «lo lógico» es que los leonesistas presenten la moción en la Diputación «una vez explorados los municipios». «Lo que pase allí no depende de mí. Cada uno debe votar en función de su conciencia. No soy quién para dar directrices de voto», concedió.

UNA HORA EN LA DIPUTACIÓN

Cuando llegue allí, el PSOE «la debatirá como hace con todas las mociones», como señaló el presidente de la Diputación. Aunque empezó por asentar que su postura estaba «clara», el berciano evitó hasta en cuatro ocasiones definir cuál será el sentido de su voto. «En mi equipo de gobierno, en el que hay 12 compañeros del PSOE y uno de la UPL, hay mucho debate. Hacemos varias reuniones de grupo, representamos a distintas zonas de la provincia y no todos pensamos igual. Eso es bueno y enriquecedor», describió Morán, quien expuso que nadie le ha llamado para darle «una pauta concreta» y señaló que sus diputados «siempre tienen libertad de voto», aunque admitió que ha «escuchado al partido a nivel federal y autonómico decir que no era un debate, ni planteamiento de programa electoral y que, por tanto, ahora mismo» tienen que centrarse «en otras cosas».

Enrocado en que «por ahora» no pierde «un minuto en este asunto», Morán recalcó que «no es el momento ni se dan las circunstancias». «Esta provincia ha sido agraviada durante muchos años y hasta ahora nadie ha dicho nada. Todos tenemos sentimientos como leoneses, como bercianos y hasta podría decir como ciudadano de Camponaraya. Este debate me parece que no es el prioritario en estos momentos. Tenemos que trabajar mucho y rápido para que los proyectos den el fruto adecuado y que esas diferencias que venimos observando y sufriendo los leoneses no sean de tanto agravio o no estemos como estamos», solventó.