Diario de León

Tribunales

La Mari no quiere que los perjudicados saquen tajada

Su defensa estima que hay casos en los que se inflan las cantidades

León

Creado:

Actualizado:

La representación procesal de la acusada por la estafa piramidal en Caja España, que desde el lunes pasado se juzga en la Audiencia Provincial, trató de demostrar que no todas las cantidades que reclaman los perjudicados fueron entregadas realmente a la principal sospechosa, que se enfrenta a una pena de siete años y medio de prisión, por un delito de estafa y dos años y medio por falsedad documental. El volumen de las operaciones se acerca a los 6,5 millones de euros, según el Ministerio Fiscal. Juan Carlos Zataraín, letrado del matrimonio y del hijo investigados, dirigió sus interrogatorios de la tercera sesión del juicio hacia la tesis de que el montante real es bastante menor y aprecia que hay quien pretende conseguir beneficio añadido por la vía de la responsabilidad civil subsidiaria.

«Según usted», preguntó el letrado al primer perjudicado «invirtió 2.000 euros a través de una tarjeta de crédito, pero en sus movimientos de los días posteriores hay una amortización por un importe similar...», inquirió. «Lo pagué con mi nómina, trabajaba en una tienda de ropa», repuso el cuestionado. «Entonces ¿usted no vivía, no comía, no vestía, no salía?».

Medios oficiales

Chóferes de la Caja llevaban a la acusada a recoger las entregas, según su letrado

El quid de la cuestión radica en que en muchas de las entregas a cuenta para inversiones en los falsos fondos de Caja España, los inversores no recibían justificante, por su condición de familiares o amigos. Hubo incluso quien no estuvo siquiera en la operación. Le entregaron a la procesada la cartilla bancaria y ella hizo el resto. Chóferes de la entidad financiera transportaban a la sospechosa para recoger el dinero a veces.

«Yo era ya cliente de la Caja y si llego a saber que esto era irregular, no hubiera pasado lo que he pasado y lo que estoy pasando», aseguró otro. «Se ha valido de su puesto y de la familia para engañarnos», protestó un tío de la investigada. «Me da vergüenza estar aquí hoy».

«¿Y no le pareció raro que por una inversión de 12.000 euros le prometieran unos intereses de 3.000 euros?», preguntó el letrado de la entidad financiera.

«No», contestó el interpelado.

tracking