Los meses de confinamiento y la bajada de vehículos en la calle le restan a la ORA 1,1 M€

La ORA se nutre del movimiento de los vehículos en las vías públicas. Sin coches en rotación, que optan por aparcar en las calles con estacionamientos definidos sobre el asfalto en colores azul o naranja, la recaudación de los parquímetros se resiente. Más si cabe cuando durante once semanas: desde el 16 de marzo hasta el 1 de junio, la fase más restrictiva de la primera ola, se optó por suspender el servicio por completo. Como resultado, el virus ha dejado una merma en la caja de más de 1,1 millones de euros. No se ha llegado a los 3,8 millones del 2019, marcado como récord de recaudación, aunque se ha logrado cerrar con una cifra de 2.754.677,77 euros.

La reducción no evita para que los beneficios se queden 584.755,71 euros: 333.310,75 euros para el Ayuntamiento de León, que cuenta con el 57% del accionariado, y 251.444,95 euros para Empark, el socio privado de la sociedad mixta, que además percibe otros 190.689,37 euros del canon concesional. El reparto dentro del régimen de sociedad anónima hace que el consistorio deje de percibir no sólo los 442.134,2 euros que se lleva la mercantil, sino también los 194.918,57 euros del impuesto de sociedades que no tendría que abonar de municipalizarse el servicio; una cifra total de recursos perdidos que, en los años de mayor recaudación, ha alcanzado el millón de euros, pero que no se tiene intención de cambiar por los posibles efectos jurídicos de la ruptura del contrato de concesión, que vence en 2026.

Pese a este nivel de beneficios, sustentado en unos gastos de apenas 1,9 millones de euros, de los cuales 1,1 millones son de nóminas, la sociedad mixta anota la bajada de los ingresos como desfase en las previsiones marcadas a principio del ejercicio, en las que se contaba con superar los 3,85 millones de euros de ingresos y los 1,1 millones de beneficio neto. El efecto viene no sólo de las once semanas de parón. La estadística ofrecida en el último consejo de administración de Eulsa muestra que la ocupación de las plazas de estacionamiento ha bajado hasta 15 puntos porcentuales con respecto al año anterior.

Salvo estas últimas semanas de Navidad, en las que se ha llegado a superar el 96%, la gráfica reseña el comportamiento atenuado por los efectos de la crisis desde el restablecimiento del servicio, el 1 de junio, que presentó una ocupación de apenas el 55,48% de las plazas. A partir de ahí, durante el verano se elevó la tendencia hasta alcanzar un porcentaje del 87%. La cifra se vio frenada de nuevo el 7 de octubre, cuando se limitó de nuevo la movilidad hasta decretar incluso el cierre de la hostelería, lo que provocó el descenso hasta el 77%.

La incidencia de todos estos factores hizo que en noviembre la recaudación diaria se quedara en 14.032 euros —11.993,32 euros de la zona azul y 2.036,46 euros de la naranja— muy por debajo de los 16.816,46 euros del mismo mes del año anterior. Pese a esta situación, en este mes se impusieron más sanciones por no poner o rebasar el ticket de estacionamiento: 8.531 frente a las 8.500 de la mensualidad del ejercicio 2019. Sí que se mantiene el porcentaje de anulación en los parquímetros, cercano al 84%, lo que supone un beneficio mayor para la sociedad, dado que las sanciones que no se cancelan en el día entrar en el sistema de notificaciones de la Policía Local y se recaudan ya de manera directa por el Ayuntamiento.

El análisis de la bajada deja como apunte casi anecdótico las dos horas de gratuidad de los sábados. La medida fue adoptada después de que lo solicitaran los grupos de la oposición municipal: PP, Ciudadanos y UPL. Aunque su incidencia se ha quedado en uso sitúa en un 36% de los usuarios. Entre los factores de esta escasa utilización, más allá del conocimiento por parte de los ciudadanos, está su beneficio tan sólo para los resguardos que se sacan en los parquímetros. Fuera queda el abono mediante las aplicaciones para teléfonos móviles, que suman el 59,5%, ni los que se hacen con tarjeta, limitados al 4,4%.