«Esta ni es transición, ni es justa»

—La cuencas tienen una problema acuciante. El Gobierno lleva ahora a Bruselas su queja por el reparto del Fondo de Transición Justa, ¿cree que hay marcha atrás en la cantidad que se ha adjudicado a España?

—Ahora partimos de un elemento que dificulta la negociación en Europa: los países reclaman fondos para cerrar sus minas, pero nosotros ya las hemos cerrado. Hemos conseguido que no nos excluyan del reparto, pero el resto de los países tienen una fortaleza en la negociación y España está en situación de debilidad. Fue un error no esperar al ritmo de los demás a la hora de decidir cerrar las minas, teníamos más margen. Asignar a España menos del 45% de los recursos europeos es profundamente injusto, pero hay que negociar con firmeza para exigir la misma financiación que si tuviéramos las minas abiertas. Los recursos que nos han asignado son enormemente insuficientes.

—Las cuencas viven las consecuencias de la desaparición de la actividad minera y térmica sin alternativa, y ahora están doblemente penalizadas por no tener esa actividad. ¿Es esta una transición justa?

—Ni es transición ni es justa. Para ser transición exigiría un período suficiente de adaptación que aquí no se ha dado, las minas se cerraron en 2018 y ahora comienzan a abrirse expectativas sobre los fondos de transición. Y no es justo porque las cuencas se ven desprotegidas por una decisión acelerada, que además viene acompañada del cierre de las centrales térmicas, a la que también nos opusimos. El Gobierno aceleró más que ningún otro de la UE el cierre, otros países sí han apostado por un calendario de transición.

—¿Qué ha quedado del Plan de Dinamización de las Cuencas de la Junta?

—Sigue ejecutándose y teniendo impacto en las inversiones, ayudas a las empresas y a los ayuntamientos en la contratación de los trabajadores. A partir de 2021 pondremos en marcha un nuevo plan que pretende unir la colaboración de todas las administraciones, desde los ayuntamientos y la Diputación al Consejo Comarcal del Bierzo, la Junta y el Gobierno. Un esfuerzo conjunto que debe volcarse ya en la reconversión integral de las cuencas y la búsqueda de nuevas oportunidades, poniendo todos los recursos necesarios.

—La comisión de investigación de las ayudas mineras pide que se investigue también la actuación de la Junta con esos fondos, ¿saldrá adelante?

—Esa es la tarea que hay encima de la mesa. Lo principal ahora es pensar en el futuro, no sólo con más recursos, sino con más exigencias que las que hemos tenido durante más de 20 años.