Diario de León

Las fronteras del covid

La nieve aleja León de Asturias

Desde el Principado no se puede llegar a Pajares porque la carretera de acceso pertenece a la provincia. Tampoco se les permite esquiar en San Isidro por los limites perimetrales

León

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La lluvia de los últimos días descubrió de nieve la estación invernal de Pajares, huérfana también de asturianos por culpa de los confinamientos perimetrales que han cerrado las fronteras hasta que remita la pandemia. Nadie del Principado puede esquiar de momento. Tampoco en San Isidro, el único enclave de España que tiene los remontes en funcionamiento a pesar de que la Unión Europea recomendó retrasar la apertura de la temporada mientras la covid siga activa.

Por las instalaciones dependientes de la Diputación han pasado a lo largo del fin de semana 2.517 usuarios para deslizarse por los diez kilómetros de pistas que han llegado a estar abiertos, aunque el viento y las condiciones adversas complicaron la jornada. No hubo más incidentes y el protocolo de seguridad para evitar aglomeraciones que propaguen el virus funcionó perfectamente, tal y como reseñan desde la propia estación, que destacó, en un comunicado, «la responsabilidad individual de los esquiadores a la hora de cumplir las directrices marcadas por las autoridades sanitarias».

Cerrada

Pajares, con muy poca nieve por la lluvia, estará cerrada hasta que el virus reduzca su incidencia

Lo agradecieron los hosteleros y el resto de negocios que dependen de la campaña de esquí para mantenerse a flote. Lo saben bien en Pajares, que, con el veto a los asturianos, ven reducida notablemente la nómina de visitantes. Aunque la estación pertenece a la comunidad vecina, para acceder a ella hay que adentrarse en la provincia de León.

Afecta también a los establecimientos de turismo rural y al resto de actividades que surgen en el entorno. Son apenas dos kilómetros de recorrido, pero con la normativa en la mano están vetados para los vecinos. Por eso el alcalde del concejo asturiano de Aller, Juan Carlos Iglesias, ha pedido algo de manga ancha en este sentido para que los esquiadores asturianos también pueden acudir a las pistas cuando el Gobierno que preside Adrián Barbón decida inaugurar la temporada.

Impacto

Los negocios de la zona reclaman que se flexibilicen las medidas para permitir la entrada

En Asturias han optado por la cautela y, aunque la nieve hubiera aguantado, Pajares seguirá cerrada hasta que la pandemia dé una verdadera tregua, lo que deja en una situación muy complicada a los hosteleros de la zona que, tras perder buena parte de la primavera y el verano, confiaban en que el manto blanco les diera un respiro.

Desde el Principado consideran —tal y como recoge La Nueva España— que «los actuales datos de incidencia del coronavirus aún son demasiado elevados, por lo que se fijará la fecha de inicio de la campaña de esquí cuando la crisis provocada por la covid evolucione hacia una situación más favorable que permita poner en marcha las estaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno en condiciones sanitarias adecuadas», esgrimieron.

Para tomar esta decisión tuvieron en cuenta que «las estaciones de esquí son equipamientos al aire libre y que la práctica deportiva es un hábito saludable», sin embargo pesó más que el «esquí trasciende esta condición para concentrar en torno a sus instalaciones actividades recreativas, lúdicas y sociales».

No hay ninguna fecha para abrirla. Tampoco para que los asturianos esquíen en San Isidro. De momento las limitaciones permanecerán activas hasta el próximo 10 de enero, cuando en principio también empezará a administrarse la vacuna entre el personal sanitario y las residencias.

Mientras tanto, Riopinos, Cebolledo o Requejines continuarán como la excepción que confirma la regla. Por ahora solo se pueden practicar los deportes de invierno en esta estación de la Cordillera Cantábrica, la única que estuvo en funcionamiento el último fin de semana.

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