Diario de León

Tribunales

Un nonagenario denuncia por la vía penal a Bankia tras perder 700.000 euros

Acusa a la sucursal de violación criminal del depósito de acciones

Cesáreo Jurado, en su domicilio en una imagen tomada estos días. MARCIANO PÉREZ

Cesáreo Jurado, en su domicilio en una imagen tomada estos días. MARCIANO PÉREZ

León

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Cesáreo Jurado, un nonagenario leonés, ha denunciado por la vía penal a la directora de la sucursal de Bankia en Ordoño II, al empleado de confianza que le atendía habitualmente y a la entidad bancaria por lo que considera una supuesta violación criminal del depósito mercantil de acciones, que le llevó a perder 700.000 euros en diferentes transacciones realizadas en los últimos años: «Eran los ahorros de toda mi vida», aseguró a este periódico.

La entidad bancaria asegura que desconoce los motivos que han llevado a su cliente a emprender acciones legales, afirma que el trato que ha recibido ha sido siempre el adecuado y desconocía la existencia de la demanda en el momento de ser consultada por este medio.

El afectado está siendo tratado de fibrosis pulmonar, cardiopatías, hipertrofia prostática e incontinencia de orina. También está ciego del ojo derecho y tiene una grave pérdida de visión en el izquierdo a causa de un glaucoma, y para actuar, está siempre uncido por su nariz a un aparato que le suministra oxígeno.

Impotencia
«Eran los ahorros de toda mi vida, quiero que paguen por lo que han hecho», asegura

En su relato de la denuncia refleja que la oficina de la capital designó a un asistente especial experto consejero del banco para asistir al denunciante. Por su conducto, éste compró en 26 operaciones un total de 624.500 títulos de Bankia.

Según relata, en 2017 Bankia celebró una junta general en la que aprobó una reducción del capital social para ampliar la reserva sociales y un contrasplit por el que cuatro acciones se agrupaban en una, cuyo nominal era la suma del nominal de las cuatro anteriores.

Como las acciones Bankia así amortizadas no se pagaron a los accionistas por su valor real y los denunciados no avisaron al denunciante, perdió 393.750 acciones Bankia, que valoradas a 1,71840 en el último cambio bursátil, suponen un total de 702.450 euros de pérdidas.

Pérdida de dividendos

Además se produjo la pérdida de los dividendos de esas acciones, y para disimular el supuesto fraude delictivo que denuncia, se compraron al cliente «a precios abusivos» cuatro paquetes de acciones posteriores, lo cual según él supuso otro daño de unos 100.000 euros.

El denunciante sostiene que las graves violaciones de las reglas del depósito mercantil se contravinieron para no dar a conocer a los clientes de Bankia que la reducción del capital social iba a dejar sin efecto el pago de las acciones amortizadas. « Si lo hubiéramos sabido a tiempo, nos habría venido para salvar mi patrimonio accionarial».

Abogado de profesión, Cesáreo ejerció en los colegios de Asturias y de Madrid. Se ha dirigido también por escrito al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la vicepresidenta Nadia Calviño, al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de valores para advertirles de que se ha violado la Ley del Depósito Mercantil. «Todos me contestan diciendo que no es cosa suya y que tengo que dirigirme al banco».

La denuncia contiene otro epígrafe más: «Si el juzgado tiene a bien releer la Ley de Sociedades Anónimas, observará que el legislador no ha sido muy afortunado en su redacción. Atiende por completo a la sociedad anónima y olvida por completo a los accionistas, entre los cuales hay que distinguir el especulativo y el ahorrador, que compra acciones para que sus ahorros rentan más que colocando los a plazo fijo».

Cesáreo es también accionista también del BBVA «que me acaba de notificar que en junta general aprobará una reducción del capital social del 10 %. Se ve que si Bankia consiguió más de 6.000 millones de euros de beneficio, BBVA quiere imitar el ejemplo», protesta. «Ahí comprendí cuál era el mensaje que me lanzaban y vendí todas mis acciones», explica.

Especialmente lúcido de mente, advierte de que toda reducción del capital social que no pague las acciones que se amortizan «es siempre fraudulenta y delictiva porque requiere del máximo secreto para que se entere el menor número posible de accionistas salvo en el caso de que se produjera la quiebra».

Añade entre las circunstancias que se debe apreciar «el dolo delictivo de los denunciados», puesto que tenían del deber de haber avisado a tiempo al denunciante.. El asunto está en vía de admisión en los juzgados de la capital.

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