Una normativa pionera y modelo

Más de 40 años y cada 10. A final de año, el Ayuntamiento aprueba el padrón de edificios que deben pasar la ITC. Tienen todo el año y el primer mes del siguiente. La obligación queda marcada sobre los que sobrepasan los 40 años. Una vez rebasada la primera revisión, deben volver a ser visados cada 10 años.

Sanciones de 3.000 euros. La ordenanza de la ITC marca que si no se hace de manera voluntaria, el Ayuntamiento puede ordenar la inspección y cursar la factura a los propietarios. Si el caso se enquista se pueden llegar a multas de hasta 3.000 euros, aunque en los cinco años de experiencia aún no ha habido ninguna.

Coste de la ITC. La factura depende de la antigüedad, la superficie, el uso y la estructura. Aunque se estima que de media rondan los 500 euros, cada vez aparecen más profesionales y empresas que rebajan los precios, puesto que no hay unos márgenes establecidos.

Desfavorables. Si la inspección se salda con juicio desfavorable, los dueños de los edificios deben ejecutar las obras que les marquen los técnicos para conseguir el visado. En caso de que no lo hagan, el Ayuntamiento puede ordenar la ejecución subsidiaria. Esto ha hecho que en los últimos años aumenten los expedientes de derribo de titulares a los que no les renta.