El obispo de León avanza una Semana Santa más íntima y sin aglomeraciones

El obispo de León valora el culto como una forma de amparo ante la difícil situación social que deriva de la pandemia. «Hay personas que necesitan del aliento de la fe y la celebración religiosa para hacer frente a miedos y las dificultades», expresó Luis Ángel de las Heras durante un encuentro con medios informativos y de comunicación de León. El prelado de la diócesis leonesa reconoció cierto desconcierto en torno las limitaciones de aforo en los recintos eclesiásticos dedicados al culto y la oración.

Este es en uno de los efectos que el control del virus repercute de forma directa sobre el fervor de los feligreses; otro tiene que ver con cuestiones de naturaleza material, como el recorte de los ingresos proporcional al descenso de turistas, que ha obligado a reconducir, reprogramar o aplazar intervenciones en obras de reparación y mantenimiento que tienen que ver con la monumentos eclesiásticos. Especialmente afectada, la Catedral de León, «símbolo de León», analizó el obispo de la diócesis leonesa.

En otro orden de efectos del covid, inevitables por las medidas de la contención de la pandemia, está la imposibilidad de celebrar actos religiosos vinculados a la Semana Santa. «No se van a poder celebrar como otros años, pero estamos en un tiempo de discernimiento, para llegar luego a un acuerdo para realizar actos que eviten riesgos de aglomeración», adelantó el prelado sobre opciones que se centran en celebrar actos con asistencias reducidas o en iglesias donde tienen sus sedes las cofradías leonesas. De las Heras confesó que se siente «asentado y contento, y veo que en medio de esta situación la Iglesia diocesana tiene mucha tarea, mucho trabajo, mucha esperanza que transmitir», valoró sobre este mes al frente del Obispado.