Diario de León

El Filandón | José Luis Placer, catedrático de comercialización de mercados de la ULE

Vídeo: «El objetivo de León tiene que ser recuperar los 20.000 empleos de diferencia que hay desde 1980»

La economía nacional tardará «no menos de dos o tres años en recuperarse». La leonesa lo hará más pronto o más tarde dependiendo de lo que cale la idea de la necesidad de adaptarse al espíritu emprendedor «porque la meta ya no puede ser convertirnos en funcionarios». José Luis Placer abordó la situación demográfica y económica y llamó a la intervención pública para corregir los desequilibrios que padece la provincia.

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Placer respondió a las preguntas de Joaquín S. Torné, director de Diario de León, Juan Francisco Martín, director de La 8 León, y Marisa Vázquez, directora de La 8 Bierzo, moderados por Roberto Núñez.

—Alguna vez se había imaginado que podría darse una situación como la actual?

—No, ha habido otros momentos de crisis, como la de 2008, que nos parecía fuerte, pero esta tiene unas características especiales. Yo creía que la peste negra y la fiebre española ya eran parte de la historia.

—¿Qué peculiaridades tiene esta pandemia?

—Que ha parado la máquina productiva y va a crear un grave impacto. La economía se basa en la expectativa y la certidumbre estable, pero esto no lo habíamos visto ni en épocas bélicas. En las guerras aquello no se paraba, se iba a la producción de otros productos y otras materias.

—Hay un desequilibrio territorial tremendo y León es una de las provincias más perjudicadas. ¿Por qué no se arregla esta situación?

—Lo primero, porque no se reconoce lo que ocurre y no es un problema de esta década ni de la anterior. Muchas veces cuando se presentaba información económica sobre esas desigualdades, la respuesta era alegar victimismo. Era una manera de que el responsable político se desentendiera del tema. «Son unos pesimistas que sólo ven lo negativo», decían. Eso ha desmovilizado a la población, que entonces ya no reclama y ello tiene un impacto negativo. En la lección inaugural de la Universidad de León de este curso ya planteé que los desequilibrios vienen desde 1980, que es cuando se produce el cambio real de régimen y surge el estado de las autonomías. Y ahí estudié los desequilibrios de los últimos 40 años, que aportan una perspectiva. El objetivo tiene que ser recuperar 20.000 empleos, que es la diferencia entre el año 1980 y la actualidad. Y eso requiere grandes apuestas. La vía del emprendimiento es larga y exige tiempo y ayudas. Hay que hacerla y hay que hacer cultura de emprendimiento. La primera opción no puede ser aspirar a funcionario, sino a crear tu propia empresa.

—¿Cuál es el problema de la política territorial?

—Para mí, desde la reconversión industrial de los 80 no ha habido política territorial, sino general para todos por igual con planteamientos similares. Con eso, el que está bien sigue bien, porque se mantiene. Pero el que está mal, como no tiene tratamiento a sus problemas, pues sigue igual. El informe de Funcas lo deja claro: Asturias, Lugo, Orense, León y Zamora forman un núcleo olvidado en estas cuatro décadas en materia de empleo, población y migración o tasa de actividad. En esas provincias la relación entre activos e inactivos es de 1/1 y eso exige una actuación conjunta.

—Lo que usted pide es una política diferente para esas tres comunidades autónomas ¿no?

—En mi opinión, en el pasado fueron los polos de desarrollo de los años 60 los que iniciaron una política territorial. Aquí son Valladolid y Burgos. De hecho hasta el 47% de la industria en Valladolid y el 36% de la de Burgos venía de las actuaciones del polo de desarrollo y el posterior crecimiento. Puede que hayan sido las únicas. Y luego están las zonas económicas especiales que son territorios en los que se vuelca el desarrollo. Hace falta incentivación fiscal, financiera, de infraestructura y de movilidad. Y en esas zonas hay que articular la experiencia internacional. Para promocionar un territorio hacen falta diez años de ayudas al Impuesto de Sociedades o a las tasas fiscales. A veces caemos en la idea de lanzar sectores estratégicos. Se plantean unan líneas de actuación como el turismo y demás que están bien, pero el problema es otro. ¿Qué inversor va a venir aquí cuando hay otras opciones en mejores condiciones? Tenemos el Incibe, pero Google va a abrir un centro de seguridad en Málaga.

—Ya, pero si seguimos diciendo que estamos mal, pues no vendrá nadie...

—Sí, pero por decir que estamos bien, no nos vamos a poner bien.

—Las empresas las implantan los empresarios. El Bierzo ha generado mucha actividad con la minería, la agricultura o la electricidad. ¿Puede la comarca salir adelante con garra emprendedora?

—Hay que tener voluntad de ir hacia adelante y no perder la esperanza. El Bierzo tiene actividad emprendedora y es evidente. Va a continuar. El problema es que el inversor privado busca la rentabilidad y si no tiene facilidades como en Polonia o Francia, a lo mejor buscan otras opciones. Hay un fenómeno, que son las economías de aglomeración. En un territorio con servicios es más fácil atraer inversores que donde no hay. Por eso hace falta una actuación pública.

—Pero ha habido empresas que sólo han venido a por subvenciones y luego se han ido, y tengo en la memoria a Enervisa...

—Hay más líneas de actuación, hay ayudas financieras, inversiones fiscales y demás. Pero eso se ha abandonado y hay que recuperarlo. Un territorio consolidado no necesita más inversión pública.

—Pero la intervención excesiva del estado influye en la economía también ¿no?

—Valladolid y Burgos son un ejemplo evidente. ¿Cuántos municipios hay en la Comunidad? 2.248. No se puede hacer una política para 2.248 núcleos diferentes. Es imposible. Subrayar todo es no subrayar nada, que decía Felipe González. Habrá que promocionar zonas que lo necesitan. Hay que impulsar a los que se han quedado atrás, no a los que se pueden mantener por sí mismos.

—¿Qué fortalezas tiene León en su economía para el futuro?

—Creo que hay un entorno de vida cómodo y agradable. Las comunicaciones permiten moverse con facilidad, es sencillo llegar a Madrid y un entorno vital agradable y adecuado se acompaña de una población formada gracias a la Universidad. El problema es que los que acaban sus estudios aquí, se van. Tenemos un importante problema demográfico y si no lo reconocemos, va a ser difícil abordarlo. No es un problema de natalidad como dicen. No es cierto. El problema es otro, porque la tasa de fertilidad es de 1,1 frente al 1,2 de la media nacional. El problema es que hemos perdido población joven. Somos una de las cinco provincias del país que más ha caído en ese ámbito. Y el envejecimiento no está en los mayores de 65 años, sino en los menores de 24 y en el tramo de edad de 25 a 39 años que conforma la población joven-adulta que empieza a trabajar y a formar una unidad familiar. De esos hemos perdido el 30% o el 40%, aproximadamente.

—¿Cuánto va a tardar en recuperarse la economía?

—En España no será posible en menos de tres años. Y eso volcándonos todos, porque somos un país mediterráneo y nos echaremos a la calle y reactivaremos la parte de la economía más afectada. Y en León debemos reconocer la situación y volcarnos en recuperarnos, pero con medidas reales, no perdiéndonos en caminos extraños. Tenemos recursos naturales. Pero Suiza no lo tiene eso y es un país más rico. Hay que asumir la realidad y comprometerse en propuestas positivas., Hay razones suficientes en estas cinco provincias que justifican un tratamiento especial. Me gustaría que el apartado industrial de la política recogiera esa propuesta.

La economía nacional tardará «no menos de dos o tres años en recuperarse». La leonesa lo hará más pronto o más tarde dependiendo de lo que cale la idea de la necesidad de adaptarse al espíritu emprendedor «porque la meta ya no puede ser convertirnos en funcionarios». José Luis Placer abordó la situación demográfica y económica y llamó a la intervención pública para corregir los desequilibrios que padece la provincia.

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