Diario de León

La obsesión por la seguridad triplica la instalación de cámaras de vigilancia

Los espacios videovigilados, con comercios, hostelería y comunidades de vecinos, principalmente, llegan a los 3.241.

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A. Calvo | León

«Cada vez hay más inseguridad. Antes era común dejar la llave puesta en la puerta de la casa o en el coche y ahora no. De aquí a diez años, al igual que el agua corriente, todo el mundo tendrá una cámara de vigilancia», explica Óscar Gonsalves, de Segur Protect León, para explicar uno de los motivos por lo que la instalación de estos sistemas de seguridad se han triplicado dentro del sector privado en la provincia en tan sólo cinco años. En junio de 2012 había en León 1.275 espacios protegidos según las cifras que maneja la Agencia de Protección de Datos en la actualidad, ya son 3.273. De ellas, no llega al 1% la que son de titularidad pública.

El incremento de la instalación de estos sistemas de seguridad ha sido constante en los últimos cinco años, entre otros motivos, según indican desde las empresas que las suministran, por su abaratamiento y por las posibilidades que ofrecen, ya que actualmente la mayoría cuentan con una aplicación para los teléfonos móviles en la que se puede ver «en tiempo real» lo que está ocurriendo en la zona que está bajo el control de la cámara. Desde la Agencia de Protección de Datos especifican que, a nivel nacional, los principales ámbitos que han recurrido a la instalación de las cámaras de videovigilancia son, por este orden, los comercios, el sector turístico y la hostelería, y las comunidades de propietarios, tanto para los espacios comunes del propio edificio como para los garajes.

Efecto disuasorio

Así, de los 1.253 espacios controlados —un mismo fichero registrado en la agencia puede incluir más de una cámara— se saltó a 2.338 en junio de 2015, a 2.794 en 2016 y a 3.241 este mismo año. «Las cámaras son un elemento disuasorio», añaden desde Protext Seguridad como otro de los motivos que animan a que cada vez más particulares y empresarios apuesten por su instalación. «Robos en comercios, en comunidades de vecinos y garajes... en los portales es donde más se suelen poner», añaden, porque además, «mejoran la efectividad de otros sistemas de seguridad y, con precios cada vez más reducidos, tienen en la actualidad muy buena calidad».

«La necesidad de seguridad, por lo robos, porque la gente se siente insegura, por el control de los negocios, las cajas, los accidentes en las fábricas... un cámara de vigilancia permite conocer muchos hechos a través de las imágenes que registra», explica desde Luna Seguridad Héctor Luna.

El registro

La instalación de sistemas de videovigilancia que graben imágenes exigen el registro del fichero en la Agencia de Protección de Datos, según la normativa nacional, ya que «el concepto de dato personal incluye las imágenes cuando se refieran a personas identificadas o identificables». Por este motivo, los principios vigentes en materia de protección de datos personales deben aplicarse al uso de cámaras, videocámaras y a cualquier medio técnico análogo, que capte o registre imágenes, ya sea con fines de vigilancia u otros en los supuestos, según especifican desde la agencia nacional. En Castilla y León el número de sistemas de vigilancia instalados llegan a los 16.201, aunque en ciudades como Madrid o Barcelona rozan los 55.000 y los 32.800, respectivamente, siendo en todos ellos muy superior el uso de particulares frente al de las instituciones públicas.

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