Diario de León

Situación muy complicada

La ola de cierres en la hostelería y la falta de demanda hunden los traspasos

Los hosteleros alertan de que «los locales valen cero» y ni siquiera se colocan por el alquiler

El Quitapenas, en pleno centro de León, se intenta traspasar desde hace dos años. FERNANDO OTERO

El Quitapenas, en pleno centro de León, se intenta traspasar desde hace dos años. FERNANDO OTERO

León

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—¿Cuál quieres?

La pregunta la arroja a bocajarro Luis Cano. «Los tengo de 17, de 27, de 70, de 150 y de 120 metros cuadrados totalmente montados y listos para abrir, con todas las licencias en regla y los suministros contratados y al día. Disponen de terraza en alguno de los casos y, dependiendo del local, tienen un horario por su licencia u otro», recita de carrerilla para exhibir el catálogo. Pero no sólo cuenta con los cinco que cita en el anuncio, agrupados en lo que fue el Rincón del Húmedo, bajo el soportal de la calle Zapaterías. A mayores anota tres más de su propiedad y dos que subarrienda, uno de los cuales, el Geppetto, acaba de dejarlo, después de haber pagado por el traspaso «hace años 200.000 euros y haberle metido otros 105.000 en los últimos tres en reformarlo». «En este momento, los locales valen cero», sentencia el arrendador para dar imagen del sector en el que, más si cabe con el golpe del cierre impuesto, crece de manera exponencial la oferta sin que haya demanda alguna, más allá de alquileres renegociados a la baja, pero sin traspaso.

La radiografía la firma el presidente del Círculo Empresarial Leonés (CEL). Julio Álvarez reseña que «la gente cierra y, si tiene posibilidad, pone al negocio en traspaso», aunque no cree que «haya una demanda para poder coger esos locales de un sector que va a estar cerrado en los próximos meses». «Se calcula que entre el 20 y el 25% de los establecimientos no va a poder a abrir si esto dura mucho. Quedarán vacíos y hasta que no venga una ola, no de contagios sino de buena economía, no van a poder volver a ser productivos», apunta el empresario hostelero. Salvo «locales muy puntuales, bien situados o emblemáticos» no hay oportunidad para los traspasos, cita. Como mucho, abunda, «habrá que ver cómo salen al mercado en alquiler, tras rebajar su cuantía. Veremos que esos alquileres van a rebajar su cuantía». Ni si quiera se espera a «las grandes franquicias de hostelería, que a corto tienen parada su inversión en el 2020 y en 2021», y que, «si la pandemia desaparece, empezarán a funcionar, pero antes en otras ciudades».

El Jaleo, en Cascalería, ha desistido ya del traspaso. FERNANDO OTERO

La ola de la oferta ya había despegado incluso antes de marzo. «Hace mucho que no recuerdo un traspaso», reconoce el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana, Miguel Ángel Sánchez Fraile, quien explica que tienen «sentido cuando un negocio funciona, pero poca gente estará dispuesta a pagar traspaso para hacerse cargo con ingresos inciertos». «Antes, la licencia en hostelería era una moneda de cambio que servía. Ahora mismo, hay un tiempo para recuperarla con cierta facilidad. La dificultad está en que alguien se haga cargo de los locales porque no se puede estar enterrando dinero y mucha gente ve por desgracia que no puede seguir», concede para dar muestra de una situación de la que no se libra ninguna zona. Ni siquiera el casco histórico, donde, como mucho, los locales cerrados se abren durante unos meses para que no caduque la licencia a los dos años y no se pierda para siempre, dado que la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) impide dar nuevos permisos.

La última se apunta a nombre del Jaleo, en Cascalería. Ahora, la licencia se la ha quedado el propietario del local, después de que Néstor Vilar desistiera de intentar el traspaso. Desde Navidad del año pasado, tenía el cartel puesto en internet con un precio de 30.000 euros, «pero no sonó la flauta». «La idea era volver a abrir tras la primera etapa del confinamiento y remontar, pero ni las ayudas, ni la situación es prometedora, gracias al Ayuntamiento, a la Junta y al Gobierno, y no merece la pena», relata el hostelero, quien subraya que «opción de traspaso no hay ninguna» porque «la oferta crece por encima de la demanda y la gente puede coger un bar sólo por alquiler, sin traspaso». «Hemos resuelto el contrato, pese a que el propietario se portó muy bien, y he perdido todo. Es un gasto constante. Hay que deshacerse del local porque te daña las cuentas y la vida. Quitaré el anuncio, aunque nadie va a llamar porque la gente sabe sumar», confiesa.

El Quitapenas, en pleno centro de León, se intenta traspasar desde hace dos años. FERNANDO OTERO

A la espera de una llamada definitiva lleva Carlos Antón desde hace dos años para traspasar el Quitapenas, en Alfonso V, porque se van a Valladolid. Pero las únicas ofertas «ofrecen cantidades muy por debajo» de los 60.000 euros que refleja el anuncio. «Se bajará, pero aún así no está fácil. La hostelería en León lleva mucho tiempo generando problemas de facturación», insiste el hostelero.

Sólo hay que entrar a buscar en internet, poner la palabra traspaso, bar y León, da igual la capital que Ponferrada, Astorga, La Bañeza o Santa María del Páramo. «Hay lo que quieras. Hoy no dan nada por ningún local», insiste Luis Cano.

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