Los padres acaparan ya los casos de acoso y amenazas a los docentes
A. Calvo | León
Una decena de docentes acudieron el curso pasado al Defensor del Profesor del sindicato Anpe para denunciar casos de amenazas, acoso o agresiones contra ellos dentro del ámbito educativo. Lo que se pone de manifiesto en el último informe elaborado por el sindicato es el ascenso de las agresiones llevadas a cabo por los padres, que en el caso de la provincia de León son ocho de los diez casos denunciados, como precisa desde Anpe León Manuela Diez Fernández. Por contra, sólo dos de los conflictos surgidos en el aula están provocados por los propios alumnos.
El informe también incide en que, además de superar ya los casos de los padres a los de los estudiantes, también se han visto alteradas las conductas violentas. Así, han descendido las agresiones físicas y las denuncias de los progenitores mientras que han aumentado las amenazas y los acosos. En cuanto a los alumnos, se ha dado un descenso «generalizado» las situaciones de agresiones al profesorado, el ciberacoso y los problemas de disciplina, frente a la subida también de acoso y amenazas, al igual que ocurre con los padres. Además, existen conflictos registrados surgidos entre compañeros, el equipo directivo o la propia administración, que ha tenido «un aumento significativo» entre los incidentes.
«Estas situaciones están provocando inestabilidad emocional en los docentes», inciden en el informe, donde relatan que el 40% de los profesores afectados presentaba ansiedad, el 6% estrés y un 11% depresión, llegado en algunos casos a bajas laborales.
El Defensor del Profesor atendió en Castilla y León 81 casos el curso pasado, de los que diez fueron en la provincia de León. Es en el ciclo de Primaria donde se concentraron 32 de ellos, mientras que en Secundaria fueron 29. También en la etapa de Educación Infantil se detectaron casos de violencia escolar, con nueve maestros acosados, a los que hay que sumar otros once repartidos en el resto de las enseñanzas que se imparten en la comunidad autónoma.
Desde Anpe insisten en la elaboración de un plan estratégico de mejora de la convivencia escolar, que debería incluir, entre otros aspectos, la reactivación del Observatorio sobre la Convivencia Escolar de la Junta, un programa de prevención de acoso escolar que contemple la aceleración de protocolos de protección a las víctimas o la actualización y el cumplimiento de los decretos de convivencia, además de la necesaria formación del profesorado para poder prevenir y detectar conflictos relacionados con la convivencia escolar. A mayores, reclaman a la administración educativa un «compromiso» para la rehabilitación de los alumnos agresores. En este sentido, hacen hincapié en que el plan debe de ser «liderado y coordinado» directamente por la propia Consejería de Educación.
«El número de casos recogidos por el Defensor del Profesor son una pequeña parte de los casos que realmente se están produciendo en los centros educativos», especifican desde Anpe. El Defensor del Profesor surgió en el año 2006, como medida de apoyo «ante la indefensión del profesorado y como llamada de atención sobre la problemática de la violencia escolar». Está instaurado en todas las comunidades autónomas para atender de forma personalizada los casos que les llegan de docentes que se han visto agredidos, acosados o amenazados durante el ejercicio de su trabajo.