Paradores se prepara para recibir San Marcos y prevé tener clientes el puente de diciembre

San Marcos está a punto de retorno; de regreso al mercado turístico, en el que engrosará la oferta más exclusiva de León justo, tres años después de su cierre. Paradores ya maneja un calendario a corto plazo para reabrir las puertas del Hostal durante el puente de diciembre, en las festividades de la Constitución y la Inmaculada. Se allana así el futuro, que resultó tan incierto como pudo admitir esta crisis sobrevenida con la pandemia, que enquistó más las consecuencias de demoras continuas y sucesivas en las obras de reforma, dedicadas durante casi treinta meses a remozar el interior del edificio histórico y a derruir la parte posterior, la edificación que a mediados del siglo pasado sustentó la modernidad y la oferta del Parador de la capital leonesa.

El reloj de la entrega de la obra ya está en la cuenta atrás; se producirá el día 9 de forma provisional y el 1 de octubre con carácter definitvo. La empresa adjudicataria dedicará otras tres semanas a acicalar la estructura para el remate final; limpieza de estancias, retoques finales, apéndices sueltos que darán como resultado el fin de la intervención contratada en más de veinte millones de euros, y darán paso a la inmediata: el amueblamiento, la decoración, el ornato de la nueva estructura que derivó la reforma; las cincuenta y dos habitaciones y un complemento de restauración. El nuevo San Marcos se prepara para una nueva era en la que dispondrá de un tercio de la superficie anterior, un tercio de su oferta en hospedaje, menos de una cuarta parte de sus plazas para eventos y reuniones sociales, reducidas a una representación testimonial en la nueva estructura, mientras se resuelven las incertidumbres sobre el avance de la segunda fase, aún tierna y sin avances administrativos que le hagan una opción factible a medio y largo plazo.

La confirmación de este planteamiento de calendario definitivo por parte de la empresa constructora se cumple la previsión final de la dirección de Paradores sobre la resolución del proceso, dilatado hasta por tres veces a causa de los inconvenientes en la permeabilidad de los sótanos y la estructura de cimientos al lado de la ribera, con filtraciones del río; más la aparición sucesiva de hitos artísticos y arquitectónicos que necesitaron de la intervención y valoración de los responsables de la conservación patrimonial. Aquello supuso un sobrecoste sobre el presupuesto previsto para esta primera fase de San Marcos, la de la rehabilitación del edificio histórico, que llevará aparejada una disposición interior diferente al perímetro de espacio público tal y como se conocía hasta ahora al Hostal. La entrega de la obra se producirá, previsiblemente, el próximo día nueve de septiembre; y aunque las actuaciones se podrán mantener durante otro mes, serán las relativas a remates y flecos necesarios, previos al proceso final. Limpieza fina y profunda de cada rincón del edificio.

El compromiso de la dirección de Paradores, conforme al cariz de los retrasos y la crisis sobrevenida, fue que el hostal saliera de 2020 con las puertas abiertas; lo hará, tres años después de aquel primer cartel de diciembre de 2017 que emplazó a los clientes a marzo de 2020.

A partir de ahora, se irán produciendo pequeños eventos para mostrar la obra ya terminada, presentar el proyecto artístico que va a acompañar al edificio, así como explicar las restauraciones de las principales piezas: el techo de Lucio Muñoz, la talla de Juan de Juni y el artesonado del siglo XVI.