Diario de León

Zona de riesgo

Parques en territorio hostil

Todavía hay muchas áreas de juego infantil que presentan deficiencias a pesar del plan de choque que ha puesto en marcha el Ayuntamiento para actuar en prácticamente todos los enclaves

El caucho del parque de Papalaguinda está levantado, las hierbas crecen sin control y hay colillas sobre el césped. DL

El caucho del parque de Papalaguinda está levantado, las hierbas crecen sin control y hay colillas sobre el césped. DL

León

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Hace un año y medio, en León solo había nueve parques infantiles que cumplían la normativa. Otras 183 áreas de juego presentaban deficiencias graves que ponían en riesgo la integridad de los usuarios. En estos 18 meses, la situación ha mejorado sensiblemente tras la intervención del Ayuntamiento en varios de estos espacios, que absorberán en todo el mandato 800.000 euros de las cuentas públicas para mejorar su aspecto, siempre que lo permita el presupuesto.

Poco inclusivos

La mayoría de los parques de la ciudad no están adaptados para personas con movilidad reducida

No obstante, todavía hay muchos parques de la ciudad que presentan un estado lamentable o se asientan sobre un terreno pantanoso, a pocos centímetros de estructuras de hormigón, con el peligro que eso conlleva, o en lugares que comparten con decenas de mascotas que no distinguen entre un ‘pipican’ o un barco pirata. Hay arena donde debería haber caucho, como en el de San Mamés o en la Condesa, que tiene varios elementos de juego enfrente del centro de salud, a poca distancia del río, en un enclave lleno de maleza, con los baldosines levantados y, al menos ayer, con alguna cerveza junto al tobogán.

Letreros en mal estado. DL

Tampoco todos los tornillos están protegidos para evitar que los niños se hagan daño. Y la madera sigue sin tratar en los columpios de Papalaguinda, al lado de la cancha de baloncesto. Las malas hierbas crecen sin control, hay colillas sobre un césped que clarea, el suelo muestra las cicatrices del paso del tiempo y las cuerdas, a modo de escalera, están totalmente desgastadas. Necesitan algo más que una mano de pintura y un poco de barniz. Sobre todo si se quiere dotar a la capital leonesa de áreas infantiles que de verdad cumplan su objetivo. Hacen falta muchos más parques inclusivos para que también puedan disfrutar de ellos los niños con problemas de movilidad o con algún tipo de discapacidad. Son muy pocos los que están adaptados.

Es cierto que la mayoría fueron construidos antes de que se aprobara la nueva legislación que regula cómo deben ser este tipo de espacios dedicados a los más pequeños, pero lo más preocupante es la falta de mantenimiento que ha convertido muchas de las áreas de juego infantil en auténticos campos de minas. Alguno debería clausurarse hasta que lo renueven.

Todavía hay zonas con arena y madera sin tratar. FERNANDO OTERO

Desde el consistorio se han comprometido a cambiar el caucho, los amortiguadores y todos los elementos que estén en mal estado. También a que sean más accesibles, tanto para los niños como para sus familiares. Actualmente una treintena de parques cuentan con juegos adaptados tras la intervención municipal en varios de estos emplazamientos.

Casi ninguno se librará de ese lavado de cara, aunque se hará por fases, a razón de unos 200.000 euros al año, que este ejercicio van para El Crucero, el Polígono 58, el Área 17, la Chantría, San Claudio, Eras de Renueva, Puente Castro, La Palomera y La Lastra. Del mismo modo se reformarán los de las pedanías de Armunia y Oteruelo. Es en los barrios donde más carencias hay, aunque en el extrarradio esté el auténtico pulmón de la ciudad, el parque de Quevedo, la joya de la corona.

Latas de cerveza junto al tobogán de la Condesa. FERNANDO OTERO

En la Línea Verde que puso en marcha el Ayuntamiento para canalizar las quejas ciudadanas abundan las denuncias sobre el mal estado de los parques y jardines del municipio. Y las asociaciones vecinales llevan tiempo demandando este tipo de obras. El plan de choque ya está en marcha. De hecho hay varios parques cerrados, como el del Luis Vives, para que se acometa la reforma. Y en otros, como el de La Tolerancia, en La Palomera, o el que linda con Carbajal, en el Área 17, ya han terminado los trabajos de acondicionamiento tras la auditoría que mostró las graves carencias de estas áreas infantiles.

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