Diario de León

Juan Carlos Suárez-Quiñones | Consejero de Fomento y Medio Ambiente

VÍDEO | «El peor cáncer es el conformismo o el localismo exacerbado. Hay que ser mesurados aunque reivindicativos»

El privilegiado escenario de esta entrevista con Juan Carlos Suárez-Quiñones, con San Marcelo de fondo, a seis días de que surgiera el terremoto de la moción de censura en Castilla y León, el miércoles 10, invitaba a iniciar la conversación en tono pausado. La moción del PSOE rompe el paso y obliga a incorporar una reflexión arrancada vía telefónica el jueves 11: ¿Una moción ahora es compatible con los intereses de los castellanos y leoneses o solo con los de un partido? “Presentar una moción en plena pandemia tendrá que explicarlo quien lo hace. Nosotros no estamos a eso sino a ofrecer estabilidad, con un Gobierno sólido, cohesionado y capaz, cuya preocupación es garantizar la salud de los ciudadanos y trabajar por el empleo, la modernización y el futuro de Castilla y León”. Parecía obligado preguntar por ello, pero la realidad es que la luz sobre San Marcelo ha seguido siendo la misma y con ella la sensación de que en las alturas las preocupaciones son distintas a las que hay a ras de suelo.  

Publicado por
Joaquín S. Torné
León

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Un repaso acelerado a su currículum dice que es usted licenciado en Derecho por la Universidad de León, juez desde 1987, decano de los jueces de León entre 2002 y 2012, subdelegado del Gobierno entre 2012 y 2015, delegado del Gobierno en Castilla y León en 2015 y ese mismo año, y hasta hoy, consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, ¿León y los leoneses se ven igual desde fuera? ¿Hay que salir de León para valorar su enorme potencial o hay que salir para ver que nos quedamos atrás?

—Es muy bueno siempre salir de lo local y poder hacer comparaciones, porque a veces no valoramos suficiente lo que tenemos. Se ve la dimensión de lo que tenemos o de lo que no tenemos cuando vemos otros lugares, otras provincias.

—¿Es usted de los optimistas y no de los victimistas de León?

—Yo creo que ese victimismo está en todas partes y yo creo que es bueno que no se sea conformista. La sociedad ha avanzado a base de inconformismo y siempre se necesitan cosas. Sí que es cierto que todas las provincias necesitan actuaciones, inversión económica, infraestructuras. Pero León no es de las provincias, desde luego, que esté peor. Ni mucho menos. 

—Usted viaja mucho a Valladolid por razones obvias, y también por razones obvias lo hace por una carretera nacional, ¿siendo consejero de Fomento le duele el olvido de la León-Valladolid?

—Sí. Es responsabilidad del Estado, pero no solo de este Gobierno, de todos los gobiernos que han pasado. Sí, sí que me duele, porque yo creo que es una arteria de comunicación que no tiene sentido que no sea una autovía. Con la red de autovías que tiene Castilla y León y que tiene toda España no tiene sentido que la León-Valladolid sea en su mayor parte una Nacional.

—¿Las infraestructuras son nuestro mayor cáncer? Y me refiero a todas las carreteras con deficiencias, a las que no existen, al peaje León-Astorga, a los polígonos industriales como Villadangos, que es la gran apuesta de la Junta…

—No es que sea el cáncer. El peor cáncer que puede haber es el conformismo o el localismo exacerbado. Hay que ser mesurados aunque reivindicativos. Hablábamos antes de comparación y hay provincias en donde vas a una capital y no ves carteles azules de autovía, ves solo carteles rojos de las nacionales. León parte de una situación en la que necesita muchas cosas pero también tiene muchas cosas. 

—¿O es peor cáncer entonces nuestra propia actitud?

—Pues puede ser. Hay que buscar un equilibrio entre la reivindicación y el derrotismo, que no es bueno. Hay que generar espíritus positivos, de reivindicación pero dentro del positivismo, no del hundimiento, de la miseria en la que nos encontramos porque no es cierto y no beneficia a nada.

—¿Cree usted en el Corredor Atlántico como la panacea para un León en marcha?

—Yo creo, creemos, que es muy importante. Pero ese corredor yo lo cifro a una infraestructura, la renovación de la línea férrea entre León y Ponferrada. Ese es el gran proyecto de futuro logístico de Castilla y León, y de León, y también para Galicia y hasta para Asturias. Es un proyecto que necesita muchísimos millones y desde luego es ahora o nunca, en el marco de la apuesta europea de los fondos para la recuperación para la reestructuración. Por lo tanto, insistimos al Gobierno de España, con toda nuestra leal colaboración, para que ese proyecto pueda ser realidad. 

—Nunca lo había parecido, pero si es así, ¿qué horizonte le pone a esta defensa a ultranza del Corredor, que es muy largo y sin embargo el de León es mucho más corto?

—Bueno, con ser lo más importante la línea férrea León a Ponferrada no es solo eso. Hay mucho más y voy a poner un ejemplo: el ramal ferroviario que hay entre el Gobierno y la Junta, que está diseñado y presupuestado para Villadangos del Páramo, es muy importante para el potencial logístico de nuestra provincia. Hay que ser claro, la renovación de León a Ponferrada no es un proyecto de hoy ni de medio plazo, va a llevar mucho tiempo realizarla pero es imprescindible para el futuro de León, Entre medias hay que luchar por muchas más cosas y la Junta lo está haciendo y yo creo que todas las administraciones.

—Pero dígame una cosa: ¿Para esa fecha, que será larga, no estaremos todos muertos?

—No no, no podemos estar muertos, tenemos que mantenernos y hay que reforzar las infraestructuras logísticas en obras de media entidad como Villadangos, aunque entendemos que le falta esa virtud intermodal ferroviaria que no vemos todavía clara. Hay mucho en juego, con proyectos que están en marcha y que van a servir para mantener nuestro pulso en una provincia cuyo potencial es enorme. Tenemos además polígonos industriales potentes. Son trabajos de realidad.

Es bueno salir de lo local y poder hacer comparaciones.
Se ve la dimensión de lo que tenemos o de lo que no tenemos cuando vemos otros lugares, otras provincias

—Le voy a preguntar por la inversión en el transporte a la demanda y por el programa rehabilitaré, pero quiero que me hable de despoblación… Todo acaba en ese gran problema que es la lucha contra la despoblación, después de tanto libro blanco que no ha servido.

—Desde luego. No es un problema de León solo, es de toda la España interior, de la Europa interior. Es un problema común que ya tiene una agenda en el ámbito europeo y de hecho los fondos Next Generation para la recuperación tienen como objetivo la cohesión social de los territorios. Está pensado en la cohesión entre los territorios menos poblados y los que tienen mayor población y más movimiento económico. Claro que todos esos programas en general, de vivienda rural, de Sanidad, de carreteras, abastecimiento, depuración. Todo es importante, pero hay que combinarlo con el de qué vivir. Tiene que haber actividad económica y ahí se está trabajando., en turismo, en regadíos etcétera.

—El interior está de moda en esta época de pandemia…

—El Covid ha hecho volver la mirada de la gente hacia el interior. Ha sido un freno a esa globalización desordenada y vamos a ver si ponemos esto en valor, que la gente vea que se puede trabajar a través de las nuevas tecnologías.

—El teletrabajo implica conectividad. Sea sincero, en sus recorridos por la provincia de León, y por la Comunidad Autónoma, ¿cuántas veces se queda sin cobertura?

—Hay dos problemas, la cobertura de teléfono móvil y la de internet. Yo creo que en esta legislatura, que acaba en el año 23, con el esfuerzo de todos, la Junta, la Diputación y el Gobierno, y los fondos europeos, lograremos que haya otra dimensión en materia de telecomunicaciones.

—Se me ha adelantado con la respuesta, ¿De verdad se cree sus propios mensajes de que antes de que acabe la Legislatura León tendrá cobertura de 100 megas?

—Se va cumpliendo. La situación de Castilla y León al año 21 respecto a cuando yo empecé en la Junta no tiene nada que ver. Hemos extendido de manera muy importante la red tanto de 30 megas como de 100 megas. Los planes de la agenda española 20-25 y la agenda digital es que en el 2023 tengamos 100 megas en más del 90% de la población de Castilla y León. Y desde luego habrá un 100% de 30 megas de internet.

—Pero no depende de usted sino de las compañías de telefonía… ¿Cómo le van a garantizar la rentabilidad?

—Efectivamente no podemos las administraciones hacer esto por la reglamentación europea. Pero sí podemos ayudar a través de subvenciones públicas y modelos que generan compensaciones a la falta de rentabilidad de las inversiones para llevar esas infraestructuras a los lugares más desfavorecidos. Tienen menos rentabilidad pero tienen una rentabilidad social que tenemos que buscar y ahí tenemos que estar las administraciones en buena sintonía, sin colores políticos.

—¿Si le nombro a Greta Thumberg le entrarán ganas de saltar desde aquí?

—Bueno, no, porque son determinados iconos y símbolos que al margen de su merecimiento personal generan opinión. Cuando se celebró la Cumbre sobre el Clima en 2019, en Madrid, generó una ola de compromiso contra el cambio climático que luego la pandemia ha borrado por las consecuencias que ha tenido. Pero hay que recuperarla. La lucha contra el Cambio Climático hay que creérsela no solo en lo que tienen que hacer los gobiernos sino también en los comportamientos individuales.

—Fiarlo a la responsabilidad individual es peligroso. Fíjese en lo que está ocurriendo en esta pandemia.

—Sí, pero no es lo general. La inmensa mayoría de la población es respetuosa y ha dado un ejemplo enorme en una misión que es de país y que gracias a ello hemos ido doblegando una ola tras otra. Eso no quiere decir que no haya comportamientos irresponsables, pero yo estoy orgulloso de la ciudadanía con carácter general. 

—¿Le duele a usted la minería?

—Me duele profundamente. Y sobre todo me duele que haya tenido un final precipitado, tan abrupto. Después de muchos años de anuncios de que acabaría pero no así, y en otros lugares de Europa no ha sido así. Pero no hay que estar mirando las heridas sino buscar economías alternativas y desde luego eso es lo que intentamos en la Junta de Castilla y León llevando proyectos de sustitución apoyados en la nueva bioeconomía, y ahí está el proyecto de Forestalia, la valorización del medio forestal. Hay que buscar otro futuro en el turismo, en la agricultura, la ganadería, lo forestal. Tenemos mucho potencial.

El consejero, en un momento de la entrevista en una terraza con Botines, el Palacio de los Guzmanes y el Ayuntamiento como fondo de escenario. RAMIRO

 

—Pero le voy a poner un ejemplo, en el 18 quedó un grupo de mineros sin empleo y sin ayudas y se puso un plazo de dos años para resolver esas más de treinta familias. Pasaron los dos años y ahí sigue sin resolverse.

—Sí sí, reitero lo que dije antes. La Transición Ecológica y la Transición Energética tiene que ser una transición y no lo que ha sido. Habría que haber buscado un verdadero modelo de transición, porque los empleos que se pierden tienen que estar compensados previamente en otro sector. Ha habido escaso compromiso y no ha llegado. Las minas han cerrado, las térmicas han cerrado y no hemos visto todavía esa transición. Sólo anuncios

—Si le menciono la reciente visita del Rey y del presidente del Gobierno a la fábrica de Seat en Martorell y la millonaria inversión que habrá allí, ¿qué piensa? Todo para otros y nada para aquí…

—Voy a ser sincero. Todos los territorios merecen sus oportunidades y es una mala política el mirar lo que se hace a los demás. Hay que tratar de reivindicar sin mirar otras cuestiones ni territorios. Sí que es cierto que Castilla y León ha resultado perjudicada en los Presupuestos del Estado en favor de otras comunidades. No ha habido suficiente compromiso con Castilla y León.

—Esa es la eterna queja. El PP se queja cuando los Presupuestos los hace el PSOE y viceversa. En cuanto a los de la Junta, el PSOE siempre se queja...

—Probablemente en ambas cosas hay una base común que es el centralismo. Pero luego hay que poner los números encima de la mesa y yo creo que los números son tozudos y apuntan a que en estos Presupuestos de Estado no ha habido el compromiso necesario. Al menos en lo que se refiere a mis responsabilidades dentro del Gobierno regional. Respecto a las previsiones del último Presupuesto de Rajoy hay una pérdida clara para Castilla y León. 

—Para defender la caza del lobo se refirió a los ecologistas de asfalto, ¿cuánto hay de ignorancia, cuánto de negocio y cuánto de política en el ecologismo?

—La cuestión no es la caza del lobo, sino la gestión del lobo, el equilibrio y buscar la convivencia con la ganadería. La caza es un instrumento de control del lobo y de otras especies. El ecologismo que ha acogido con tanto entusiasmo el Ministerio de Transición Ecológica es un ecologismo que no busca intereses generales, es ideológico y dogmático. No está acorde con la Constitución, que defiende que el ecologismo sea para todos. No se puede pretender que haya animales y que no haya hombres y mujeres. Es muy esquematizado pero es así.

Castilla y León ha resultado perjudicada en los Presupuestos del Estado en favor de otras comunidades. No ha habido suficiente compromiso con esta comunidad autónoma

—¿Ganará Castilla y León la batalla por la caza?

—De momento hemos logrado que esa iniciativa de protección del lobo aún no haya visto la luz. Hace unos días hemos tenido una reunión entre diez comunidades autónomas y organizaciones agrarias nacionales donde se ha puesto de manifiesto que no era el camino, es necesario diálogo. 

—¿Es posible la convivencia entre la economía, la sostenibilidad, la economía verde y otros términos similares de nueva generación?

—Sí. Es un diálogo que estamos obligados a tener. No cabe la imposición. No son formas de una democracia participativa y todos debemos respetar y que se nos respete.

—Es usted juez, ¿qué condena le impondría a un pirómano?

—La que establece el código penal, hasta 30 años de prisión, sin que haya muerto nadie.

—Siempre hay horquillas, ¿iría a las penas máximas?

—No hay tanta horquilla. El problema es la dificultad probatoria para que fiscales y jueces puedan condenar. Son delitos muy difíciles de investigar. El fuego quema también las pruebas.

—Hablando de incendios, ¿para cuándo el decreto de la Junta que permitirá avanzar en los parques de bomberos de León?

—El decreto no impide que haya avances. El decreto saldrá en este mes de marzo y trata de homogeneizar las estructura de parques de las diputaciones. Mientras, pueden seguir trabajando.

—Unidas Podemos quiere regular por Ley el precio de los alquileres y ahora el PSOE en Baleares acomete expropiaciones, ¿es un primer paso para acabar con la propiedad privada?

—Eso es imposible porque está la Constitución. Cualquier partido político puede tener las ideas que quiera, y si están en el marco constitucional se podrá hacer, pero si no, no se podrá hacer. Las ideas políticas no están por encima de la Democracia.

—Sin embargo, la Constitución habla del derecho a la vivienda digna y los jóvenes tienen casi imposible independizarse y todavía más comprar una vivienda…

—Ese derecho es un principio de actuación para los poderes públicos, tienen que garantizar ese derecho. Aquí en Castilla y León estamos ayudando a los jóvenes a pagar el alquiler, pagamos a los jóvenes con pocos recursos el 50% de la renta anual. Y destinamos más de 20 millones de euros. En 2015 había 2 millones y ahora 20 para estas cuestiones. Pagamos el 20% de la entrada de las viviendas que nosotros promovemos. Hay derechos preferentes para los jóvenes también en el programa rehabilitare. 

Sin duda ninguna, no hay cargo más bonito que ser alcalde de tu ciudad. Eso no quiere decir que yo tenga ninguna aspiración

—Se afilió al PP el 26 de noviembre de 2020. Había ocupado cargos de relevancia siendo independiente, ¿Por qué?

—Yo creo en el trabajo para un partido, no el trabajo sino las ideas, la filosofía, pero se puede hacer de muchas maneras, como afiliado, simpatizante, independiente… La decisión de formalizarlo fue porque entendí que era el momento adecuado. Tengo un compromiso especial con el presidente de la Junta, con Alfonso Fernández Mañueco, y consideramos adecuado hacerlo y ahí está.

—¿Se ve ocupando de nuevo su plaza de magistrado?

—Eso puede pasar en cualquier momento. Los cargos políticos son eventuales. Y francamente en ocasiones la echo de menos. Es un ámbito de trabajo donde se está a gusto.

—¿O se ve más ocupando ese despacho que se ve enfrente, el del Ayuntamiento de San Marcelo? ¿Será candidato a la Alcaldía de León? Todas las quinielas apuntan a usted.

—Me sorprende la pregunta, pensé que me preguntaría por las relaciones con el alcalde.

—De eso le pregunto luego.

—Me resulta sorprendente. No tengo esa percepción. Pero le digo lo mismo que con el asunto judicial: de los tiempos, el presente. Y ese es mi responsabilidad en Castilla y León y mi lealtad con León y con la Comunidad y mi trabajo por los leoneses estará donde se crea que soy idóneo.

—Si llegara a ese despacho, se agarraría al autonomismo como ha hecho el actual alcalde José Antonio Diez.

—Es un supuesto, y en ese sin duda sería la defensa de los intereses de León al máximo, pero lo importante son los hechos, la gestión, la responsabilidad, el trabajo y ahí no me iba a ganar nadie. Pero no me interesan los estereotipos sino las realidades. 

—¿Es un error intentar modificar el mapa autonómico?

—Por supuesto, pero es que es constitucionalmente inviable. No estamos para perder el tiempo. Hay muchas cosas que hacer. Mirar hacia la colaboración institucional y gestionar.

—¿El PSOE es el mayor defensor del independentismo por el egocentrismo y egoísmo de Pedro Sánchez, por ignorancia, o porque no cree en el País?

—Yo creo que es por estado de necesidad. Necesita ese mosaico de voluntades y ha sido muy poco cuidadoso en relación a qué apoyan esas voluntades y qué quieren de España y de la nación. Para él son necesarios y a costa de lo que sea.

—Los ciudadanos creen que los políticos de hoy no tienen nivel, ¿viendo a sus colegas del Parlamento regional, compañeros y adversarios, usted qué piensa?

—Hay extraordinarios políticos en la actualidad. Los ha habido antes y ha habido malos y los hay. Los políticos salen de la sociedad y la representan al mismo nivel. Otra cosas es que se sea más crítico, entre otras cosas porque se participa más, se fiscaliza más la labor política. Es un signo de madurez. En todo caso, en cuanto a capacidad, habrá de todo, como en todas las actividades sociales. 

—Más o menos, a trescientos metros de aquí está la cuna del parlamentarismo, ¿cree que sus 80 compañeros de las Cortes lo saben?

—Sí, yo creo que sí. Ha habido numerosos pronunciamientos sobre ello en las Cortes de Castilla y León y estamos muy orgullosos de ello. Por ese reconocimiento de la Unesco. 

—¿Se avergonzaría Alfonso IX hoy de nosotros?

—Tendría que estar decepcionado consigo mismo si hemos tomado una deriva que no era la que pensó. Es un defecto que tenemos los españoles, que creemos poco en nosotros mismos. Pero tenemos numerosas fortalezas y muchos ejemplos, pero es que a veces tratamos de ocultar lo bueno al contrario de otros países. Y eso es malo. 

—¿Piensa usted también que la derecha está condenada a acudir a las urnas unida o de lo contario estará abocada al fracaso?

—Sin duda, el pensamiento de centro derecha dividida es la opción perfecta para la izquierda. Y lo estamos viendo, una izquierda que gobierna a duras penas, con ese conjunto de formaciones algunas de pasado vergonzoso o de contenido ideológico vergonzoso. Sin división de centro derecha no habría gobierno de izquierda.

Entrevista del director de Diario de León, Joaquín S. Torné, al consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León

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