Diario de León

Renfe extiende ahora el caos del tren a la línea León-Ponferrada

La conexión del Regional Express acaba en un doble transbordo a autocar al prever por error que no había maquinista

Un Alvia en la rampa de Brañuelas. DANIEL PÉREZ LANUZA

Un Alvia en la rampa de Brañuelas. DANIEL PÉREZ LANUZA

León

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Las incidencias desbordan el servicio ferroviario en León, que saltan el cerco d ella alta velocidad. Ayer, la línea que conecta León con Galicia, a través de Astorga y Ponferrada, se contagió de la ola de desajustes que salpica desde hace más de dos meses los enlaces AVE y Alvia con la capital de España. El asunto llegó al punto de confundir al propio personal de la compañía, damnificado también por ese estado de saturación que trasluce de las parrillas de la estación leonesa.

El Regional Express entre León y Ponferrada protagonizó una odisea; no partió a las 7.05 horas por falta de disposición de maquinista; (esta es la causa oficiosa de la suspensión; fuentes oficiales de la compañía ferroviaria rehusaron hacer comentarios al respecto); en lugar del tren, se dispuso un transbordo de viajeros a un autocar, que completó el trazado por carretera hasta la capital berciana, con entradas en todas las plazas y estaciones en las que tiene fijadas paradas el convoy regional. A mitad de recorrido, fue preciso el cambio de vehículo; el autocar convencional que inició la sustitución del tren, por otro de menor capacidad y volumen, porque las dimensiones del primero hacían imposible su acceso a las estaciones que jalonan el trayecto en esta línea. El relevo del vehículo se realizó en Astorga, para evitar extender más las incomodidades para los usuarios.

Hay una segunda parte del contratiempo; en el transbordo intermodal, autocar en vez de tren, carretera en vez de vía, no fueron incluidos los viajeros que salían de León con dirección a Monforte, al entender que no habría continuidad posible más allá de Ponferrada. Esta previsión resultó errónea; porque en esta estación esperaba un tren (de la serie 121, que habitualmente mueve también combinaciones del regional y media distancia) para dar continuidad desde la nueve y diez de la mañana al servicio que no pudo iniciarse en León dos horas antes. En ese tren sí había maquinista.

La línea que abre las conexiones ferroviarias de León hacia el oeste se ha colocado como paradigma de necesidad de mejora, estructural y técnicamente, para que sirva de resorte en la ampliación del eje prioritario de mercancía del Corredor Atlántico hacia el noroeste del país. En los últimos meses, por adecuaciones en los tramos de ferrocarril más próximos a la capital leonesa, en esos trechos denominados como bifurcación Galicia, ha asumido como incidencia habitual el traslado del pasaje hasta la estación de Quintana de Raneros.

Una anécdota frente a la cadena de desajustes que acompañó ayer el avance a primera hora de la mañana del Regional Express, ante la previsión errónea de que no había posibilidad de contar con un maquinista para dar continuidad al trayecto desde Ponferrada a Vigo.

El Alvia de la tarde

En el rosario de contratiempos que afectaron ayer a las conexiones ferroviarias con León, se suma el del Alvia, que parte a las 18.35 de Chamartín. A pocos metros de iniciar el trayecto, un problema con el sistema de frenado obligó a detener la unidad, emprender un reseteo del sistema, por casi cuarenta y cinco minutos. Cuando retomó la marcha, con la vista aún del horizonte urbano de la capital de España, había acumulado casi una hora de retraso. Los afectados podrán reclamar una compensación a la compañía.

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