Diario de León

ALBERTO HERNÁNDEZ MORENO | DIRECTOR GENERAL DEL INCIBE

«El polo de conocimiento del Incibe va a traer más empresas a León»

Alberto Hernández destaca la consolidación de Incibe como referente internacional. JESÚS F. SALVADORES

Alberto Hernández destaca la consolidación de Incibe como referente internacional. JESÚS F. SALVADORES

León

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«La ciberseguridad está cambiando». No sólo porque frente a un despegue de los ciberdelitos se plante una capacidad de detección y reacción cada vez más temprana y eficaz, y un desarrollo de herramientas tecnológicas punteras a nivel internacional. Hoy las funciones del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) van mucho más allá. El instituto es «un facilitador, una herramienta del Estado» para actuar tanto en la defensa de ciudadanos y empresas como en el impulso de una industria nacional competitiva en el sector, sin perder de vista el posicionamiento de España como referente internacional en un ámbito que cada vez exige más esfuerzo y profesionales. Ahí entra otra de las patas en las que el instituto hace hincapié: la detección e impulso del talento. En un entorno globalizado, a León llegan miles de congresistas en los eventos que organiza el Incibe, el crecimiento de la entidad se materializa en más empleos de calidad y su papel de foco del conocimiento coloca a la ciudad como punto de cercanía en el que ubicarse para favorecer la transferencia.

—¿Cuáles son los proyectos que desarrolla actualmente el Incibe, y qué propuestas tiene de cara al futuro?

—Los proyectos actuales responden al Plan Estratégico hasta 2020, que tiene tres líneas básicas de actuación. La ciberseguridad está cambiando, y dentro de nuestro primer objetivo, que es la protección del ciudadano y el sector privado, nos volcamos en la concienciación para que se convenzan de que tienen que protegerse y en la detección de los ciberataques. El año pasado detectamos más de 111.500 ciberataques desde León, que comprometían a cientos de miles de sistemas. Y no sólo se detectan, se comunican y se ponen las herramientas para solucionarlos. En 2014 fueron 18.000 los incidentes detectados. Cada vez dedicamos más recursos a este apartado, porque los atacantes utilizan técnicas más sofisticadas. Utilizamos big data, inteligencia artificial, machine learning,... Ocurren más incidentes, pero también detectamos y frenamos mayor número. Las otras dos líneas de actuación del Incibe se centran en el apoyo tecnológico a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el desarrollo de una industria nacional en ciberseguridad competitiva a nivel internacional.

—La I+D+i es una de sus fortalezas. ¿Cómo articulan esta política?

—A nivel internacional sorprenden nuestros proyectos en relación con nuestro tamaño. Somos una organización muy eficiente. Y una de nuestras líneas de trabajo es el apoyo a la investigación. Ahí actuamos como facilitador, somos una herramienta del Estado para avanzar en ciberseguridad. Un campo en el que hay gran actividad, según nuestros estudios en España existen al menos 108 centros de desarrollo y más de 1.100 investigadores. Para intercambiar el conocimiento y fomentar proyectos conjuntos creamos la Red de Excelencia Nacional de I+D+i en Ciberseguridad.

—El esfuerzo es también importante en el impulso a la industria del sector y la aceleración de startups.

—La ciberseguridad es una oportunidad empresarial, el mercado así lo dice. Actualmente mueve unos 86.000 millones de dólares a nivel mundial y crece al 13% anual; se estima que en cuatro años estará por encima de los 196.000 millones de dólares. Europa, y España, tienen que jugar un papel más importante en este escenario. De las 500 mayores empresas de ciberseguridad del mundo sólo 14 son europeas, la mayoría son de EE UU y asiáticas. Tenemos mucho que mejorar.

—En este entorno de crecimiento ¿cómo está desarrollándose el polo de ciberseguridad en León?

—Todo el ámbito empresarial tecnológico está creciendo. Muchas de las empresas españolas, aun siendo pequeñas, son competitivas y tienen mucho talento, pero es necesario que vayan a más a nivel internacional. El mercado actual es global, estar ubicado en uno u otro lugar depende de beneficios como la calidad de vida, el acceso a las viviendas o las oficinas,... ¿Qué está generándose en torno a Incibe? Un polo de conocimiento que puede beneficiar a las empresas y generar nuevos proyectos. Es evidente que el estar cerca del instituto permite un acceso más rápido al conocimiento, por eso estamos en conversaciones con varias empresas que en el futuro quieren establecer centros de trabajo en León para estar más cerca de nosotros. Aunque la ubicación geográfica de la empresa tiene cada vez menos sentido. Por otra parte tenemos también equipos de investigación muy buenos con la Universidad de León, que generan profesionales de alta cualificación. Por eso en la ciudad se dan las condiciones para generar un tejido industrial potente en ciberseguridad.

—Los proyectos de impulso de vocaciones tecnológicas en seguridad y apoyo al talento se han intensificado también en los últimos años.

—Cuantas más empresas de ciberseguridad tengamos en España, y más potentes e internacionalizadas, mejor. Para eso necesitamos productos y servicios innovadores y competitivos; lo que exige un gran esfuerzo en investigación y desarrollo, y una capacidad ágil de transferencia del conocimiento a la industria. Necesitamos ser un referente reconocido a nivel internacional y posicionarnos como país puntero en ciberseguridad. Y todo eso tienen que hacerlo profesionales, por eso tenemos que trabajar duro en la motivación y la formación. Actualmente hay una enorme carencia de profesionales a nivel mundial, los estudios señalan que el año que viene habrá una demanda no satisfecha de más de un millón de profesionales en ciberseguridad sólo en Europa. Por eso desde Incibe desarrollamos un plan de identificación y promoción del talento, que arranca de los colegios de secundaria, en los que hacemos una labor de motivación como campo de desarrollo profesional. Y desde ahí seguimos hasta la universidad, donde financiamos la formación específica y asesorada a través de másteres y becas de posgrado.

—¿Comparte la preocupación general por la falta de vocaciones tecnológicas, especialmente femeninas?

—La ciberseguridad es una oportunidad para mejorar la diversidad de género y luchar contra las desigualdades sociales, también contra la violencia de género. En León organizamos el primer Foro Internacional de Género y Ciberseguridad, y colaboramos con el proyecto de mujeres stem e identificamos referentes femeninos en este campo.

—¿Cómo avanza su programa de aceleración de startups?

—Estamos mejorándolo para que tenga un mayor número de inversores y mentores, incrementando el número de proyectos a impulsar. Pero Incibe no está solo ahí, apoya todas las iniciativas que van por el mismo camino, para que se produzca este impulso a nivel nacional y se aproveche la oportunidad de mercado.

—¿No hay una dispersión de esfuerzos, sería mejor unificar todas las iniciativas en un solo organismo?

—Hay ocasiones en que la centralización es importante, pero en este caso las autonomías tienen muchas competencias delegadas, y hay que aprovechar toda esa capacidad de desarrollar la industria. Un ejemplo es el caso de la compra pública innovadora que se ha puesto en marcha con la Junta de Castilla y León, un mecanismo público por el que se identifican las necesidades y la administración dota de los recursos e Incibe del asesoramiento. Se resuelve un problema y se desarrolla una herramienta que puede ser comercializada en otras zonas. Pero cada autonomía tiene sus necesidades, sería bueno trabajar sobre las fortalezas específicas e impulsar iniciativas de este estilo en cada región.

—La protección a menores es uno de los ámbitos en los que más se han volcado.

—En febrero de 2017 se constituyó el Centro de Seguridad del Menor en Internet (IS4K), para mejorar la concienciación de niños, padres y educadores y que pone a disposición un teléfono (900 116 117) gratuito de lunes a domingo de 9.00 a 21.00 horas. Cualquiera puede llamar y hay un equipo multidisciplinar para ayudarle. Pero hemos ido más allá, y este teléfono ya no atiende sólo incidentes de menores, también de empresas, profesionales, problemas personales,... Esto ya está en funcionamiento.

—¿Qué retos plantea la realidad 5G?

—Muchos, como todas las tecnologías. Será una gran oportunidad de desarrollo de la sociedad, pero entraña vulnerabilidades. Está desarrollándose un plan para minimizar los problemas.

—¿El caso del ciberdelincuente leonés conocido como Lupin, recientemente detenido, qué pone en evidencia?

—Ser delincuente es una opción para algunas personas, en el ciberespacio o fuera de él. Aunque es cierto que el espacio físico te limita, y el ciberespacio permite acceder a miles de lugares a la vez. Todas las acciones tienen impacto en milisegundos, y además es un impacto asimétrico, con poco esfuerzo la repercusión es enorme. Además permite el anonimato. No es que el ciberespacio permita que haya más delincuentes, sino que con menos riesgo obtienen más beneficios. De hecho el año pasado se registró un incremento de los ciberdelitos, y el 50% de los que afectaron a ciudadanos y empresas fueron ciberataques de fraude, de robo de dinero.

—¿Es una tendencia creciente?

—Sí, porque estamos hiperconectados, y todos nuestros dispositivos son susceptibles de ser atacados. Si están seguros es más difícil, pero el año que viene habrá 50.000 millones de dispositivos conectados en el mundo. Y el internet de las cosas y el aumento de dispositivos interconectados van a agravar el problema.

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