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Pontvianne: «Las empresas tienen que salir del armario y contar lo que aportan»

Empresa Familiar llama a sortear el "caciquismo absurdo de pueblo" y crear sentido de Comunidad

César Pontvianne, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, y Joaquín S. Torné, director de Diario de León. RAMIRO

César Pontvianne, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, y Joaquín S. Torné, director de Diario de León. RAMIRO

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«Las empresas tenemos que salir del armario para contar lo que hacemos, lo que aportamos, y para exigir participar en las decisiones que nos atañen». Una labor de lobby que corresponde en el caso de la Comunidad a la asociación que es responsable de más de 73.000 familias, los puestos de trabajo que crean las 161 sociedades agrupadas en Empresa Familiar de Castilla y León, con un nivel de empleo sólo por detrás de los casi 80.000 empleados de la Junta, y que es responsable del 20% del PIB autonómico, 11.300 millones de euros. «No queremos pagar menos impuestos, sino los que nos corresponden. Pero debemos opinar sobre lo que se hace con ellos. Y hemos conseguido que se nos tenga en cuenta a la hora de legislar».

Así se expresó ayer el presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, César Pontvianne, durante la jornada sobre los retos de estas sociedades organizada por el Club de Prensa de Diario de León. Un encuentro en el que llamó también a «superar el caciquismo de pueblo absurdo que hay en muchas de las provincias de la Comunidad. En Castilla y León no se ha abierto aún el debate sobre qué queremos ser de mayores, seguimos peleando por cosas que tenían que estar superadas, como la capitalidad». Abogó también por la racionalización de los recursos: «Vamos a hacer un aeropuerto bueno en lugar de varios que no funcionen, y tiene que estar en el centro de la Comunidad, que es Valladolid. No podemos tener de todo en todas partes, y los políticos no pueden ir de una provincia a otra prometiendo en todas partes que van a hacer de todo».  

Pontvianne se refirió a modelos de éxito que Empresa Familiar ha impulsado en la Comunidad, como el Plan de Crecimiento Innovador. «Con la Junta y el Banco Europeo de Inversión se han invertido 90 millones en préstamos participativos, para que las empresas crezcan y creen empleo. 43 empresas han incrementado su facturación un 15% y se han creado 2.000 nuevos empleos. Estamos ultimando la firma de un nuevo paquete de ayudas de 200 millones. El plan que plantea el Gobierno central en este sentido destina 400 millones de euros a crear mil empleos. Eso quiere decir que algo estamos haciendo muy bien en Castilla y León».  

El presidente de Empresa Familiar se refirió también a la necesidad de incidir en un modelo educativo eficaz, que no se centre sólo en los estudios universitarios y que convierta la FP Dual en un modelo efectivo. «En todo caso la educación en la empresa tiene que empezar en el colegio, que los empresarios contemos a los niños lo que somos antes de que otros les cuenten lo que no somos. Y que vean que tienen futuro en su tierra». Lamentó que «se haya olvidado la educación en todos los debates políticos».  

También advirtió sobre las repercusiones de la incertidumbre política y la falta de presupuestos generales en la actividad empresarial. «El dinero siempre es miedoso, y más cuando estamos ante una desaceleración que anuncia una crisis sin paliativos. Dos años sin presupuestos suponen una parálisis que tiene un alto coste empresarial».  

Un entorno en el que la demandada subida salarial de los empleados es «un tema a debatir. El que está cansado es el empresario. Y en este país hay que abrir de una vez el debate de la productividad, del variable».  

El presidente destacó que 9 de cada 10 empresas de la Comunidad son familiares, y generan 7 de cada diez empleos, «el mayor generador de empleo». Destacó como características el arraigo y la continuidad, el ser más fuertes ante la crisis y la capacidad de innovar y adaptarse a los clientes. «Son empresas con raíces en el territorio, que contribuyen a su desarrollo. Una sociedad es lo que son sus empresas. No son tigres a abatir ni vacas que ordeñar, son los caballos que tiran del carro del desarrollo».

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