El PP hace pinza con Cs y la UPL para limitar el poder de Diez al margen del Pleno

El margen de maniobra del PSOE para gobernar el Ayuntamiento de León quedará mermado. El PP, Ciudadanos y la UPL hicieron pública ayer la moción con la que aprobarán por mayoría revocar cuatro de las seis competencias que el Pleno tiene delegadas en la actualidad en la junta de gobierno. La modificación es sustancial. Los socialistas tendrán que lograr sumar mayoría para actuaciones, al tener que someterlas a la aprobación del órgano en el que están representados todos los partidos, en lugar de conseguir la ratificación fácil en la comisión que están tan sólo ellos más su socio de Podemos.

La revocación de funciones da la vuelta al acuerdo que se aprobó el 24 de julio del pasado año. En esa sesión plenaria, se acordó que la junta de gobierno, en la que están sólo el PSOE y Podemos, no tendría que pasar por el Pleno la contratación de la redacción y la aprobación de los proyectos de obras y servicios cuando sea competente para su contratación o concesión, y aun cuando no estén previstos en los presupuestos; la autorización o denegación de la compatibilidad del personal; el establecimiento y modificación de precios públicos; la delegación de las facultades que, en materia de contratación, atribuye al Pleno la Disposición Adicional Segunda de la Ley 9/2017; el ejercicio de acciones judiciales y administrativas; y la solicitud de subvenciones a otras administraciones. Ahora, sólo le quedarán las dos últimas, pero perderá las que le permiten tener las manos más sueltas para la agilización de las actuaciones.

El argumento de la agilidad fue el que utilizó entonces Diez para argumentar su propuesta, a pesar de que cuatro años antes había votado en contra de que el PP tuviera delegadas las mismas funciones, más una adicional. El socialista entendía en 2015 que eran «lo suficientemente importantes para que en un momento político» como el que se vivía, en el que nadie se aproximaba «a una mayoría absoluta», se viera que «de verdad existe el debate y la transparencia, el consenso y el diálogo». Pese al giro de discurso, el alcalde sacó adelante el acuerdo gracias al apoyo del PP y Ciudadanos, que aludieron en ese momento a la «coherencia» de permitir lo que habían disfrutado en su acuerdo de gobierno. Sólo votaron en contra la UPL, , como habían hecho cuatro años antes, y Nicanor Pastrana, quien aún no formaba parte del gobierno municipal con los votos de Podemos; los dos grupos que luego sustentaron los presupuestos.

El mantenimiento de los leonesistas en la misma postura ha hecho que ahora reviente el acuerdo. Lejos del voto de entonces, el PP inciden ahora en la «caótica situación de gasto por parte del equipo de José Antonio Diez» para que el Pleno recupere «unas delegaciones que tienen una fundamental importancia y transcendencia en el funcionamiento municipal y debería tenerla en la transparencia obligada, diálogo y consenso que debe regir toda decisión municipal». «Son aún más importantes en un momento en que los ciudadanos reclaman otra forma de funcionamiento de las instituciones con debate, con transparencia, con consenso que en casi este año transcurrido han brillado por su ausencia y que hace que las causas por las que se efectuaron las delegaciones hayan decaído totalmente», insiste el popular Antonio Silván. El exalcalde abunda en que «la coherencia, la sinceridad y la responsabilidad han abandonado las actuaciones tanto del equipo de gobierno como de José Antonio Diez, que continúa con su actitud soberbia y sin la participación de los colectivos de la ciudad»; una postura que «se ha acentuado en los más de dos meses del estado de alarma» y que hace que el regidor se encuentre en «una huida hacia adelante»

Al texto, en el que se advierte de que «hay que rediseñar el presupuesto municipal orientando y priorizando los recursos públicos hacia ayudas a los más vulnerables y a los sectores productivos», se sumó Ciudadanos. La formación naranja, que el pasado viernes adelantó que se lo estaba «pensando», ayer respaldó que «la falta de participación, de información y transparencia ha desembocado en desconfianza en la gestión municipal». «Por la unilateralidad en la toma de decisiones, la soberbia por continuar con el gasto público planteado en 2019, como si no hubiera existido una pandemia mundial que esta destrozando familias y hundiendo nuestro tejido empresarial, sin que el alcalde quiera poner ninguna solución sobre la mesa, nos hemos visto abocados a tomar esta decisión», comunicó Gemma Villarroel.

Aunque sin estar «de acuerdo al 100% con los razonamientos del texto», la UPL justificó su apoyo «por coherencia» con «el fondo del asunto». «La soberanía municipal se encuentra en el Pleno y es un subversión de la democracia mantener estas delegaciones en la junta de gobierno» expuso el leonesista Eduardo López Sendino.