Primaria y el Hospital coordinan esfuerzos para agilizar las listas de espera

Atención Primaria y el Hospital de León acaban de dar un paso más en coordinación con la vista puesta en reducir las abultadas listas de espera, prestar mejores servicios asistenciales a la población y ‘marear’ menos a los pacientes con derivaciones innecesarias entre los centros de salud y el Complejo Asistencial Universitario (Caule).

Para ello han sellado cuatro protocolos de actuación que incidirán en una atención más ágil y ajustada a las necesidades de los enfermos de los servicios de Neumología, Traumatología y Reumatología, Ginecología y Planificación Familiar y Urgencias.

En los documentos se reconoce que la relación entre los médicos de familia de Primaria y el servicio de Neumología del Hospital «ha sido escasa y discontinúa en el tiempo», algo que se pretende cambiar para un mejor seguimiento de los pacientes con epoc, asma, tos crónica, tabaquismo e incluso covid, cáncer de pulmón y oxigenoterapia.

También se da un giro importante en las dolencias del aparato locomotor, que representan el 30% de los consultas a los facultativos de cabecera con derivación de más del 10% al Hospital. La idea es rearmar los centros de salud con fisioterapeutas, para lo que se acaban de incorporar ocho a la plantilla, que llevaba años estancada en 17 profesionales, para agilizar la atención y liberar, además, a Traumatología de una carga de trabajo que genera muchas demoras y quejas de los pacientes.

De hecho, salvo que sea un caso claro de traumatología, a los pacientes con lumbalgias crónicas, hombro doloroso, metatarsalgias... les verá primero un fisioterapeuta que le pondrá un tratamiento con el que mejore y se le pueda dar el alta. En caso contrario, se remitiría al enfermo a Traumatología desde donde valorarán si necesita cirugía o un rehabilitador del Hospital.

Traumatología es la especialidad con mayor lista de espera en el Caule, con 557 de sus 2.260 pacientes que llevan más de un año aguardando por una cita y 688 entre 181 y 365 días. De ahí la importancia de la coordinación entre escalones asistenciales para aliviar esas demoras. Igualmente, para no saturar las Urgencias hospitalarias, Primaria puede ejercer un filtro esencial como ya demostró en la pandemia. En Ginecología, la mayoría de las revisiones se procurarán realizar en los centros de salud y en los casos de constatación de tumores se realizaría una rápida derivación con la mayoría de las pruebas ya realizadas al Hospital.

El refuerzo de la coordinación también pretende ahorrar interconsultas. El año pasado se efectuaron 115.923. Al repasar los listados, el mayor número se cursó desde el centro de salud de Eras de Renueva, que es también el que mayor número de tarjetas sanitarias atiende.

Sus facultativos solicitaron 14.508 confirmaciones de diagnóstico a los especialistas del Hospital, 8.000 menos que el año anterior. Le siguieron La Palomera y José Aguado II, que cursaron 9.625 y 8.749 interconsultas respectivamente. En el otro extremo, desde los centros de salud con menor población asignada, Riaño y San Emiliano, se pidió ayuda para determinar las posibles enfermedades de 448 y 472 pacientes.

El modelo de gestión integrada de atención primaria y atención especializada se incluye en el compromiso de mejora de los servicios sanitarios, que revela nuevas iniciativas por parte del Sistema de Salud de Castilla y León. También las nuevas unidades de diagnóstico rápido, son ejemplos de una mayor coordinación en la planificación de los programas y actuaciones de salud para impulsar procesos de atención compartidos.

Reducir las listas de espera, desbocadas tras la pandemia, es uno de los retos más importantes que tiene encima de la mesa Sanidad, que ya anunció que disminuirá las demoras en los próximos meses con el Plan de Ordenación de las Listas de Espera (Pole) que se inició el pasado mes de abril.

Para ello se actuará sobre las demoras máximas para que a finales de 2021 ningún paciente de la lista estructural tenga más de 300 días de demora máxima; y que a finales de 2022 se acerque a los 90 días. El plan analizará las plantillas de los servicios quirúrgicos y de anestesia, para abordar las posibles situaciones de merma, potenciar la actividad de tarde en aquellos centros donde no haya suficientes quirófanos, y un análisis específico de la lista de espera quirúrgica de cada hospital y su evolución.

El verano no logró mitigar las listas quirúrgicas en la provincia. Al contrario, la época estival sumó un 10% de pacientes que aguardan por una operación en los hospitales de León y el Bierzo hasta 11.812 personas.