El programa de sustitución de satélites desde León generará 150 empleos cualificados

Antes de que acabe el verano comenzará en el Campus de Vegazana la construcción de una nave para ensayos aeroespaciales. Un proyecto que nace de la vinculación de la Universidad de León, a través de su profesor Jesús Gonzalo de Grado, y la empresa de servicios de ingeniería e I+D Altran que servirá para el desarrollo de dirigibles estratosféricos —una alternativa a los satélites de comunicaciones actuales— que precisará de la contratación de más de 150 trabajadores altamente cualificados.

La nave, con capacidad para albergar estos dirigibles del tamaño de un campo de fútbol, ya está en proceso de licitación y el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, explica que aunque la construcción del edificio correrá de mano de la institución académica, y la gestión de la Escuela de Ingenierías, servirá para el desarrollo de los prototipos que, como adelantó Diario de León esta semana.

En una primera fase, que ya está en marcha con el desarrollo del prototipo, se generarán 30 puestos de trabajo «altamente cualificados», como explican tanto Marín como el director I+D Division Aeronautica, Espacio y Defensa en Altran España, Íñigo Ezquerra, que superarán los 150 antes de 2022, con el proceso de industrialización del dirigible.

Este proyecto cuenta también con el respaldo de la Junta de Castilla y León, a través del Icte, que lo seleccionó como un proyecto estratégico con una subvención para tres años de 24 millones de euros. De hecho, el papel de la Universidad de León ha sido «decisivo», como apuntan tanto Marín como Ezquerra —quien suma también la «implicación» del Ayuntamiento—, para que la empresa, que ya contaba con una sede en Valladolid, inaugure este mismo mes una nueva delegación en el Parque Tecnológico de León, paso que estaba previsto para el pasado mes de marzo, aunque se vio paralizado por la pandemia del coronavirus. Las pruebas de vuelo de los desarrollos obtenidos en la Universidad se realizarán desde las instalaciones del Aeropuerto de León.

El rector de la Universidad de León destaca el hecho de que el personal que demanda la empresa son perfiles altamente cualificados, fundamentalmente ingenieros Aeronáuticos, aunque también de otras especialidades como Mecánica o Industriales, que no tendrán que emigrar de la ciudad una vez que concluyan su formación. Además del empleo para los jóvenes leoneses, Marín añade el potencial tanto para la Universidad como para la escuela de Ingenierías y la propia ciudad de un proyecto de estas características: «Hay que estar en el mapa».

La construcción de la nave cuenta con un presupuesto de 800.000 euros y está diseñada como una nave prácticamente diáfana en la que se pueda trabajar con los dirigibles, con unas dimensiones de más de 80 metros de largo, además de su gran volumen. La nave se levantará al lado del Módulo de Investigación Cibernética, en el mismo flanco que la Facultad de Educación, y frente a la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial, de quien dependerá directamente, como ya lo hace el MIC. Además del hangar donde se desarrollará el modelo del dirigible estratosférico, donde habrá un puente grúa para el desplazamiento del mismo y de la maquinaria, la nave dispondrá de un taller, un almacén, sala de una pequeña dimensión para albergar maquinaria, además de las oficinas y demás servicios.