Puente Castro pide su centro cívico
Critican que «duerme en el cajón» aunque el Ayuntamiento cobró 1,6 millones.
Los vecinos también demandan el arreglo del puente medieval.
Los vecinos de Puente Castro quieren su centro cívico. Así lo reivindican desde la asociación de vecinos Aljama, que critica que la construcción de este centro «hace años duerme de cajón en cajón», aunque el Ayuntamiento de León haya cobrado 1,6 millones de euros de los promotores.
No es la única reivindicación de los vecinos del barrio, que piden el arreglo de su singular puente medieval así como la «urgente apertura» del acceso provisional hacia la Lastra, «anunciadas ambas por el equipo de gobierno y sin indicios de actuación».
En el caso del vial que comunicará la Lastra y Puente Castro, el Ayuntamiento anunció el pasado mes de agosto que asfaltará el camino como medida provisional para tratar de arreglar el problema que ha suscitado la aparición de restos de una ciudad romana, cuestión que impide realizar el vial como estaba previsto.
Una solución definitiva requeriría una inversión mayor que garantice la conservación de estos restos o incluso su musealización.
Recuerdan también que el centro de mayores de Puente Castro hace un mes que está sin luz y piden conocer cuál será el horario de la biblioteca del barrio y del centro de interpretación cultural para poder desarrollar actividades.
Asimismo los habitantes de Puente Castro subrayan que un tema pendiente del barrio es la modificación de la ubicación y alojamientos «de integración social» de próxima construcción.
«Tema sobre el que la solución depende únicamente de devolver las viviendas al lugar de su origen y en la cantidad inicialmente aprobada» para acceder a la subvención de la Junta que, significan, «ya cobró en su día el ayuntamiento» y que es de tres millones de euros.
Destacan que la modificación de este proyecto, realizada en octubre de 2008, «fue el inicio de movilizaciones vecinales sin precedentes, multitudinarias quejas y trece manifestaciones desde Puente Castro».
Unas movilizaciones, señalan, que los vecinos están dispuestos a reiniciar «si no son escuchadas sus justas aspiraciones de mejorar el barrio con equipamientos y no perjudicarlo con más cargas sociales». Recuerdan que ese proyecto es el de Viproelco/El Portillo.
La asociación Aljama también critica que hace más de dos semanas que intentan saber a través de su concejal de barrio qué decisiones se tomarán con algunos problemas puntuales de urgencia, como es el caso del centro de mayores.
También añaden otras cuestiones sobre los colectores o el tráfico, «sobre los que los vecinos necesitan información y participación, sin haber obtenido respuesta alguna del consistorio».
«Son cuestiones algunas de urgencia y otras que deberían ser del máximo respeto hacia los vecinos y un barrio lastrado con viejos problemas y cargas sociales que solamente quienes dirigen el consistorio pueden dar soluciones y no largas agravando la situación», afirman.