Diario de León

Una generación frente al futuro

Los recursos de los jóvenes siguen cayendo pese a la recuperación y lastran sus condiciones de vida

León pierde en diez años un 41% de los asalariados de menos de 35 años, y un 46% de las rentas que generaban

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Los jóvenes no sólo son los grandes perdedores de la crisis económica, sino también de la recuperación. Sus ingresos son aún sensiblemente menores a los del inicio de la recesión económica, pero sobre todo su riqueza (los bienes que acumulan) se ha desplomado y no parece encontrar la fórmula para recuperarse. Por primera vez una generación de españoles vivirá en peores condiciones que las anteriores. Y acumulará además problemas de cara a sus condiciones económicas en la jubilación. Son algunas de las conclusiones de la última Encuesta Financiera de las Familias publicada por el Banco de España, que se ponen de manifiesto con claridad en la provincia. Los jóvenes ganan menos que antes de la crisis y la recuperación les deja ingresos más bajos, además de una evidente dificultad para acceder a la vivienda. Lo que se traduce también en que buena parte de sus ingresos se va en alquileres, es decir, hacia rentas más altas que tienen la propiedad de esas viviendas.

A falta de datos estadísticos sobre la riqueza total que acumulan los leoneses según su edad, las ganancias que declaran en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) son muy elocuentes sobre la situación económica en la que se encuentran. El conjunto de los asalariados de la provincia ha caído de manera muy importante entre 2008 y 2018, y también se ha reducido el salario medio anual que perciben. Especialmente entre los cotizantes menores de 35 años, donde no sólo se observa un evidente desplome del número de trabajadores, sino sobre todo de las rentas que perciben.

A la baja

En 2008 declaraban a Hacienda en León 201.539 trabajadores por cuenta ajena, que sumaban unos ingresos conjuntos de 3.681 millones de euros. Es decir, un salario medio anual de 20.066 euros. En 2018, el último ejercicio publicado por la Agencia Tributaria, son 173.935 los asalariados que declaran su renta, un 13,7% menos de trabajadores cotizantes. Cuyos ingresos conjuntos anuales son de 3.277 millones de euros, un 9% menos que en 2008. Ya que el salario medio anual también ha bajado, hasta los 18.842 euros (un 6% menos) queda en evidencia la desigualdad con la que han evolucionado los salarios según los tramos de edad.

Los asalariados de menos de 35 años cayeron drástricamente, y cobran un 8,6% menos que en 2008

Dentro de esta fotografía general la evolución tanto del número de trabajadores como de los salarios que perciben los menores de 35 años, sobre cuyo empobrecimiento llama especialmente la atención el informe del Banco de España, es preocupante en León. En los diez años analizados por sus cotizaciones salariales, los declarantes de menos de 35 años en la provincia se han reducido en un 41%. Y los salarios que perciben han caído un 46%. El salario medio anual que percibe este colectivo joven sigue un 8,6% por debajo del que cobraban antes de la crisis. El desplome es mucho más evidente entre los trabajadores más jóvenes.

En 2008 declaraban el IRPF en la provincia 84.329 menores de 35 años. La fuga de jóvenes y las dificultades para acceder al mercado laboral se traducen en que en el último ejercicio fiscal había sólo 50.025 cotizantes en estas edades.

Los ingresos de este joven colectivo suponían en 2008 1.150 millones de euros, mientras que en el último ejercicio fiscal publicado se habían reducido hasta poco más de 623 millones. El mayor desplome se centra en los trabajadores que aún no han llegado a la mayoría de edad: los menores de 18 años que cotizaban en 2008 eran 1.250, y cobraban una media de 3.829 euros al año (lo que evidencia que sus contratos eran primeros trabajos en épocas determinadas). El último dato desploma el número de jóvenes cotizantes hasta 255, con unos ingresos conjuntos de 314.662 euros, una media de 1.234 euros anuales. Menos de un tercio que hace diez años.

Los jóvenes que cotizan como trabajadores por cuenta ajena cayeron un 41% en diez años

El número de trabajadores entre 18 y 25 años ha caído también de forma drástica, desde los algo más de 27.000 de 2008 a los 14.153 de 2018, casi un 48% menos. De los 240 millones de euros que ganaban entonces han pasado a 91 millones, un 62% menos. Su salario pasó de una media de 8.870 euros anuales a una que no alcanza los 6.500 euros.

En cuanto al colectivo ya con mayor consolidación en el empleo, el que abarca a los jóvenes entre 26 y 35 años, pasó de más de 56.000 cotizantes a 35.617. Y sus ingresos de 905 millones a 532. La percepción media pasó de 16.149 euros a 14.947. Un 7,4% menos, lo que evidencia que a menor edad, mayor pérdida salarial se ha registrado en este período.

Renta sin recuperar

El informe del Banco de España señala que las familias no han recuperado la renta de antes de la crisis, si se atiende al valor de sus propiedades. Pero llama la atención especialmente sobre los jóvenes, a los que define no sólo como los grandes perdedores de la crisis, sino también de la recuperación. Los menores de 35 años en el conjunto del país han visto cómo sus ingresos caen un 22% desde 2008, frente a la media del 1,5% del conjunto de los hogares.

La vivienda en propiedad ha caído especialmente entre los hogares jóvenes de rentas más bajas

Su pérdida de riqueza se debe fundamentalmente a que se han quedado fuera del mercado inmobiliario, ya que la vivienda es el principal bien de las familias en un país que sigue aferrado a la propiedad. En el aspecto de los sueldos, los jóvenes ingresan menos que antes de la crisis en concepto salarial, y también cobran menos cuando entran en el mercado laboral que las generaciones anteriores.

Una situación que no sólo tiene repercusiones en la actualidad, y en las condiciones de vida de los jóvenes (por ejemplo que tardan más en independizarse); sino que tendrá consecuencias en su futuro, a la hora de su jubilación.

Los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años han sufrido la mayor caída de riqueza neta entre 2014 y 2017, un 43%, y casi el 56% si se contabiliza desde 2011.

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