Diario de León

Convivir con nuevas restricciones

La sala del 091 ha llegado a recibir 500 llamadas en un solo turno este mes

La desaparición de las restricciones está generalizando un aumento de los episodios delictivos a los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado restan importancia o califican de coyuntural. León sigue siendo una ciudad segura a criterio de los efectivos policiales que dependen del Estado y también según la tesis de las que sustenta el Ayuntamiento de León. Aún así, en los tres últimos meses se han registrado seis muertes que han sacudido los medios de comunicación y a la ciudadanía, que ha llegado a efectuar 500 llamadas al 091 en un solo turno de trabajo durante algunas semanas de mayo.

León

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La sala del 091 del Cuerpo Nacional de Policía ha llegado a recibir hasta 500 llamadas en un solo turno de trabajo durante algunas semanas del mes de mayo. La conclusión de las restricciones ha puesto fin a las noches en blanco para los efectivos policiales de la capital. Lo recalca Asdrúbal Rodríguez, jefe del Centro de Identificación y Mando de Comunicaciones, que cada noche centraliza el trabajo de las comisarías de León, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo y Astorga.

«Un turno de trabajo nuestro comprende dos mañanas, dos tardes y dos noches», puntualiza el funcionario policial, procedente de Madrid pero leonés consorte a la postre. «Aquí es todo paz. Enseñaros esto en grandes capitales sería imposible, no podríamos tener cinco minutos libres para explicaros cómo funciona».

Se refiere a la actividad ilustrativa que CNP ofrece a este periódico, que patrulla una noche con los agentes de lo que antes eran los radiopatrullas. Solicitado permiso al Ayuntamiento de León para realizar la misma actividad con la Policía Local de León, se apeló a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia para declinar la propuesta.

El Cuerpo Nacional de Policía dispone cada noche de una media de tres vehículos Z para atender el servicio. A veces se supera esa cifra y otras veces simplemente con dos dotaciones es suficiente. «Nunca sabes cómo va a salir la noche». La del viernes es pacífica. Apenas iniciado el reportaje, ya suena una llamada de auxilio: una mujer ha encontrado a un varón tendido en el suelo en Máximo Cayón Waldaliso, cerca de El Corte Inglés. Dos dotaciones parten a toda velocidad. Respetan los semáforos, eso sí. Otras veces no hay tanta cortesía. «Depende de la urgencia».

Dotación
Por témino medio hay tres vehículos Z patrullando cada noche por las calles de la capital

La víctima es un sujeto que calculó mal la tolerancia al alcohol y la distancia al suelo. Resultado: una intoxicación etílica de cuidado y varios puntos de sutura en la frente., Una llamada al 112 resuelve la llegada de una ambulancia y el traslado al Complejo Asistencial Universitario de León. Una inyección de B-12 le devolverá a la realidad.

«Hay noches tranquilas y noches que se complican. Nunca sabes. Lo mismo tienes un martes de locos que te viene un sábado de calma», insiste Asdrúbal. Es el más veterano del equipo esta noche. «Los chavales que llegan vienen cada vez más preparados, no solo a nivel policial. Son verdaderos expertos en primeros auxilios y físicamente están como aviones. De (la Academia de Policía de) Ávila salen mucho mejor preparados de lo que estábamos nosotros».

Los botellones parecen inevitables. FERNANDO OTERO

Una llamada curiosa sacude la tranquilidad de la noche cuando la primavera se resiste a declararse en todo su fulgor Interpol requiere los servicios de León. Un ciudadano británico amenaza con suicidarse y se pone en conocimiento de Madrid para que habilite una intervención rápida en León. Los agentes se llevan una sorpresa cuando llegan al hotel en el que pernocta el aludido: no tiene ningún problema ni intención alguna de poner fin a su vida. «Estas cosas pasan a veces. Son gajes del oficio».

La sala del 091 es un ejemplo de la evolución de los tiempos. Las multipantallas recogen con localizadores GPS la posición exacta de los agentes (se visualizan con iconos de gorras), de los vehículos y furgonetas (reproducidos con notable fidelidad) y de los radioequipos. Cuando entra una llamada, un solo golpe de vista permite distinguir en qué calle se encuentra la persona que alerta y cuál es el grupo de patrulla más cercano a ese lugar. «Ganas en tiempo de respuesta y reacción», explica el responsable de la sala.

El Centro Inteligente de Mando coordina la actividad. FERNANDO OTERO

Los datos ofrecen una percepción de la realidad que los acontecimientos de los últimos días contravienen. La muerte de un nonagenario en la calle Miguel Zaera en circunstancias no esclarecidas plenamente, los crímenes de Cembranos, Mansilla de las Mulas y La Torre y la aparición del cadáver calcinado de un octogenario en El Crucero o el de la joven desaparecida en Montejos, no tienen demasiada concordancia con las cifras estadísticas del primer semestre del año. Según los datos del Ministerio del Interior, la provincia registró un descenso del 19,2% en la cifra de infracciones penales, 12.560 hasta el 31 de diciembre pasado. El balance del primer trimestre del año está a punto de ver la luz. 2.317 hurtos fueron el epígrafe más significativo.

La pandemia ha impuesto una suerte de mano laxa a la hora de actuar. «Ha sido necesario ser muy restrictivo con las normas de la covid, porque nos estamos jugando la salud de la ciudadanía, pero en otros temas hay que entender también a la gente., Es una situación nueva para todos, hay una sensación de limitación que hay que entender y la gente tiene ganas de desahogarse». De los manidos botellones, el responsable de sala prefiere no comentar nada: «No es competencia nuestra, eso es cosa de la Policía Local y actúan como entienden que deben de hacerlo», explica. «Nosotros solamente acudimos si nos reclaman para que estemos allí».

Servicios fuera
​La Unidad de Prevención y Reacción se desplazó ayer a Madrid por la celebración de la Liga

La sala del 091 tiene un horario nocturno de 22.00 a 08.00 horas. Esta noche está coordinada por María Sol Rodríguez, una experta en la materia que tiene a su mano todas las emergencias policiales de la provincia. «Es el turno más largo de todos, pero es lo que hay» explica con una sonrisa y mucha amabilidad. «A veces te encuentras con gente que llama solo porque quiere hablar y es complicado decirles que tienen que dejarte la línea libre porque puede haber otras llamadas de emergencia», argumenta el responsable del turno. Está reciente todavía el caso del individuo que con dos teléfonos móviles se dedicaba a llamar simultáneamente para bloquear la centralita. «No puedes intervenirle en su teléfono, porque por ley está prohibido para esos casos, pero había que hacer algo porque nos colapsaba el servicio con todo lo que eso supone. Al final se habló con él, se le advirtió de que podía sufrir una multa considerable y dejó de hacerlo. Muchas veces, cuando le tocas la cartera a la gente, es cuando comprenden lo que hay», asevera.

No todos los servicios que se desarrollan tienen por escenario León. La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se desplazó a Madrid ayer para vigilar la fiesta de celebración del título de Liga. De momento, por lo visto, la del ascenso de la Cultural va a tardar un tiempo...

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