San Andrés exige un nuevo centro de salud en Pinilla tras el «fiasco» de las obras
El Ayuntamiento y la asociación vecinal denuncian «el mutismo» de la Junta
Liliana Izquierdo, David Martínez, Camino Cabañas, Yolanda Sacristán y Diego Moreno. DL
La historia del centro de salud de Pinilla va camino de convertirse en un culebrón. El edificio construido con malos materiales en los años setenta sigue profundamente deteriorado tras varios anuncios de reforma frustrados y veinte años de reivindicaciones que comenzaron con la salida del adjudicatario de la cafetería porque iba a comenzar la supuesta rehabilitación. En 2007 parecía que la modernización sería un hecho gracias a 2,2 millones, pero la Junta pidió al municipio «solidaridad» con Babia para destinar esa cuantía al centro de salud de la montaña.
Hasta mayo de 2021 no entraron las máquinas, aunque la ilusión de ver las obras por fin encarriladas se esfumó rápido al descubrir la adjudicataria defectos estructurales de calado no contemplados en el proyecto. La empresa y la Junta no se pusieron de acuerdo en el nuevo coste, dejaron en suspenso las obras y se enzarzaron en un proceso burocrático para romper el contrato y poder readjudicar que aún perdura.
La demora de más de un año en solventar la situación hizo a Sanidad licitar unas obras de urgencia de casi 300.000 euros aún sin empezar para que el desaguisado no fuera a más este invierno, con un edificio a la intemperie con la cubierta retirada. Por eso, tras el «fiasco» de una reforma interminable y desavenencias por la situación real en que se encuentra el inmueble, San Andrés del Rabanedo y la asociación vecinal de Pinilla exigen ahora un nuevo ambulatorio que se construya desde cero. No quieren «chapuzas» sobre un edificio deteriorado que da servicio sanitario a 21.000 cartillas.
La concejala de Sanidad, Liliana Izquierdo, reconoció que llegados a este punto, el Ayuntamiento mantiene como «mejor opción realizar un edificio totalmente nuevo, puesto que hay terreno disponible y sería más económico, más rápido y más efectivo para todos», aunque Sanidad no es partidaria de esa idea. También lamentan «el mutismo» de la Junta respecto a todo lo que rodea la reforma del centro de salud de Pinilla, que la alcaldesa centra tras «el cambio de color» de la Consejería y el relevo en la gerencia de atención primaria de León. «Con Verónica Casado y José Pedro Fernández se hizo un trabajo y un proyecto ambicioso, había comunicación y colaboración con el Ayuntamiento, pero tras los cambios nos quedamos otra vez en el aire, con la misma problemática que teníamos en 2007, sin saber nada», indicó.
Para forzar explicaciones, los procuradores socialistas por León en las Cortes han registrado una pregunta para el pleno de la próxima semana y también solicitan la comparecencia del consejero Alejandro Vázquez para que dé plazos sobre la rehabilitación de Pinilla.
«Parece que no les importan nada los vecinos de Pinilla, de León y de San Andrés», indicó la procuradora Yolanda Sacristán, quien recordó, «que el maltrato actual de la Junta se une al grave retroceso que ya hubo con los recortes del año 2012, que supusieron una gran pérdida tanto de profesionales como de falta de actualización de las infraestructuras de los centros de salud en la provincia». También ve «algo inadmisible que la Junta pretenda hacer un remiendo sobre un edificio viejo, que queda constatado que tiene graves deficiencias». Opina que los vecinos del municipio «merecen un centro de salud nuevo, bien dotado y que les ofrezca los mejores servicios».
Su homólogo Diego Moreno suscribió sus palabras y añadió «que sobre el edificio no se debería sostener absolutamente nada, ni gobernar a golpe de chapuzas y anuncios electorales como ha hecho la Junta».
Por su parte, los vecinos recuerdan que solicitaron en noviembre, amparándose en la ley de transparencia, el proyecto de la antigua adjudicataria para comprobar qué defectos encontró y entrar a la obra con técnicos propios para verlo in situ , aunque no han recibido respuesta de la Junta.
El próximo miércoles darán fuerza a sus reivindicaciones con la segunda protesta ante el centro de salud, a la que están invitados los ayuntamientos de Sariegos y Cuadros a los que también da servicio el ambulatorio de Pinilla. Al menos la población está atendida en las dos plantas alquiladas al Hospital de San Juan de Dios, por las que se comenzó abonando más de 6.000 euros y ahora 7.031 euros al mes. El presidente de los vecinos, David Martínez, reconoce que «hemos pasado de una cuadra a un hotel de tres estrellas en San Juan de Dios, donde se está dando el servicio del ambulatorio, pero queremos volver a casa».