San Andrés planea un soterramiento alternativo que discurra por Azorín
La vuelta al trazado anterior a 1950, pero bajo tierra, abarataría los costes.
En la guerra abierta por la integración del ferrocarril San Andrés prepara ya el proyecto alternativo para oponerse a la idea del Ayuntamiento de León, que pretende volver al proyecto original del año 2003. El retorno al soterramiento de poco más de 450 metros propuesto por el último Gobierno de Aznar: desde el estadio de fútbol hasta sobrepasar el paso a nivel del Crucero, antes del cruce con la calle La Luz. Una actuación en la que el consistorio del alfoz defiende que su municipio no obtiene ningún rendimiento. La ausencia de beneficios que pretende solventar con la propuesta que presentará ante el Ministerio de Fomento. Un plan en el que dibuja la variación del trazado para que discurra bajo tierra por la calle Azorín y hasta rebasar el paso superior que da acceso al edificio consistorial, donde volvería a entroncar con la traza actual, ya en superficie.
Los planos dibujados por San Andrés toman como base el trazado que tenía el ferrocarril hasta los años 50, cuando se decidió que dejara de ir por Azorín para pasarlo por detrás del barrio La Sal. Un vuelta a los orígenes que plantearán supondría soterrar 1,2 kilómetros desde el antiguo paso a nivel del Crucero, justo por donde ahora va la calle de cuatro carriles. Menos de la mitad de los 2,7 kilómetros del proyecto que quedó consensuado con el anterior Gobierno del PSOE, que cifraba la inversión en cerca de 400 millones de euros.
Frente a este gasto que se niega a afrontar Fomento y que antes estaba vinculado a las plusvalías de la venta de terrenos para edificar casi 6.000 viviendas, el equipo de gobierno del PP argumentará que el recorte de la superficie soterrada abarata el proyecto, sin que todavía se haya cuantificado el coste, además de que expondrán que se pase de una caja para cuatro vías, como estaba previsto hasta ahora, a tan sólo dos, con la consiguiente merma. El diseño que entienden que serviría para la ordenación de los tráficos, que se articularía con unos andenes de estación soterrados con cinco vías: cuatro para pasajeros y una última para mercancías, que garantizaría las maniobras.
Una factura que los responsables del consistorio insistirán en que permitiría no renunciar a los objetivos urbanístico de la integración, pensada para liberar toda la zona del Crucero, La Sal y Paraíso Cantinas, con el adiós a los pasos superiores del Lidl y Azorín. Beneficios que llegarían además a La Vega, al ser innecesaria la vía hacia Asturias una vez que se resolviera el traslado de los talleres de material motor.