Diario de León

EL TRATAMIENTO DE RESIDUOS EN LEÓN

La saturación del vaso del CTR en 2017 obliga a construir otro con urgencia

Costará cinco millones y podrá albergar dos millones de metros cúbicos de basura

El vaso del basurero de León está casi lleno

El vaso del basurero de León está casi lleno

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ASUN G. PUENTE | REDACCIÓN
León

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Con la previsión de que la vida útil del vaso del complejo provincial de residuos de San Román de la Vega finalice en 2017 —tras verse colmado después de trece años en funcionamiento (siete menos de los estimados inicialmente)—, Gersul aprobará de forma inminente y urgente la construcción de un segundo vertedero en el CTR. En la actualidad, la basura llena ya algo más del 70% de la superficie del vaso.

La larga tramitación medioambiental que requiere una infraestructura de estas características precisa una decisión rápida para que el complejo cuente con su nuevo vaso a tiempo. El nuevo presidente de Gersul, el vicepresidente segundo de la Diputación, José Antonio Velasco, explica que el vertedero que ahora tiene que construirse supondrá una inversión de alrededor de cinco millones de euros y que será financiado por la Junta, la UTE adjudicataria del sistema provincial de recogida y tratamiento de residuos (Legio VII) y el propio consorcio.

A finales de mes, Gersul celebrará una junta de gobierno y la asamblea para dar el visto bueno a este proyecto. Ya ha planteado la iniciativa a la empresa y aún restan reuniones con la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta y el Ayuntamiento de San Justo de la Vega, municipio donde se encuentra ubicado el CTR.

El nuevo vaso será construido prácticamente con las dimensiones del primero, es decir, su vida útil será programada para dos décadas, contará con una superficie de 92.000 metros cuadrados y capacidad para albergar 1,8 millones de metros cúbicos de residuos.

Cuando en septiembre de 2004 entró en funcionamiento el CTR, el vaso tenía una perspectiva de vida de dos décadas, aunque el ritmo de vertidos ha acortado su vida en cerca de siete años. El aspecto central que explica la saturación de este vertedero se centra en el incumplimiento de los ratios de basura que deberían acabar en el vertedero. Debe depositarse el 37,5% de todos los residuos que llegan hasta el complejo, pero el nivel se sitúa en el 70%.

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