Diario de León

Savia nueva para el viejo reino

Diego Álvarez Olay, hijo de un trabajador de RMD y de una gijonesa, se convierte en el primer niño leonés nacido en 2015 aunque su alumbramiento se hizo esperar.

Iván y Natalia, los padres de Diego, junto al resto de la familia en las primeras horas de vida del pequeño.

Iván y Natalia, los padres de Diego, junto al resto de la familia en las primeras horas de vida del pequeño.

León

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De entre las tradiciones navideñas que perduran con el paso del tiempo, la del primer bebé del año es la que parece tener más asegurada su continuidad. Con condiciones. Hasta las 16.10 horas no hubo un leonés nuevo en el mundo «y eso que habíamos ingresado a las 3.30 de la mañana», explicó su padre.

Iván Álvarez y Natalia Olay ya tienen compañía. Cuando regresen a su domicilio de El Ejido, les acompañará un retoño que ayer pesó 3.850 gramos. «No teníamos especial prisa porque llegara ni tampoco nos ha causado disgusto que viniera, todo lo contrario. Queríamos tenerlo pero sin prisa. Ha sido ahora y es más que bienvenido», explicó e progenitor, trabajador de RMD desde el año 2003. «Un éxito en estos tiempos que corren».

No puede decir lo mismo su madre, aunque los condicionantes laborales le permitirán tener más tiempo para dedicarse al pequeño de la casa. Ella, gijonesa de nacimiento, llegó a León hace diez años y visto lo visto está decidida a quedarse.

«No fue un parto difícil, dentro de lo que siempre es un parto. Parecía que hubiera tenido cinco ya y es el primero que nos viene», explicó a este periódico el padre. «No es momento de plantearse cuántos más queremos. De lo que se trata es de tener salud para criar este y lo demás ya se irá viendo», señaló en la habitación donde anoche las visitas se agolparon, especialmente a media tarde después de un periodo de espera intenso y de cierto nerviosismo.

¿Diego?. ¿Iván? Había disensiones por el nombre pero al final, contra la costumbre antigua, no se impuso la tradición de seguir la misma línea paterna. Todo se andará. Puede que haya más oportunidades.

«No hay mucha familia por la línea materna, pero por el lado mío seremos como poco veinte o así». Todos serán pocos para mimar al recién llegado. En un principio, pasarán la jornada de hoy en el Complejo Asistencial Universitario de León y previsiblemente mañana estarán camino de casa para descansar y comenzar una nueva vida.

En El Bierzo, la espera continuaba al cierre de esta edición. Había al menos un caso en ciernes, pero la llegada se hacía esperar y no había previsión de que fuera inminente. Todo a su tiempo.

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