El sector turístico se prepara para dentro de una semana aunque ve «poca actividad»

La mayoría de los hoteles continúan cerrados. Como las casas rurales que hay por toda la provincia. Quinientas en total. Las que están abiertas apenas tienen trabajo. Tampoco llegan los turistas a los alojamientos urbanos. Ni se les ve por la Catedral. «Abrimos el 1 de junio pero casi no hemos recibido visitas, solo vecinos de León que tenían la tarjeta caducada y necesitaban renovarla», explican desde el museo catedralicio, hasta donde también se han acercado algunos curiosos para ver el rosetón «destapado, sin andamios». Poco más. Hoy, abrirá San Isidoro.

Una estampa parecida ofrece la oficina de turismo que hay en la plaza de Regla, enfrente de la Pulchra Leonina. «Nos llaman para preguntar por algún alojamiento y pedirnos información, pero actividad, de momento, poca», coinciden.

Lo mismo ocurre en los hoteles. La ocupación estos días es simbólica y la previsión para el fin de semana, mala. Aun así, algunos como el Alfonso V, el Tryp o el Sylken, entre otros, que han dado cobijo a los profesionales sanitarios durante la pandemia, ya admiten reservas después de acondicionar las instalaciones. Los del grupo Hosteleón lo harán el 1 de julio.

Han establecido protocolos de entrada y salida para evitar que coincidan los clientes en el mismo espacio, instalado dispensadores de geles hidroalcohólicos, puesto paneles informativos e, incluso, cámaras termográficas, como la que ayer ya medía la temperatura de los visitantes en la recepción del Alfonso V. Este hotel, que estuvo 93 días cerrado, ha implantado además un sistema que permite abrir las habitaciones a través del móvil, mediante una aplicación que reduce los contactos. Se han preparado a conciencia los empresarios del sector. Hay mucho en juego. El año pasado visitaron la provincia un millón y medio de personas, el 27% extranjeros. Dejaron más de 300 millones de euros.