La solución a los trenes con amianto pasa por trasbordos para Bilbao y La Coruña

La compañía ferroviaria valora dos modelos de tren para relevar al Arco Camino de Santiago, que desde el próximo lunes dejará de circular por causa de la presencia de amianto en alguno de sus coches. El tren que cubre el trayecto entre Vigo y Hendaya, una de las posibilidades de comunicación mejor articuladas para conectar León en las líneas transversales de la península, será sustituido por un modelo de Talgo IV o bien por uno de los 121 del fabricante CAF, según las alternativas que maneja Renfe para responder al problema que se le presenta.

Con independencia del sistema y composición rodante que se emplee en lugar del convoy que hasta el domingo realizará el servicio que comunica a diario y en dos frecuencia a León con Vigo y Hendaya, la solución empleada tendrá consecuencias para los usuarios, que ya no podrán realizar todo el trayecto tal y como hasta ahora estaba configurado. La circulación directa será desde el lunes entre Vigo y Hendaya; y los flecos de la traza se han de completar con transbordos; uno en Miranda de Ebro, para completar la oferta del trayecto a Bilbao Abando, y otro en Monforte de Lemos, para los viajeros que tuvieran a La Coruña como punto de destino. Estas dos trayectorias se incluían hasta ahora en el recorrido completo del Arco Camino de Santiago.

La incidencia se añade al listado de problemas que presenta la circulación ferroviaria en León. No es menor ni mucho menos, ya que se trata de un producto que anota dos pasos cada día por la estación leonesa, a la vez que actúa como elemento de vertebración básica para los pasajeros que quieren completar sus trayectos a lo largo del arco Atlántico, aquejado de frecuencias y posibilidades de movilidad con las que dar respuesta a las necesidades del territorio.

El problema aparece como resultado de las inspecciones realizadas a los vehículos. Las labores de mantenimiento sirvieron para detectar la presencia de amianto en al menos 17 coches que circulan por las vías con la marca de Renfe. Cuatro de ellos se paralizaron en un taller de la base de trabajo de Málaga, mientras que los trece restantes, en circulación y con base de mantenimiento asignada a Irún, zona ferroviaria de referencia para el tren que conecta León con Vigo y Hendaya, entran dentro del paquete con piezas contaminadas en uno de los armarios eléctrico. La potencial peligrosidad del componente para las vías respiratorias hace que los trabajadores exijan a la compañía revisiones para ver el grado de exposición al que se han enfrentado.